El técnico vasco llevaba nueve meses al frente del conjunto inglés y varias semanas de tensión con la propiedad por la ausencia de refuerzos
Julen Lopetegui ha dejado de ser entrenador de Wolverhampton a seis días del debut en la Premier ante el Manchester United en Old Trafford. El técnico vasco y el club han anunciado un acuerdo para romper su vinculación después de nueve meses en los que consiguió sacar al equipo del riesgo de descenso.
“Sin embargo, el entrenador y el club reconocieron y aceptaron sus diferencias de opinión sobre ciertos temas y acordaron que un final amistoso de su contrato era la mejor solución para todas las partes”, recoge los Wolves en un comunicado.
Según desvela, las conversaciones para la salida del técnico llevan “en curso en las últimas semanas con el mayor respeto y cordialidad” y han dado tiempo al club “para comenzar a trabajar en la búsqueda del sustituto” mientras Lopetegui mantenía la preparación del equipo para el inicio del campeonato.
En los últimos días el propio entrenador había dejado ver en sus declaraciones su descontento con el comportamiento del equipo en el mercado de fichajes. Sin refuerzos y con la venta de sus mejores jugadores, el panorama no se presentaba mejor que cuando cogió al equipo en peligro de descenso, “el mayor reto” de su carrera según confesó el propio entrenador.
Con la permanencia en el bolsillo, el club comunicó a Lopetegui que tenían problemas con el fair play y que habría ajustes severos. El dueño del Wolverhampton es la empresa Fosum Group del magnate chino Guo Guangchang, socio de Jorge Mendes y con fuertes intereses económicos en Portugal, con lo que el club se ha convertido en puerta de entrada de portugueses y jugadores de la cartera de Gestifute en la Premier.
En este mercado los esfuerzos se han centrado más en las ventas que en los fichajes. Los Wolves han hecho caja con la venta de Ruben Neves al Al Hilal saudí por 55 millones y la salida de jufgadores como Collins, Coady, Raúl Jiménez o Giles, por un total de 47 millones más. Además, han acabado contrato con Moutinho, Diego Costa y Adama Traoré. Esto contrasta con que solo se hayan ejecutado las opciones de compra comprometidas como la de Matheus Cunha y se haya echado mano de jugadores libres.
Esta situación hacía presagiar a Lopetegui una temporada de sufrimiento que no ha estado dispuesto a soportar. “”No soy asesor financiero, soy un entrenador y lo que constato es que tenemos 8 jugadores menos que la temporada pasada. Y son además parte fundamental del grupo que consiguió el objetivo de la permanencia. En mayo insistí a los propietarios del club la necesidad de nuevos fichajes para poder competir esta temporada. La mala noticia es que el club no parece estar en condiciones de invertir en mejorar la plantilla”, aseguró en una reciente entrevista al periodista Guillem Balagué.