Ronaldo Nazario, Cristiano Ronaldo y Kylian Mbappé son los grandes delanteros fichados por el Real Madrid en el Siglo XXI. Los que levantaron mayor ilusión y los que asumieron sobre sus hombros la presión de ser el nuevo faro del ataque de Chamartín. El brasileño aterrizó en la capital después de levantar el Mundial 2002, el portugués tras ganar el Balón de Oro de 2008 y el francés firmó como agente libre al terminar unas negociaciones que duraron, entre unas cosas y otras, siete años, en los que disputó dos finales de la Copa del Mundo y venció en una. Llegaron como dioses y como tales fueron juzgados durante su adaptación. Ahora, seis meses después de su fichaje y a la espera de lo que dicte la temporada, podemos decir que Mbappé está cumpliendo las expectativas.
El delantero francés ha sufrido por el camino, pero ya está aquí, asentado en el vestuario, en los roles de la plantilla, en el estilo de juego de Ancelotti, en el ritmo de la Liga española y en su buen nivel físico y mental. Ha alcanzado velocidad de crucero y vuela, habiendo anotado un gol cada 74 minutos desde aquella noche de Bilbao en la que tocó fondo, como reconoció él mismo.
En ese partido contra el Athletic, el francés falló un penalti, otro más sumado a su error en Anfield Road, el Madrid perdió y unos días más tarde Ancelotti anunció que «su adaptación ha terminado». Era el momento de dar un paso al frente.
Mbappé, a sus 25 años, se había estrenado con gol en su debut en la Supercopa de Europa, pero había tardado tres jornadas de Liga en marcar en la competición nacional. Había disputado 1.682 minutos y había marcado 10 goles, dos de ellos de penalti. Es decir, un gol cada 168 minutos. Poco bagaje para un futbolista llamado a dominar el ataque del Madrid.
Mismos disparos, más efectivo
Desde entonces, es otro jugador. Más dinámico más ágil, más involucrado en el juego y, especialmente, más efectivo hacia portería. Es el futbolista que más disparos realiza por partido (4,5) superando a Boniface (Leverkusen, 4,1)), Haaland (City, 4) y Salah (Liverpool (3,9), un dato que no ha variado a lo largo de la temporada. Antes de Bilbao lanzaba 4,6 tiros por jornada y ahora mantiene el promedio, pero es más efectivo.
Desde el encuentro de San Mamés, el 4 de diciembre, lleva 12 goles en 12 partidos, siete de ellos en sólo cinco partidos de Liga, dos en Champions y uno en la Intercontinental, en Copa y en la Supercopa de España. 12 goles en 895 minutos, uno cada 74 minutos.
En total y con su primer hat-trick, son 22 goles en 2.577 minutos, uno cada 117. 15 en Liga y tres en Champions. Una estadística que irá mejorando si mantiene el nivel del último mes y medio de competición. A su temporada le quedan unos 25 partidos, dependiendo del éxito del Madrid. 17 de Liga, tres (mínimo) de Champions, tres (mínimo) del Mundial de Clubes, otro de Copa del Rey… Si sigue a este nivel de efectividad las cuentas son otros 2.000 minutos… Y otros 15-20 goles, situándose casi en los 40 en su primera temporada.
Sus números, 22 goles a 27 de enero en su primera temporada, están al alcance de pocos delanteros en LaLiga. Sólo Lewandowski le iguala, con sus 22 tantos a estas alturas en el curso de su aterrizaje en el Barcelona. El polaco terminó la campaña con 33 goles en 3.954 minutos. Uno gol cada 119, cifras de Mbappé, aunque peores que la versión del galo en el último mes.
Cristiano llevaba 15 goles y terminó con 33
Cristiano Ronaldo, ídolo del galo y gran referente para valorar las actuaciones de Mbappé, sufrió una lesión de tobillo que le hizo perderse ocho partidos en el inicio de su primer curso, además de dos expulsiones, aunque llegó a finales de enero con 15 goles, uno cada 80 minutos. Terminó su primer año con 33 tantos, uno cada 88 minutos.
En el caso de Ronaldo Nazario, su adaptación fue algo más complicada. Tuvo una lesión muscular que le impidió debutar hasta la jornada 4 de Liga, con aquellos famosos dos goles al Alavés, y en sus primeros seis meses sólo anotó ocho goles, todos en Liga. Uno cada 165 minutos. Despertó en la segunda parte de la temporada y acabó su curso de estreno con 29 goles, anotando cada 112 minutos.
Luis Suárez y David Villa, otros de los grandes atacantes de nuestro siglo, marcaron un gol cada 141 y cada 177 minutos en su primer curso en el Barça, 25 y 23 goles cada uno. Mbappé superará a ambos con relativa facilidad, y queda esperar si podrá mejorar la extraordinaria primera temporada de Falcao, otro de los grandes de este siglo, en el Atlético. El colombiano, que en sus primeros seis meses llevaba 16 tantos, finalizó el curso con unos contundentes 36, anotando un gol cada 115 minutos.
Después de cinco meses de adaptación y uno de explosión, Mbappé camina hacia una temporada excepcional a la altura de las expectativas.