Luka Modric seguramente sea el jugador favorito de su jugador favorito. A sus 38 años, camino de los 39 que cumplirá el próximo mes de septiembre, el centrocampista croata se ha ganado el cariño de compañeros, entrenadores y aficionados a base de fútbol. Única y exclusivamente fútbol. Cinco Champions League con el Real Madrid y una guerrilla constante a bordo de esa barca incansable que es la selección croata, subcampeona en el Mundial 2018 y tercera en 2022, con un Balón de Oro para Luka entre medias. Por eso, por lo que significa para los jóvenes y por sus logros en el césped, un tipo tolerante y sabio como Carlo Ancelotti le tiene más respeto a él que a los demás. Así de sencillo. Así de contundente. Así de “lógico“, dicen en Valdebebas.
El italiano admitió el sábado en Las Palmas una situación que ha llamado la atención a muchos lejos del entorno blanco: “Luka no ha calentado porque si no estoy seguro de que va a jugar, no lo pongo a calentar. Si tengo dudas, prefiero que no caliente. Debo respetarle“.
Un trato preferente y “lógico”, confiesan desde la ciudad deportiva del Madrid. A nadie le choca el “gran respeto” que se le tiene a Modric en el conjunto blanco. Ni siquiera a jóvenes como Arda Güler, que se han visto en la banda, ejercitándose sin saltar al campo, durante varios partidos. “Se trata de darle naturalidad”, insisten fuentes cercanas al vestuario blanco.
Sexto centrocampista
La realidad, eso sí, es que con la vuelta de Tchouaméni y Camavinga, Modric ha dado un paso atrás en la rotación de Ancelotti. El croata empezó la temporada siendo suplente en los tres primeros encuentros y se quedó en dos sin jugar tras la derrota en el Metropolitano, pero encontró cierta estabilidad en el once con las lesiones de sus compañeros franceses. Hasta el punto que entre el 7 de octubre y el 3 de enero fue titular en 13 de 19 partidos, ausentándose en dos de ellos por lesión.
Pero de nuevo, tras ser titular en el Metropolitano, ha salido del once ante Almería y Las Palmas y ni siquiera ha calentado, iniciándose de nuevo los rumores sobre su futuro. Termina contrato en junio, como es habitual para los mayores de 30 años, pero ni el futbolista ni el club están de momento preocupados por la situación y no habrá problemas en encontrar una solución.
Modric se ve todavía en el Madrid y Ancelotti aún le ve con virtudes más que de sobra para aportar y prefiere dejar la decisión sobre su futuro en manos del croata, al que adora, y quizás por eso, por lo que le puede necesitar de él en determinados momentos y por lo que le ha dado estos años, tiene con él una actitud diferente que con los jóvenes.
“Dije lo que pienso. Un joven como Güler si calienta y no juega no pasa nada, pero Modric, con 38 años, cinco Champions y siendo una leyenda… No puedo hacerlo. Él lo sabe”, comentó este miércoles Carletto en la sala de prensa de Valdebebas.
Los cero minutos ante Almería y Las Palmas han elevado los rumores, pero en el cuerpo técnico del Madrid se prefiere acudir a los días importantes. Ahí, de momento, Modric es uno más. En Champions ha sido titular en tres de los seis encuentros de la fase de grupos, salió de cara en el derbi de septiembre, fue suplente en el clásico de octubre y en la Supercopa alternó la titularidad en semifinales con el banquillo, jugando diez minutos, en la final.
En un centro del campo con Tchouaméni, Kroos, Valverde, Bellingham, Camavinga, Ceballos y Modric, Ancelotti tiene que hacer puzles todas las semanas para mantener la competitividad y la motivación de sus futbolistas en un esquema que permite sólo cuatro centrocampistas en el once.
Valverde y Bellingham, y casi Kroos, son indiscutibles. El uruguayo es el centrocampista con más minutos (2.446) y el segundo jugador de campo más utilizado tras Rüdiger. El británico acumula 2.328 y alemán, brillando en una de sus mejores temporadas, 1.882. Tchouaméni y Camavinga, que han pasado por la enfermería, suman 1.472 y 1.361, mientras que Modric se tiene que conformar con 1.250. Una cifra que no chirría en el club, que como Ancelotti, dejará la decisión de su renovación en manos del croata.
Hace unos meses, Modric ya dijo “no” a una tentadora oferta de Arabia Saudí. Todavía le picaba el gusanillo de la competitividad europea y las ganas de igualar a Marcelo y Benzema como jugador con más títulos de la historia blanca. Este verano, la margarita volverá a estar en sus manos.