Modric no tiene fin y lleva a Croacia a otra final histórica

Modric no tiene fin y lleva a Croacia a otra final histórica

UEFA Nations League


Países Bajos – Croacia (2-4)

Actualizado

A sus casi 38 años, el madridista dio una exhibición en Róterdam para la remontada croata ante Países Bajos: penalti provocado, asistencia y gol en la prórroga de un partido loco. El domingo, contra España o Italia.

Modric celebra el 2-4JOHN THYSAFP

Esta generación de Croacia niega constantemente su propia muerte. Ni el fútbol ni el tiempo han podido hasta ahora con los hijos de la Guerra de los Balcanes. Da igual el momento, el lugar y la competición, Croacia sobrevive. Lo hizo hasta la orilla de la final del Mundial de 2018, hasta las semifinales de Qatar… Y lo repitió una vez más en Róterdam, en territorio de Países Bajos, anfitrión y rival en las semifinales de la Final Four de la Liga de Naciones. Pareció herida de gravedad después del gol de Malen y de una primera parte de evidente superioridad neerlandesa, pero resucitó a los hombros de Luka Modric, en esa eterna y repetitiva lucha del centrocampista del Real Madrid contra la longevidad. A sus casi 38 años, provocó el penalti del empate, sostuvo a su país camino del 1-2 de Pasalic y se elevó en la prórroga para asistir y marcar en el 2-3 y el 2-4. Otra actuación para la leyenda de su país, que buscará el domingo ante España o Italia el primer título de su historia.

Con Brozovic, Kovacic y Modric (en su 65º partido de la temporada) sobre el césped, la posesión se presuponía más croata que neerlandesa, pero los de Koeman, lanzados por varios jugadores que han terminado la temporada en una forma excelente, se hicieron con el partido desde el inicio. El técnico confió en la columna vertebral del Feyenoord, campeón de la Eredivisie, con Bijlow en la portería, Geertruida en la defensa y Wieffer en el centro del campo, añadió una guinda ‘red’ con Van Dijk y Gakpo, dio alas en la izquierda a Aké, actual campeón de la Champions con el Manchester City, puso a Frenkie de Jong a liderar el timón y su plantilla fluyó.

La electricidad de Malen y Simons, de los mejores del curso en sus ligas, y el talento físico y técnico de Gakpo fue todo lo que Croacia echó de menos. La selección balcánica tiene un centro del campo de clase mundial, pero su defensa y su delantera adolecieron de frescura en la primera parte. Lo aprovechó Países Bajos, más sólida, más completa, más equipo en ese instante.

Asedió el terreno de juego croata, que sólo vivió cuando Modric tocó el balón y pudieron correr Perisic y Kramaric, y encontró premio a la media hora. Después de una excelente combinación entre Gakpo, Aké y Simons, el balón le llegó a Wieffer, que con espacio dentro del área asistió a Malen. El delantero del Dortmund controló con calma y disparó cruzado ante Livakovic, que no pudo hacer nada.

Modric se hace con el partido

Tras el descanso, Modric obligó a los de Koeman a dar un paso atrás. Más cansados, los neerlandeses perdieron la posesión y con ello el partido. Luka provocó un penalti ‘tonto’ de Gakpo tras una pérdida del jugador del Liverpool en área propia y Kramaric empató desde los once metros. Las tablas terminaron de hundir a Países Bajos y levantaron el ánimo de una Croacia que nunca abandona el ring.

En el minuto 72, Ivanusec se pensó un centro y lo puso en los pies de Pasalic para que el centrocampista del Atalanta rematara con la zurda, de primeras y libre de marca, sobre la portería local. Demasiada pasividad neerlandesa, demasiada hambre croata.

Los balcánicos, superiores en intensidad durante el tramo final, ya olían la final cuando Países Bajos expulsó su último aliento. Parecía que el torneo les decía adiós, pero sobre la bocina, con todo el país volcado hacia la portería de Livakovic, Noa Lang encontró un balón suelto dentro del área tras un córner y forzó la prórroga. Delirio en Róterdam.

La media hora extra resumió el partido: Croacia a los hombros de Modric. El centrocampista inició la jugada del golazo de Petkovic, héroe en el Mundial en aquella prórroga contra Brasil y héroe de nuevo ante Países Bajos. Tras un pase de Modric, el delantero del Dinamo de Zagreb se inventó un cohete desde fuera del área para sorprender a Bijlow y poner el 2-3.

El partido entró en la locura, con los locales volcados, fallando ocasiones claras ante Livakovic y los croatas esperando la contra para sentenciar. La tuvieron en un lado Lang y Bergwjin, que erraron el empate, y la quiso de nuevo Petkovic, que recortó a Malacia dentro del área y cayó derribado. Todavía con oxígeno, Modric cogió el balón y anotó el 2-4 que coronó su noche y la de su país. El domingo, esta generación eterna buscará la gloria.

kpd