Pedro Acosta sella el Mundial de Moto2 dos años después de hacerse con el de Moto3 y apunta alto para su estreno en MotoGP el año que viene
Pedro Acosta está imparable. Este joven piloto murciano, con su segunda plaza en Sepang, ya ha sellado su un Mundial de Moto2 que se suma al de Moto3 conquistado en 2021 y apunta muy alto para un aterrizaje en la máxima categoría que llegará de la mano de Gas Gas el año que viene.
El Tiburón de Mazarrón ha vuelto a pegarle un serio mordisco a la senda del triunfo y se presta a no dejar de hacerlo en un futuro que se prevé brillante. No en vano, las comparaciones con un Marc Márquez que ahora se encuentra de capa caída por los tremendos problemas de su Honda no han dejado de multiplicarse desde su irrupción en los circuitos.
Nacido en la localidad costera de Puerto de Mazarrón, en 2004, en una familia de tradición eminentemente pesquera, Pedro Acosta lleva con orgullo el mismo nombre que antes recibieron tanto su padre como su abuelo. Y, aunque suma sólo tres años en el Mundial, pisa fuerte. En su estreno en Moto3 logró un hito inédito por 73 años: subirse al podio en sus cuatro primeras carreras. En su estreno, fue segundo, pero, en las tres siguientes, ya se hizo con el triunfo en todas ellas. Y eso que, en su caso, el gusanillo de las motos no fue ni mucho menos un amor a primera vista, por mucho que su padre tratara de inculcárselo desde muy pequeño. A la segunda, por así decirlo, sí fue la vencida, y el jovencísimo aspirante a piloto empezó su camino formativo en el circuito de Cartagena.
A ese camino de formación le seguirían más tarde sus primeras pruebas a nivel internacional. Aunque las cosas no fueron fáciles en los inicios, poco a poco su talento fue aflorando. Hasta que, en 2021, llegaría su estreno arrollador en Moto3. Sus buenas marcas le permitieron saltar directamente a Moto2 el año siguiente, si bien la consabida adaptación a la nueva categoría le llevó a acabar el curso como quinto clasificado en la general. Este 2023, en cambio, Pedro Acosta se ha reencontrado con el triunfo. Algo que, según los expertos, será la tónica más habitual de su carrera.
Bagnaia vuelve a marcar distancias con Martín
En MotoGP, un Enea Bastianini capaz de imponer un ritmo del todo infernal durante gran parte de la prueba se alzó con la victoria en una carrera en la que Álex Márquez se encaramó al segundo escalón del podio y Pecco Bagnaia firmó una tercera plaza que le permite aumentar distancias con un Jorge Martín que fue finalmente cuarto. La lucha entre el español y el italiano, con el Mundial en juego, fue encarnizada al principio pero, con el paso de los minutos, Martín acabó por claudicar.
En la salida, Bastianini se colocó muy pronto en cabeza, seguido por un Álex Márquez capaz de imponerse en la sprint race del sábado, Bagnaia, mientras, poco a poco, se afianzó en una tercera posición que le permitió acabar el fin de semana a 14 puntos de Jorge Martín cuando, no obstante, aún quedan 74 en juego.
“Traté de cerrar distancias con Álex y Enea, pero no pudo ser. Estoy muy contento, porque era fácil cometer errores con el tren delantero”, aseguró el líder del campeonato al término de la prueba, mientras Álex Márquez, por su parte, admitió sin tapujos la superioridad de Bastiani. “Lo he intentado todo, estoy al límite físicamente. Tenía la moto perfecta, el equipo se merecía la victoria, pero Enea ha sido mejor”, confesó el de Cervera. “Lo di todo, me he volcado al 100%, llevaba mucho tiempo de sequía y sólo los míos saben lo que he tenido que hacer para llegar hasta aquí”, zanjó por su parte el vencedor de la carrera.
En cuanto al resto de pilotos españoles, Maverick Viñales acabó el Gran Premio en la undécima posición, Marc Márquez fue decimotercero, Augusto Fernández, decimocuarto, Pol Espargaró, decimoquinto, Iker Lecuona, decimosexto y Álvaro Bautista, wild card tras haberse proclamado ya campeón del Mundial de Superbikes, por su parte, fue decimoséptimo.
Aleix Espargaró y Joan Mir, mientras, no pudieron acabar la prueba por sendas caídas. Raúl Fernández, en cambio, se vio obligado a abandonar por problemas técnicos.
