Ministro salpicado por la corrupción, actor con Stallone, compartió novia con Julio Iglesias, se casó tres veces, tuvo cinco hijos, uno portero y ‘narco’, y reconoció a dos más, deja un patrimonio de 100 millones de euros pero subastó sus trofeos y cobraba una pensión
Maradona hizo una campaña contra la droga y ya sabemos cómo acabó la historia. Sin embargo Pelé hizo una campaña en favor de la Viagra y nunca la tomó. “Muchos hombres no van al médico por vergüenza”, empezaba diciendo en un anuncio grabado en Maracaná por el que cobró 1,8 millones de euros a los laboratorios Pfizer. Cuando le preguntaron si la tomaba dijo que no la necesitaba. Una frase que resume sus pocas dotes como vendedor, pero al que su currículum sentimental se empeñó en dar la razón.
Para saber más
O Rei se casó en 1966 con Rosemeri dos Reis Cholbi, con la que tuvo tres hijos Edinho, Jennifer y Kelly Christina, la mayor, conocida durante sus últimos días por dar los partes médicos, y colgar fotos de su padre en el hospital viendo los partidos del Mundial de Qatar. El matrimonio duró diez años. Hasta que Rosemeri se cansó de pillar a Pelé en fuera de juego. “Solo lo veía en algunos cumpleaños o en alguna ocasión especial, una o dos veces al año”, contaría Edinho sobre su padre.
Brasil iba retransmitiendo sus escarceos casi a la misma velocidad que sus regates, lo que le acabó costando una extraña acusación de racismo, por preferirlas blancas y rubias. Aquello sólo provocó que Pelé ampliara aún más su campo de juego. Llegaron sus romances con la modelo Marina Montini, y luego con las ex miss Brasil 1989 Flavia Cavalcanti, y 1986 Deise Nunes, justo después que ésta cortara con Julio Iglesias.
Su relación más famosa fueron sus seis años al lado de la presentadora de programas infantiles Xuxa, de nuevo blanca y rubia. Se conocieron sacándose fotos para la portada de una revista. Ella tenía 17 y el 40. La invitó a cenar y ella le dijo que era menor. Entonces Pelé llamó a su padre, quien colgó el teléfono pensando que era una broma. Lo dejaron, como no, por sus infidelidades. “Son las mujeres las que quieren estar con Pelé”, contó ella que se justificaba el futbolista.
En 1993 se casó con la médico Assiria Lemos, como no blanca y rubia, y como si una cosa fuera consecuencia de la otra, se hizo una vasectomía, se arrepintió y volvió a operarse para tener a los gemelos Josua y Celeste.
De todos sus hijos solo Edinho le salió futbolista, pero también narcotraficante. Jugó de portero en el Santos y en 2014 fue condenado a 33 años de prisión por lavado de dinero procedente de la droga, aunque ahora está en libertad. Su tercer matrimonio llegaría en 2016, con la empresaria brasileña de origen japonés Marcia Aoki, 25 años más joven, con la que llevaba saliendo desde 2010 y que hoy es su viuda.
Además de padre, futbolista, marido y mal vendedor de Viagra, Pelé tuvo tiempo en 82 años de vida hacerse también cantante, ministro y actor, aunque de las tres probablemente sea más conocido por esta última gracias a su papel en la película Evasión o victoria, junto a Ardiles y Bobby Moore, pero también junto a Michael Caine y Sylvester Stallone, quien se presentó al rodaje sin saber nada de fútbol para hacer de portero, y que según cuenta, le pidió a Pelé que le chutara antes unos penaltis, y que fue incapaz de parar ninguno aunque el brasileño le decía antes por dónde iba a tirarlos.
Es casi imposible enumerar los títulos, cargos honoríficos, y puestos remunerados que recibió u obtuvo a lo largo de su carrera, como el de Ciudadano del Mundo de la ONU, Caballero de Honor del Imperio Británico, Embajador de Buenos Deseos de la Unesco, de Buena Voluntad de Unicef, y del Deporte del Foro Económico Mundial.
