Otro derrumbe del Barcelona tras una inversión de 215 millones de euros: “Este año hemos competido”

Otro derrumbe del Barcelona tras una inversión de 215 millones de euros: "Este año hemos competido"

Europa League

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Después de no pasar la fase de grupos de la Champions y tampoco acceder a los octavos de la Europa League, el club azulgrana se escuda en los buenos tramos de Old Trafford y sus opciones en la Liga y la Copa del Rey

Robert Lewandowski, delantero del Barcelona.AFP

Estaba un puñado de aficionados radicales del Barcelona manteniendo un serio intercambio de pareceres con el personal de seguridad de las gradas de Old Trafford cuando Xavi Hernández, sin haberse quitado el abrigo, asomó por la diminuta sala de prensa. Su equipo había vuelto a caer a deshora en Europa, esta vez sin haber siquiera alcanzado los octavos de final de la Europa League, aunque frente a un Manchester United decidido a recuperar el prestigio perdido. Y ahí radica la gran defensa de la entidad azulgrana en este tiempo en el que cuesta levantar la cabeza: el no haberse desintegrado ante los rivales de la burguesía, aunque sin esquivar su ya habitual destino continental. Eliminado en la Champions en octubre (Bayern e Inter fueron su frontera), tampoco pudo sobrevivir en el exilio de la segunda competición más allá de febrero.

El pasado jueves 9 de febrero, antes de que estallara el caso Negreira, Laporta trataba de presumir de gestión durante una larga rueda de prensa. En ésas asomó su director de fútbol, Mateu Alemany para reclamar su cuota de protagonismo en algo así como un milagro de Fátima: “Por unos 74 millones de inversión, porque compramos por 215 millones y vendimos por 141, hemos conseguido construir un equipo muy competitivo”. El argumento sirve sin duda para la Liga, donde el Barcelona ha ganado 19 de sus 22 partidos y aventaja en ocho puntos al Real Madrid; también para la Copa del Rey, clasificado para semifinales con la ida a disputar el próximo jueves en el Bernabéu; o para la Supercopa de España, primer título de Xavi conquistado en Arabia frente al equipo blanco. Pero, en Europa, las costuras físicas y emocionales continúan deshaciéndose sin remedio.

“El año pasado fue casi imposible competir. Pero éste sí competimos bien”, se defendió Xavi en su comparecencia después de que el Manchester United levantara en un gran segundo tiempo el gol de penalti de Lewandowski (2-1). “Hemos jugado contra grandes equipos: Bayern, Inter, United… Les hemos competido, y el año pasado ni siquiera nos llegaba a eso. Pero por detalles se nos ha escapado”, continuó el técnico azulgrana.

La derrota en Old Trafford reveló algunas evidencias (sin Pedri, Gavi y Dembélé se pierde control, batalla y desequilibrio), pero también confirmó algunas sospechas. Si bien el cuarteto de centrocampistas formado por Sergio Busquets, De Jong, Kessié y Sergi Roberto aguantó el tipo en el primer tiempo, en el segundo ya fue incapaz de seguir el ritmo ante el empuje de un United donde Casemiro y Fred se bastaron en la zona ancha. Ganar un duelo se convirtió en una utopía.

Aunque mucho más preocupante resultó el rendimiento ofensivo del equipo, que apenas disparó tres veces a puerta en Old Trafford (una de ellas el penalti anotado por Lewandowski, y otra un cabezazo de un defensor, Koundé).

Raphinha sacó de quicio a Xavi. Pasaba el ex extremo del Leeds por ser una de las incorporaciones estrella del pasado mercado estival. Laporta lo reclutó pese a la renovación de Dembélé y tras atender a los cantos de sirena de su representante, el ex azulgrana Deco. Pero Raphinha, en el partido que debía cambiar su suerte en el equipo, sólo mezcló malas decisiones con los aspavientos propios de la frustración.

Lewandowski, cuyas cifras anotadoras esta temporada admiten poca duda (25 goles en 30 partidos), lleva también semanas insinuando un bajón en su rendimiento. En Old Trafford no disparó más que desde los once metros (dispuso de una ocasión en el crepúsculo anulada por fuera de fuego), y apenas pudo tocar 38 veces el balón pese a jugar los 90 minutos. Poco pudo mejorar Ferran Torres en los 20 minutos de los que dispuso, o Ansu Fati, inapreciable en el cuarto de hora final y que continúa alimentando las expectativas de venta por parte del Barcelona.

Con serias dificultades para seguir vitaminando al equipo con nuevos fichajes (LaLiga exige al Barcelona una rebaja de la masa salarial de 200 millones de euros), sin conocer aún el alcance de las heridas del caso Negreira, y con un traslado a Montjuïc que abrirá todavía más el agujero económico, el Barcelona continúa mirando a Europa desde la indiferencia.

kpd