Los rojiblancos superan por un gol la manita que le endosaron al Malmoe en 2014 en el Vicente Calderón
Era el primer gol de Saúl en la temporada, el máximo asistente del equipo rojiblanco con cinco pases de gol. El sexto del Atlético de Madrid ante el Celtic en su mágica noche de récords en Europa. Con ese tanto superaba su mayor goleada en la Champions League, la manita que le endosaría al Malmo en el Vicente Calderón en 2014.
No tan lejos en el sentido numérico quedaban los ocho que le marcaron a un desconocido club irlandés, el Drumcondra, en el antiguo Metropolitano en 1958. “Conseguimos redondear un partido importante”, se mostraba satisfecho Diego Simeone en la rueda de prensa posterior al enfrentamiento ante los escoceses.
El partido fue un compendio de nombres propios, pero uno por encima del resto. Antoine Griezmann fue un jugador superlativo en todas las facetas del juego. Su entrenador considera que puede convertirse en “uno de los mejores de la historia del Atlético”. El francés es un jugador que, como gusta decir en la otra orilla de Madrid, “nació para jugar en…” este caso en el Atlético. Lo hizo todo bien y fue el principal artífice del juego combinativo rojiblanco desde su ‘nueva’ posición en la medular. “En el Carranza también jugó de interno y en Francia también lo hace. Es un futbolista que interpreta bien el juego, pero hay que tener equilibrio”, alababa Simeone.
El equilibrio lo pusieron Koke y Barrios, corazón de club, y el picante lo pusieron Correa y, sobre todo, Morata. El delantero es el pichichi de la competición con cinco tantos y suma además una asistencia. El madrileño también se ganó los halagos de su entrenador. “Hoy está más tranquilo y centrado en ser contundente en cada opción. Es un futbolista muy importante para España y para nositros y hay exigirle lo que nos está dando, no podemos exigirle menos”, piropeba el Cholo.
Pasados los grandes nombres, tocaba fijarse también en los ‘actores secundarios’, que no hubo pocos. Quizás dos fueron los más destacados respecto al resto de compañeros. Dos, por cierto, que luchan por el mismo puesto desde que Carrasco dejara la disciplina rojiblanca con destino Arabia en la ‘prórroga’ del mercado veraniego.
Carril izquierdo
Riquelme firmó un soberbio partido y fue el gran socio de Griezmann por la banda izquierda. Cada acción del canterano rojiblanco llevaba visos de peligro para la portería que defendía el veterano Joe Hart. Sólo le faltó el premio del gol para coronar su juego.
Lo hizo Lino. El jugador brasileño sustituyó a Riquelme en el minuto 65 de la segunda parte y, con apenas 73 segundos de juego, consiguió un gol de bandera tras un gran recorte desde el pico del área y un zambombazo a la escuadra del cancerbero inglés. Tanto él como el canterano madrileño están consiguiendo que la parroquia rojiblanca olvide el buen hacer del belga.
También el entrenador, con gran gusto por el juego y la actitud de Carrasco. “Están los dos compitiendo de una manera muy linda de ver para hacer disfrutar a la afición del Atlético de Madrid”, valoraba Simeone.
Con la victoria de ayer el Atlético se encarama a lo alto del grupo E tras la derrota del Feyenoord a manos del Lazio. Los rojiblancos se quedan con ocho puntos, por los siete de los italianos y los seis con los que contaban los holandeses.
El siguiente partido será en Roterdam y Simeone ya alentaba a sus jugadores para ello: “Tenemos que ir a jugar a Holanda un partido duro. Estamos todos apretados. Alli tendrán grandísima intensidad y tendremos que estar preparados porque será duro y muy importante a como termine el grupo”. El año pasado, por estas fechas, el Atlético de Madrid ya estaba eliminado no sólo de la Champions sino de toda competición europea al quedar último de grupo. Cómo cambia la historia.
