Robert Lewandowski, con dos goles, el segundo de ellos tras repetir un penalti en primera instancia parado por Guaita, le dio tres puntos vitales al Barça en su visita a Balaídos. El polaco, cuando moría la primera parte, se encargó de poner por delante a un equipo al que el Celta cedió la iniciativa durante gran parte de la tarde. Algo que no cambiaría en exceso ni siquiera tras el empate, ya en la segunda mitad, con un disparo de Iago Aspas desviado por Koundé. Cuando el reparto de puntos parecía ya asegurado, un penalti de Fran Beltrán sobre Lamine Yamal cambió del todo el guion, a pesar de que el meta local, adelantándose excesivamente, parara el primer lanzamiento del nueve azulgrana, quien no desaprovechó su segunda oportunidad. [Narración y estadísticas (1-2)]
Xavi planteó el partido en parte pensando en el Nápoles y en parte buscando también algo más de mordiente en ataque. Eso explicaría la titularidad de Vitor Roque como relevo Gündogan. Algo que no le privó de tener mayor posesión ante un rival bien arropado en defensa, en busca de algún zarpazo a la contra y encomendado al binomio formado por Aspas y Strand Larsen.
Con el balón en sus pies a lo largo de los primeros 45 minutos, el Barça tenía que tirar de paciencia para encontrar la mejor manera de romper el entramado defensivo local. Y, tocando y tocando una y otra vez, acabó por hallarla por medio de un Lewandowski que encadena ya tres partidos consecutivos marcando. El polaco, con un control orientado perfecto para internarse en el área desde la frontal cuando moría la primera parte, logró hacerse con el espacio suficiente como para lanzar un potente disparo ante el que nada pudo hacer Guaita.
Despistes defensivos
Con el 0-1, el Celta, para desesperación de Xavi, lejos de hundirse, respondió aprovechando otro de esos sonados despistes defensivos de los azulgrana. El disparo de Mingueza, duro pero demasiado centrado, no obstante, acabó en las manos de Ter Stegen en lo que sería prácticamente la última opción de un primer tiempo denso, en el que el Barça vio premiada su insistencia casi en el último momento.
Espoleados quizás por esa última jugada, y sin más remedio que dar un paso adelante, los locales saltaron tras el descanso a tumba abierta y encontraron pronto el premio del empate, con un disparo de Aspas desviado levemente por Koundé para impedir que Ter Stegen pudiera hacer algo para evitarlo.
Exceso de precipitación
Con el empate en el zurrón, el Celta firmó alguna que otra llegada clara al área azulgrana, pero sin que esas aproximaciones acabaran siendo culminadas con disparos a portería. Xavi, por su parte, buscó un revulsivo dando entrada a Gündogan y Raphinha por Christensen y Vitor Roque. Un exceso de precipitación, en muchas, en demasiadas ocasiones, se convertiría en su mayor lastre.
Con esas premisas, el segundo tiempo no tardó tampoco demasiado en transmitir la sensación de que el 1-1 iba a ser al final inamovible. Hasta que Fran Beltrán, en un intento de despeje ya en el añadido, impactó en el cuerpo de Lamine Yamal y el árbitro, Pulido Santana, señaló el punto de penalti. Lewandowski marró su primera opción, pero Guaita se adelantó demasiado y hubo repetición del lanzamiento. A la segunda, en cambio, el polaco no falló y otorgó tres puntos vitales a los suyos.