La ciudad sufre un temblor de 4,5 grados, el segundo más fuerte en los últimos 40 años
Aficionados del Nápòles en el último partido de laSerie A.CIRO FUSCOEFE
Un terremoto de magnitud 4 ha hecho temblar la ciudad de Nápoles a las 22:08 de este lunes. Se trata del segundo más fuerte de los últimos 40 años, registrado por la noche en el área de Campi Flegrei, una zona donde hay varios volcanes activos. El sismo ha tenido su epicentro en el municipio de Pozzuoli, a las afueras de Nápoles, y se ha sentido en toda la región durante cuatro segundos. Todo a 24 horas del encuentro de la Champions League entre el Nápoles y el Real Madrid, que se disputará este martes en el estadio Diego Armando Maradona.
El temblor, que se ha notado de manera intensa cerca del antiguo San Paolo, también se ha sentido en el Grand Hotel Vesubio, donde descansa la expedición Del Real Madrid para el encuentro. Hace unos días, la ciudad sufría también un temblor de 4,2, el más fuerte en las últimas cuatro décadas.
Algunos daños causados por el terremoto de la pasada semana.CIRO FUSCOEFE
En la tarde del lunes, sobre las seis de la tarde, la zona de Agnano, a las afueras, también sintió un temblor, aunque en este caso más pequeño, de apenas 1,8. En la región existe cierta preocupación por el aumento de la actividad sísmica. Esta semana, el presidente del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia, Carlo Dogliono, avisaba en el Congreso: “En el último mes la actividad no ha hecho más que aumentar. No se ve el final”.
Kylian Mbappé (París, 1998) ya es jugador del Real Madrid. Un final de época a una historia de película. Una novela de siete temporadas con traiciones, promesas, indirectas, enfados, disculpas, dinero y gloria. Todos los ingredientes del caos. Esta es la historia de Mbappé y del Madrid, con el futbolista y su madre (y representante) Fayza Lamari en el centro de la diana, con Florentino Pérez y José Ángel Sánchez a un lado y con Nasser Al-Khelaifi
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En la primera jornada ganaron al Ulsan y en la segunda compitieron de tú a tú con el Dortmund (3-4), dos tardes que les han convertido en una de las revelaciones del Mundial. El Mamelodi Sundowns de Sudáfrica se juega hoy el pase a octavos contra el Fluminense, pero quizás eso sea lo de menos. Su historia, más allá de victorias y derrotas, merece la pena. Han recuperado las vuvuzelas del Mundial 2010 y tienen un estilo que en su país denominan shoeshine and piano, una especie de tiki-taka sudafricano con el que han impresionado.
«Lo avisé y no mentía. Son potentes y fuertes, juegan un estilo ofensivo, son buenos técnicamente y son muy educados en lo futbolísticos. Pueden competir con cualquiera», comentó Niko Kovac, técnico del Dortmund, tras el triunfo ante los africanos.
El Mamelodi ha impresionado a los espectadores del torneo con un juego vistoso en el que mezclan jugadores nacionales con la calidad del brasileño Lucas Ribeiro, su gran estrella. En el banquillo, Miguel Cardoso, ex técnico, entre otros, del Celta. Ganaron la Superliga africana de 2023, organizada por FIFA, acumulan siete Ligas seguidas en su país y vencieron en la Champions africana de 2017. Un éxito que no sería posible sin dos personas: Patrice Motsepe y Screamer Tshabalaba.
«Nos gritaba: ¡"Piano", muchachos!»
Por orden cronológico, Tshabalaba fue el primer culpable del cambio histórico sufrido por los Sundowns. Había sido futbolista en la antigua liga del país y luego pasó a los banquillos, firmando en 1986 con el Mamelodi, pero su aprendizaje se dio en Italia. A mediados de la década de los 80 realizó un viaje por el norte del país transalpino y visitó las instalaciones y los entrenamientos de la Juventus, el Inter o el Milan. Escuchó, aprendió y volvió a Sudáfrica con una libreta y un estilo: shoeshine and piano. Traducido directamente sería algo así como "brillo en los zapatos y piano", pero tiene sus explicaciones.
En esos entrenamientos en Italia, Tshabalaba no paraba de escuchar la palabra "piano", "despacio" en italiano. Eso cambió la percepción que tenía del fútbol, más alocado en su país, y al regresar convenció a sus jugadores para salir tocando desde atrás y jugar con pases cortos. «Nos gritaba: ¡"Piano", muchachos! Al principio pensábamos que se refería al instrumento musical, pero luego nos dimos cuenta que era para que pasáramos el balón con ritmo», explica Go Mabusela, ex capitán del equipo, en unas declaraciones recogidas por FIFA.
El cambio de Tshabalaba convirtió al Mamelodi en campeón de liga por primera vez y dio paso a unos años exitosos, potenciados en lo económico años después por Patrice Motsepe, un empresario que ahora es uno de los hombres más ricos de África, con una fortuna que supera los 3.000 millones de dólares, pero que empezó en Soweto, uno de los suburbios más famosos de Johannesburgo durante el apartheid.
Thapelo Morena, tras errar una ocasión ante el Dortmund.AFP
Cuando la segregación terminó, Motsepe comenzó en la industria minera, hizo dinero y diez años después, en 2003, compró el Mamelodi. Era un enamorado de Cruyff, así que el shoeshine and piano mezcló bien con su idea. Con el dinero de las minas sudafricanas, llenas de oro, platino y diamantes, fichó como entrenadores a Stoichkov, Cappa o Neskeens pensando que necesitaba estrellas en el banquillo para triunfar, pero el tiempo ha dado la razón al estilo de Tshabalaba.
Motsepe ha terminado como presidente de la Confederación Africana de Fútbol y su hijo se ha hecho cargo del equipo. The Brazilians, como se les conoce por su camiseta amarilla y verde, quieren darle la vuelta a la realidad del fútbol africano, dominado por los equipos del norte de África. «No vamos a cambiar nuestra manera de jugar porque los rivales puedan parecer más fuertes. Debemos ser fieles a nuestra identidad», avisaba antes del Mundial su portero, Ronwen Williams. Así ha sido.