Jugó en varios equipos como el Eibar Rugby Taldea, el Getxo, el Ordizia, el Stade Hendayais, el Bera Bera, los Basque Korsarioak y la selección vasca
Urtzi Abanzabalegi.@ORDIZIARUGBY
El ex jugador de rugby Urtzi Abanzabalegi, de 46 años, ha fallecido en la localidad vizcaína de Abadiño tras recibir una descarta eléctrica mientras trabajaba, ha informado el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco.
El accidente se ha producido en la empresa Piergburg, S.A., donde Abanzabalegi, empleado de Electricidad Anboto, trabajaba como subcontratado, según el sindicato LAB.
Urtzi jugó en varios equipos como el Eibar Rugby Taldea, el Getxo, el Ordizia, el Stade Hendayais, el Bera Bera, los Basque Korsarioak y la selección de Euskadi.
“Esta mañana nos ha dejado Urtzi Abanzabalegi, ex jugador del Ordizia. Fuiste el líder de nuestros delanteros durante muchos años y en las mayores victorias del club. Donde quiera que estés, un abrazo amigo”, se ha despedido el AMPO Ordizia.
El accidente se ha producido cerca de las diez de la mañana, y los compañeros de trabajo de la víctima han avisado del suceso a los servicios de emergencias.
Un equipo sanitario se ha desplazado hasta el lugar del accidente y ha intentado reanimar al ex jugador, pero no ha podido evitar el fallecimiento.
LAB ha denunciado en un comunicado que “el incumplimiento de las medidas de prevención es generalizado en las empresas” y ha pedido a Osalan y a la Inspección de Trabajo que “obliguen de una vez por todas a la patronal a cumplir la normativa”.
En Valladolid, un 14 de octubre, hace calor. Luego que si el cambio climático. Consignado esto, semejante día primaveral sirvió de escenario para el trámite que España debía cumplimentar ante Bulgaria, un equipo extremadamente limitado que no sabe lo que es siquiera sumar un punto en cuatro partidos y que echó al entrenador después de las dos citas de septiembre. España se deja la firma de la clasificación para noviembre, cuando deberá ir a Georgia y recibir a Turquía. Tiene tres puntos de ventaja sobre los turcos, únicos que podrían discutirle la primera plaza. Parece hecho, las cosas como son, porque con una victoria vale salvo hecatombe con el goal-average muy larga de explicar. Mikel Merino fue quien marcó y Pedri quien jugó. Y qué manera de jugar. Qué jugador. Qué maravilla. [4-0. Narración y estadísticas].
Ha llegado un punto en el que Luis de la Fuente se siente lo suficientemente seguro de sí mismo como para desafiar incluso a la lógica. Porque la lógica decía que, después del jaleo con Lamine, después de que en esta misma semana se hayan tenido que ir Dani Olmo y Ferran lesionados (o casi), lo sensato era dejar a Pedri en el banquillo. No parecía Bulgaria, que por la mañana hacía estiramientos en un parque público de Valladolid ante la atenta, y atónita, mirada de un puñado de jubilados, no parecía Bulgaria, pues, un rival que requiriera de Pedri. Ni de Pedri ni de nadie concreto. Así que la cordura, o la sabiduría, o la prudencia, o lo que sea, invitaba a pensar que el centrocampista del Barça no jugaría.
Pues jugó. Y claro, si juega Pedri, la cosa cambia. Es probablemente el único futbolista capaz de dominar un partido desde sus escasos 174 centímetros y, más o menos, 65-67 kilos. Juega como si tuviera ojos en toda la circunferencia de su cabeza, juega con un dominio del espacio suyo y del espacio suyo respecto de los demás que abruma. Su primera parte ayer en Valladolid dejó boquiabierto al personal, emitiendo el estadio unos oohhhhh mezcla de asombro y admiración realmente llamativos. Hubo acciones muy obvias (un pase a Samu, una vaselina al larguero, el inicio de la acción del primer gol, etc...) pero cada control, cada primer toque, cada balón filtrado era una poesía. En cuanto De la Fuente se vio con una ventaja segura, lo quitó. Y la ovación lo explicaba todo.
Pedri dispara a puerta durante el partido.AFP
Viéndole jugar, probablemente incluso a los responsables del Barça, al mismísimo Flick, se le pasase el eventual cabreo. Porque, volviendo al principio, la sorpresa fue ver que en el once estaba Pedri. Pero también que estaba Zubimendi, y Merino, e incluso Oyarzabal. En el riesgo de ponerles, especialmente al jugador canario, quizá influyó el recuerdo de lo ocurrido en Glasgow en marzo de 2023, cuando Luis de la Fuente cambió a todo el equipo y se llevó un meneo del que salió vivo de milagro tres meses después ganando la Liga de Naciones. A mí ya no me pillan en otra debió pensar el seleccionador nacional, que algo sí movió. Poco, pero algo. Dio carrete a Laporte (con el 10 a la espalda), Grimaldo, Alex Baena y Samu.
