Olga Tubau, la ‘Messi’ de la abogacía que intentará exculpar a Rubiales como hizo con Trapero: “No podemos confundir el pecado con el delito”

Olga Tubau, la 'Messi' de la abogacía que intentará exculpar a Rubiales como hizo con Trapero: "No podemos confundir el pecado con el delito"

Como el entrenador que se la juega a llegar a los penaltis cuando su equipo está en inferioridad, así ha sido la estrategia de Olga Tubau para intentar exculpar a su cliente, Luis Rubiales, de los cargos de agresión sexual y coacciones. La prestigiosa penalista mostró en su informe final una estrategia agresiva y, quizás, innovadora, contraria al perfil bajo que venía mostrando en el juicio por el beso del ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) a Jenni Hermoso.

La alocución de conclusiones de la abogada de Rubiales, que se extendió durante hora y media, comenzó con un artificio legal interesante. Tubau no quería centrarse en si hubo o no consentimiento sino si el hecho en sí, ese beso en la boca, suponía o no un delito tipificado en el Código Penal español. “No estamos ante un acto que atente contra la libertad sexual de Jenni Hermoso“, manifestó la abogada. Lo hizo tras explicar que intentaría basarse en una hipótesis de que, como dice la acusación, no se hubiera producido el consentimiento explícito que pide la ley para desacreditar el tipo penal de agresión sexual.

Así, tras asegurar que la jurisprudencia mencionada por las acusaciones no era aplicable al caso, continuó la letrada intentando desmontar el agravio que dijo haber sufrido la propia Hermoso en su testimonio en esta sala de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares hace ya ocho sesiones. “¿Estamos ante una conducta inadecuada? Sí. Delictiva, no”, mantuvo ante el magistrado José Manuel Clemente Fernández- Prieto y añadió poco después:”Este beso, ni se vivió ni se interpretó como una agresión sexual por Jennifer Hermoso”.

Así, la letrada se enfocó en las reacciones posteriores de la futbolista a ese beso que robó el foco al Mundial que acababan de obtener las jugadoras de la selección. “¿Te dan un beso que te da asco y te despides con una sonrisa?”, apuntó Tubau y remató que las reacciones a un delito de agresión sexual no se pueden dominar ni necesitan la aprobación de terceros, como dice que buscó la futbolista en los momentos posteriores al beso con sus compañeras en el vestuario. “Claro que ella estaba destrozada por esto, se hablaba del beso en lugar de que habían sido campeonas del mundo”, detalló.

Prestigiosa penalista

Luis Rubiales, sonreía ufano ante la exhibición de su abogada e incluso la asistía cuando se le traspapelaba alguna sentencia. Eligió con precisión el ex dirigente a la persona que quería que le defendiese: la penalista que exculpó al ex jefe de los Mossos d’Esquadra, José Luis Trapero, por su actuación en el procés o la que consiguió la encarcelación de José Barrionuevo por el secuestro de un civil en la época de los GAL. “Incluso a las que no nos gusta el fútbol tenemos que admitir que fue un momento de emoción”, personalizó la abogada en mitad de su discurso.

Nacida en París en 1961 en el seno de una familia humilde que tuvo que huir de España por miedo a la represión franquista, Tubau es la primera universitaria de su núcleo familiar. Es de ideas progresistas y feministas, por eso sorprende que haya aceptado, pese a tener una de las minutas más altas de la abogacía, la defensa de Rubiales. O quizás sea ese contraste, como se pudo ver en su discurso, un punto a favor del ex dirigente. “No podemos confundir el pecado con el delito”, explicó la letrada.

Relación jerárquica

No lo confundieron las acusaciones particulares que antes de Tubau habían intentado apoyar sus tesis en la falta de consentimiento y en la relación jerárquica que ejercía Rubiales sobre la futbolista. “No estamos ante un consentimiento, sino ante un sometimiento”, inició su informe Ángel Chavarría, abogado de Jenni Hermoso. Chavarría se refirió a los “seis segundos que cambiaron la vida de Jenni” y quiso recordar las consecuencias para su cliente. “Esto ha marcado, señalado y estigmatizado a la víctima no sólo en España sino a nivel internacional”, señaló el letrado y añadió que Hermoso ya no es “Jenni, la campeona del mundo” sino “Jenni, la del beso”.

Chavarría recordó además que hubo 12 acciones para compeler a Hermoso a minimizar el beso recibido por su presidente y relacionó a los otros acusados menos a Jorge Vilda con la causa que está enjuiciándose en el juzgado número 4 de Majadahonda por las comisiones de la Supercopa. “El crimen no tiene causalidad”, dijo.

La abogada de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) apuntó también al sistema de Rubiales más que al personaje en sí. Habló de la RFEFcomo una estructura “vertical, manipuladora y servilista”. “Las presiones tenían un objetivo, que la jugadora manifestase que el beso había sido consentido”. Las dos acusaciones particulares se han adherido a las penas solicitadas por fiscalía de un año para Rubiales por agresión sexual y año y medio para el ex dirigente y resto de acusados por el delito de coacciones.

kpd