También es imposible enumerar todos sus trofeos, recibidos probablemente en los 84 metales de la tabla periódica. Se sabe que 2.000 premios y recuerdos fueron subastados en Londres hace apenas seis años. Entre ellos las tres medallas de sus tres copas del mundo, la copa Jules Rimet, las botas que llevaba en Evasión o victoria, el anillo de campeón de la liga estadounidense, la antorcha que llevó en los juegos olímpicos de Atenas, el trofeo de mejor jugador del siglo de la FIFA, pasaportes, camisetas, relojes, acreditaciones, sus notas del cole. Parte de lo recaudado fue destinado al hospital infantil Pequeño Príncipe de Curitiba, en Paraná. “Podría quedarme con todo, pero eso no ayuda a nadie”, alegó sin poder evitar que en todo Brasil se hablara de sus problemas económicos.
Su papel como ministro de Deportes duró cuatro años del gobierno de Henrique Cardoso. Aunque aprobó la llamada Ley Pelé para evitar la evasión de impuestos de los clubes, tuvo que dejar el cargo en 1998 acusado de beneficiar a su empresa de marketing. Cardoso resumió lo mejor de su gestión en su discurso de despedida: “Hay brasileños que un día cometieron crímenes y que hoy se rehabilitan en las cárceles. En trece estados tenemos hoy mujeres confeccionando uniformes deportivos y hombres fabricando balones. Ya son mil al mes”.
A principios de los 90, Pelé y su amigo Helio Viana crearon la empresa Pelé, Sports y Marketing, que se convertiría en una de las mayores empresas de administración de derechos deportivos de Brasil. Durante diez años ambos compartieron negocios y escándalos. La empresa fue acusada de transacciones multimillonarias a través de cuentas en las Islas Vírgenes, Bahamas y Liechtenstein para eludir el fisco brasileño. También de quedarse 700.000 dólares destinados a Unicef Argentina.
Los socios se separaron y el ex futbolista creó la empresa Pele Pro, que protagonizaría otro escándalo en la organización de la llamada Copa de la Paz promovida por el reverendo surcoreano Sun Myung Moon, que acumuló numerosas pérdidas.
Además de la Viagra, Pelé fue imagen del antidepresivo Vitassay, del seguro médico Unicor, de las tarjetas de crédito Mastercard, de bebidas, de acciones en la Bolsa de Sao Paulo, entre otras. Tuvo cafeterías, una empresa de construcción que fracasó, una línea de ropa retro de Puma que no llegó a despegar. Cobró por ser imagen de sí mismo en series, documentales, videojuegos, de una peli india de dibujos animados. Horas antes de ser hospitalizado Mark Zuckerberg le fichó para promocionar WhasApp Pay.
Hace una década la publicación brasileña Isto e Dinheiro aseguró que Pelé facturaba 15 millones de euros al año solo en derechos de imagen. Y que no realizaba campañas publicitarias por menos de un millón de euros, lo que incluía dos días de grabación y fotos que se podrían usar durante seis meses. En 2016 demandó a Samsung por 30 millones de euros por hacer un anuncio en el que salía un futbolista que se le parecía. Su fortuna, de acuerdo con el portal estadounidente Celebrity Net Worth, asciende a 100 millones de euros y a pesar de ello cobraba una pensión desde 2014.
Aunque su número de hijos es incierto, en este siglo acabó reconociendo también la paternidad de una mujer de 32 años, Flavia Christina Kurtz, fruto de una relación fugaz a finales de los 60. Una mujer llamada Sandra Regina logró demostrar con pruebas de ADN forzosas que Pelé era su padre, fruto de una relación con la señora que limpiaba su casa, pero el astro nunca la reconoció. Falleció de cáncer en 2006 y fue polémica que O Rei no acudiera al velatorio, lo que le obligó a emitir una nota de prensa en la que decía que había rezado por su recuperación y le mandaba flores. Se publicó que Pelé odia los ambientes fúnebres, y que incluso se saltó el adiós a sus padres.