El francés destapa la caja de los truenos al informar al PSG de que no renovará su contrato y enfada al jeque, que se plantea traspasarle. “Nunca he negociado una renovación”, asegura el jugador. El Madrid pone en ‘stand by’ a Kane y aguarda movimientos.
Hace 13 meses, a finales de mayo de 2022, Kylian Mbappé cerró la puerta del Real Madrid, al que había dado su “sí”, y abrió de par en par su futuro al Paris Saint-Germain, recibiendo una suculenta prima por renovar y asegurándose el mejor salario del mundo: 50 millones netos, 100 de bonus por ampliar su contrato tres temporadas… Una renovación que le costó al PSG más de 400 millones brutos. Le dieron las llaves del club.
Un año después, tras otro fracaso en la Liga de Campeones y confirmadas ya las salidas de Leo Messi y Sergio Ramos, el PSG trabajaba desde hace meses en otra ampliación del contrato de Mbappé, que finalizaba en junio de 2024 aunque el jugador, si quería, podía ampliarlo a junio de 2025. Nasser Al-Khelaifi confiaba en que todo el dinero que había puesto alrededor del futbolista le sellaría su continuidad, pero este lunes por la noche ha recibido una carta que le ha enfurecido. Según adelantó L’Equipe y puede confirmar EL MUNDO, sólo unos meses después de aquella foto de Mbappé y Al-Khelaifi el día de su renovación, el francés ha informado al PSG de que no ampliará su contrato más allá de 2024. “No he hablado en ningún momento con el PSG sobre una renovación”, asegura el jugador a AFP, donde su entorno añade que Mbappé “no ha pedido su marcha este verano, sino que acaba de confirmar al conjunto galo la no activación de su año adicional“.
La noticia ha caído como plomo en la sede del conjunto galo, más por las formas que por el hecho en sí. “Estamos un poco en shock“, admiten a EL MUNDO desde dentro del PSG. Esperaban negociar la ampliación durante este verano, con calma, mientras reconstruían el club tras el adiós de Messi y Ramos, trabajando también en la salida de Neymar y coordinando con Mbappé el fichaje del nuevo entrenador, pero se han encontrado con el “no” rotundo y mediático del delantero. Un paso adelante que tiene que ver directamente con el Real Madrid.
Desde la salida de Benzema, en la Castellana veían a Mbappé como la ilusión del verano de 2024. Superado ya el resquemor por su rechazo y entabladas también varias conversaciones amistosas con su entorno, el galo volvió a aparecer como la pieza final a un puzle de ensueño junto a Vinicius y Rodrygo, a los que el club ha entregado el ‘7’ y el ’11’. En Chamartín, eso sí, exigían algunos movimientos públicos por parte del jugador. No iban a entrar en el tira afloja del verano de 2021, cuando el Madrid realizó varias ofertas por el atacante y se encontró con el “no” constante de Al-Khelaifi. La estrategia ahora es otra: esperar, esperar y esperar, con la pelota en el tejado del PSG.
Pasado el Mundial de Qatar y en plena reconstrucción del equipo, en los planes del cuadro de París ya no entra dejar escapar gratis a Mbappé. Los 200 millones gastados sólo en él en una temporada pesan, el Fair Play Financiero aprieta y la necesidad de replantearse su estrategia también. Por eso desde el entorno del club galo se esboza un mensaje: “O renovación o traspaso“.
Lo que sí cambia esta declaración de Mbappé es la situación de la negociación con Harry Kane. El Madrid había preguntado al Tottenham por el inglés, que termina contrato en 2024 y viene de marcar 30 goles en la última Premier, pero su fichaje queda en ‘stand by’ hasta que se resuelva el futuro del francés. No hay sitio para los dos, ni en el campo ni en una plantilla que el curso que viene comenzará a asumir las mejoras salariales de jóvenes como Vinicius y Rodrygo, intransferibles.
El Madrid aguardará ahora los movimientos del PSG. En el Bernabéu son conscientes de que Al-Khelaifi preferiría vender a Mbappé a cualquier club antes que a ellos, pero confían (otra vez) en los pasos del futbolista. Nueva temporada del culebrón.