Pongamos que Glasgow es una fiesta, que a España todo le sale bien. Este viernes (22.30 horas, Teledeporte), María Vicente celebra su primera medalla 'grande' en el pentatlón; el domingo por la mañana (11.15 horas), Ana Peleteiro es Ana Peleteiro de nuevo en el triple salto; y el domingo por la tarde, Mariano García en los 800 metros (22.10) y Mario García Romo en los 1.500 metros (22.30) desbordan las expectativas. Cuatro medallas: sería el mejor Mundial indoor de los últimos 20 años para la selección. La celebración traería esperanza antes de los Juegos Olímpicos de París 2024, pero igualmente sería imposible evitar las dudas. ¿Y si no es oro todo lo que brilla?, se preguntarán en otros países.
El sistema antidopaje español vive su peor momento desde la Operación Puerto y quienes más lo sufren son quienes visten la roja. Los actuales problemas de credibilidad de la Agencia Española Antidopaje (CELAD) manchan su reputación, plantean recelos sobre su limpieza a nivel internacional y ensucian el ambiente en el seno del equipo.
«Da muchísima rabia. Quien gane una medalla en Glasgow tendrá que soportar la sombra de sospecha por algo que le será completamente ajeno. Necesitamos que se solucione rápido», explica a EL MUNDO el marchador Álvaro Martín, vigente doble campeón del mundo, que no estará en Glasgow -no hay marcha indoor-, pero que desde la distancia sigue siendo el líder de la selección.
Los fallos de la Agencia
Hace dos semanas, un comunicado escrito por él en el que exigía «medidas necesarias y urgentes» fue firmado por otros 77 atletas y la semana pasada se reunió con José Manuel Rodríguez Uribes, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), y Silvia Calzón, nueva directora del CELAD, para reclamarles «avances». La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) ya ha exigido a España que actúe y, de hecho, una delegación del organismo visitó Madrid esta semana para presionar. En juego, incluso, una sanción que deje al país fuera de competiciones como los mismísimos Juegos Olímpicos. Pero... ¿Cuál es el problema?
Son varios, pero se pueden resumir: en los últimos años la Agencia Antidopaje Española (CELAD) ha funcionado rematadamente mal. Según desveló Relevo, hubo controles antidopaje realizados fuera de normativa -y por lo tanto inválidos-, hubo pasaportes biológicos irregulares que nunca llegaron a ser sancionados y hubo autorizaciones de uso terapéutico entregadas a deportistas a posteriori para cubrir supuestos positivos. En una entrevista con Marca, el anterior presidente del CELAD, José Luis Terreros, destituido este enero, llegó a admitir que había «cinco o seis expedientes» guardados en un cajón y, de ahí, de todo, el descrédito fuera de las fronteras españolas.
¿Los Juegos en peligro?
«Hay que diluir esta nube de sospechas que tenemos encima y hay que hacerlo ya. Si hay casos archivados por el motivo que sea, la CELAD debe reabrirlos, sancionar y ya está. Sin excusas. Todos los deportistas españoles deberíamos estar encima de esta cuestión, no sólo los atletas. Imagínate que la AMA nos deja sin Juegos Olímpicos, ya me dirás si no es preocupante», analiza Martín que sabe de los precedentes. Su caso era más grave, pero Rusia ya tuvo que ver cómo sus deportistas competían en los Tokio 2020 como neutrales por los problemas de su antidopaje. «Con Rusia nos rasgamos las vestiduras y, ahora, que nos toca en casa, tenemos que ser igualmente implacables. Hay que actuar con firmeza contra las trampas», proclama el marchador.
Luego está el caso Katir. Su sanción por no estar localizable en tres ocasiones no tiene nada que ver con la crisis de la CELAD, pero la coincidencia de ambas noticias han hecho que medios de Gran Bretaña o Francia señalen a España. «No ayuda, está claro que su caso [de Katir] no ayuda», finaliza Martín antes de un Mundial indoor de Glasgow en el que España pueden brillar pese a tener que convivir con las sospechas.