El delantero centro del Oporto fue el que más miradas atrajo. Ese puesto, todo el mundo lo sabe, está un poco en el aire si un día falta Oyarzabal, que es el titular. No está aquí Morata, queda la duda de si volverá, y nadie asoma más que Samu. El muchacho se pegó ayer durante toda la noche con los centrales búlgaros, pero las tres claras que tuvo las falló, y eso penaliza. Primero un mano a mano a pase de, cómo no, Pedri, después en una media vuelta que le sacó el portero y por último en un disparo donde el guardameta estaba descolocado. De la Fuente le quitó al descanso, y eso es un mensaje claro. Tampoco es que su sustituto, Borja Iglesias, tuviera mejor noche. Falló dos claras nada más entrar y en el resto de la segunda parte no hubo muchas noticias de él.
En lo que la mirada se iba posando aquí y allá, en Pedri y en Samu, o en Borja, fue pasando el partido. Tardó en llegar el gol, eso sí. No fue hasta bien pasada la media hora cuando un balón de Pedri, qué raro, encontró primero la cabeza de Le Normand y luego la definitiva de Mikel Merino, un tipo que sí tiene gol. No es delantero, pero podría serlo. Suyo fue el primero y suyo fue el segundo tras un balón de Baena, otro jugador que sí aprovechó la noche. Acostado sobre la izquierda, desbordó, centró y jugó con todo el sentido que tiene, que es mucho.
Mikel Merino celebra su primer gol.AFP
Rotos ya por el esfuerzo los búlgaros, la selección aumentó el marcador para dejarlo en un 3-0 de lo más resultón. Pudieron ser más, pero no anda esta selección sobrada de gol. Por el césped, en cambio, fue desfilando gente que levantará la mano cuando haya que hacer la lista definitiva de 26 jugadores que irán al Mundial. Yeremy Pino se va de esta ventana con una sonrisa, igual que Aleix García o incluso Pedro Porro. Sonrisa a medias, porque claro, estos días faltaba medio equipo titular, y esos sí estarán cuando llegue la hora.
En fin, poco más. Que en Valladolid, un 14 de octubre, hace calor. Luego que si el cambio climático.
El portero Manuel Neuer ha anunciado su retirada de la selección de fútbol de Alemania tras quince años en el combinado nacional. En un comunicado emitido en sus redes sociales, el guardameta del Bayern ha hecho pública su decisión, la cual calificó como "difícil", y ha realizado un balance de su etapa en la Mannschaft, de la que llegó a ser capitán.
Su adiós se suma a que anunció Toni Kross, que ha dejado el fútbol, y los más recientes de Thomas Müller y Ilkay Gündogan, lo que apunta a relevo generacional en la selección que dirige Julian Nagelsmann, que cayó en cuartos de final de la pasada Eurocopa, en la que era la anfitriona, ante España. Ése fue el último partido como internacional de Neuer.
"Hace mas de quince años de mi debut en los Emiratos Árabes. Aquel día me sentí nervioso. Estoy orgulloso por haber estado tantos años con mis compañeros y haber sido capitán siete años hasta mi lesión. Me alegro que mi despedida haya sido en el Europeo de mi país", afirmó el cancerbero.
Neuer valoró el Mundial conquistado en Brasil en 2014 como "el punto culminante" de su trayectoria en la 'Nationalelf' y agradeció a "todos los profesionales de la Federación, a los entrenadores de porteros, a los compañeros de equipo y a los aficionados" los años compartidos.
Internacional con Alemania en 124 partidos, el quinto que más en la historia de la selección, ha disputado cuatro Mundiales y cuatro Eurocopas. El guardameta debutó en la portería teutona el 2 de junio de 2009, en un amistoso en Emiratos Árabes, cuando aún defendía los colores del Schalke 04. Inmediatamente se haría con la confianza del técnico, Joachim Löw, quien lo colocó de titular para el Mundial de Sudáfrica del año siguiente, siendo indiscutible a partir de entonces.
Su "punto culminante", como él lo llama, llegó con la conquista del Mundial de Brasil 2014, en el que fue de los jugadores más decisivos de Alemania -quedó tercero en el Balón de Oro de aquel año.
En 2016, tras la Eurocopa de Francia, heredó la capitanía de Alemania tras la renuncia de Bastian Schweinsteiger, la cual ostentaría hasta 2023, cuando Nagelsmann, aludiendo a la lesión que le apartó de la misma por unos meses, le despojó del brazalete en favor de Ilkay Gündogan.
La semifinal de la Eurocopa entre España y Francia está dando mucho de qué hablar. Más allá de la clasificación de La Roja a la final del torneo, varias acciones están teniendo una gran repercusión en redes sociales.
Por un lado, la repetición del gol de Lamine Yamal (que no nos cansamos de ver). Por otro, el susto de Morata tras la caída de un miembro de seguridad sobre su rodilla.
Y ahora, un tercero: el gesto de Nacho al aplastar la cabeza del francés Randal Kolo Muani tras cometerle una falta.
Todo ocurrió en el minuto 7, cuando el marcador aún iba 0-0. En un balón dividido, el defensa del Real Madrid empujó la cabeza del delantero francés hacia el suelo con bastante fuerza al tropezarse.
Una acción que no vio Slavko Vincic, árbitro del encuentro, y parece que tampoco afectó mucho a un Kolo Muani. El jugador francés marcaría el primer tanto del duelo sólo unos minutos después tras deshacerse de la marca de Laporte y rematar u ceentro de Mbappé que Unai Simón no pudo atajar.