La entidad hizo ostensible su alejamiento de Rubiales. Se produjo el primer encuentro entre Rocha y Francos, la destitución de Vilda y el nombramiento de Montse Tomé como nueva seleccionadora.
En la Federación española todavía no se ha ido del todo el temor a una intervención directa del Gobierno, vía Consejo Superior de Deportes, en su organigrama. Al presidente interino, Pedro Rocha, Víctor Francos, presidente del CSD, le ha hecho llegar estos días la necesidad de romper con todo lo que huela a Luis Rubiales, entre otras cosas para disimular el fracaso del Gobierno en su estrategia ante el TAD (Tribunal Administrativo del Deporte). Y este martes fue el día elegido por la Federación para hacer ostensible su alejamiento del presidente suspendido. Por convicción o por obligación, o por ambas cosas, la Federación inició el martes un camino de redención que espera sirva para calmar al Ejecutivo.
En la noche del lunes se conoció que al día siguiente, a las 17.30, se iba a producir el primer encuentro entre Rocha y Francos. Y a esa reunión quería llegar el primero con al menos parte de los deberes hechos. De modo que, en cuestión de pocas horas, la Federación hizo un comunicado con un título inequívoco (“La RFEF pide disculpas al mundo del fútbol y al conjunto de la sociedad”), anunció la destitución de Jorge Vilda, uno de los más claros ‘rubialistas’, y nombró a una mujer por primera vez en la historia como seleccionadora (Montse Tomé, la que había sido los últimos años mano derecha de Vilda, qué cosas). Todo eso ocurrió entre las 14.00 y las 18.00 horas.
Es decir, ocurrió antes y durante la reunión entre Federación y CSD. Una reunión, por cierto, que comenzó con antelación y finalizó poco más de una hora después, sin declaraciones ni comunicados de las partes. Sí se supo que, además de las medidas ya promovidas, Rocha le prometió a Francos otras acciones, y le dio nombres y apellidos de las personas que van a salir de la Federación en los próximos días. No hay que ser muy listo para pensar en el secretario general, Andreu Camps, y en Tomás González-Cueto, el asesor jurídico de la Federación, que aunque sin cargo como tal ejerce una función vital en el organismo que presidía Rubiales.
Señalado por los aplausos
Respecto a Vilda, la decisión estaba tomada desde que el pasado lunes 28 de agosto se reunieran en Las Rozas los presidentes de todas las Federaciones territoriales, pero no fue hasta el martes cuando el presidente, Pedro Rocha se vio con él para comunicárselo. “Una de las primeras medidas de renovación anunciadas por el presidente”, dijo la RFEF en un comunicado.
La destitución de Vilda llega después de los polémicos aplausos de apoyo a Rubiales durante su intervención en la Asamblea tras el beso no consentido a Jenni Hermoso en la final del Mundial. Su situación era insostenible. Señalado por esos aplausos, señalado también por la renovación verbal que le anunció un desaforado Rubiales en la Asamblea del pasado 25 de agosto, lo peor era el anuncio de más de 80 futbolistas profesionales, entre ellas todas las que fueron campeonas del mundo, de que no volverían a la selección mientras no cambiasen las cosas, que era tanto como decir que no volverían mientras estuviera él.
Vilda tenía contrato hasta 2024 y, como desveló el propio Rubiales, cobraba “entre 160.000 y 170.000 euros” por año. Y su despido podría acabar en un juzgado por la sorprendente oferta de renovación que el presidente suspendido le hizo en la Asamblea. “Te invito a que te quedes con nosotros los próximo cuatro años cobrando medio millón de euros al año. Porque te lo mereces”, explicó Rubiales ante la atónita mirada de los asambleístas.
¿Contrato verbal válido?
Lo que ha estado tratando de conocer la Federación es si hay algún documento que recoja esa oferta por si la renovación se activó antes o en las horas posteriores a la Asamblea. Según fuentes federativas consultadas por EL MUNDO, no hay constancia por escrito, lo que no significa que no pueda ser considerado por un juzgado laboral como “un contrato verbal válido”, aunque varios juristas consultados por la Federación creen que no.
Después del comunicado y del cese de Vilda, la Federación confirmó a Montse Tomé como nueva seleccionadora, por lo que se convierte en la primera mujer que ostenta el cargo. Según detallaba el comunicado de la RFEF, el nombramiento de Tomé, que desde 2018 ejerció como número dos de Vilda “responde a las medidas de regeneración anunciadas por el presidente”. La asturiana, de 41 años, debutará en el banquillo el próximo 22 de septiembre ante Suecia en la primera jornada de la Nations League.