Fútbol americano
Cuatro semanas de NFL empieza a ser un plazo razonable como para sacar conclusiones. Por arriba, los 49ers son el mejor equipo de este (casi) primer cuarto de temporada, los Eagles no están aún ajustados y eso los hace aún más terroríficos, Buffalo es más peligroso ahora que el hype ha bajado, Miami va a necesitar hacer 40 puntos cada día para ganarlo todo… y puede hacerlo… Kansas City es Kansas City. Por abajo, Colts, Texans, Rams y Cardinals van a competir (y ganar) muchos más partidos de los esperados y Chicago… Bueno, Chicago es un desastre, pero al menos no tiene a Mac Jones.
Para las notas de esta semana, dejemos los equipos y pasemos a los individuos. Escucha El Touchdown aquí:
SOBRESALIENTE
Josh Allen. Las modas en la NFL duran menos que las parejas de Leo DiCaprio. Sólo eso explica que en el último año, aproximadamente, Josh Allen haya pasado de ser el quarterback fabuloso que iba a protagonizar una década de duelos legendarios con Mahomes a un jugador sobreanalizado, que siempre tiene algo dañado y no logra ganar en playoffs. Llegó Burrow, salió Allen. Ya veremos quién entra por Burrow el año que viene. Pero que las modas no nos tapen el bosque porque Allen sigue siendo un auténtico portento que, como tantos antes que él (de John Elway a Peyton Manning) acabará ganando el anillo y si no (Dan Marino), seguirá siendo buenísimo. Pregúntenle a Miami Dolphins, que por primera vez fueron incapaces de seguir el ritmo a otro ataque.
NOTABLE
Puka Nacua. Tres receptores están en progresión de batir el récord de Calvin Johnson de más yardas en una temporada (1.964) y, por qué no, atacar el mito de las 2.000. El primero y el tercero los hubiera adivinado cualquiera antes de empezar la liga: Justin Jefferson y Tyreek Hill, pero el segundo es un novato elegido en la quinta ronda (puesto 177) del último draft y que está batiendo todos los topes históricos de inicio de carrera. Nacua acumula 39 recepciones y 501 yardas y, aunque tener a McVay diseñando el ataque y a Stafford pasando es un privilegio, quitarle cualquier mérito es absurdo. Falta por descubrir cómo afectará a su rol el inminente regreso de Cooper Kupp, pero ha llegado para quedarse. Por cierto, ¿saben quién era el quarterback en aquella temporada de Calvin Johnson? En efecto, Stafford.
APROBADO
Mike Vrabel. El entrenador de los Titans lo está volviendo a hacer. En un equipo que parece debilitarse cada verano, el ex linebacker de los Patriots garantiza unos mínimos que serían máximos para un tercio de la liga. Tras arrancar la temporada contra cuatro equipos que partían con más esperanzas de playoffs que Tennessee (Sains, Chargers, Brown y Bengals), van 2-2 y siguen siendo un dolor de muelas. No son el contender de hace un lustro, pero la franquicia de Nashville sabe que volverá a serlo en cuanto le tunee levemente la plantilla a su técnico.
NECESITA MEJORAR
Patrick Mahomes. Sí, en serio, lo necesita. ¿Tengo alguna duda de que lo hará? La más mínima. Él llegará a enero seguro. Travis Kelce y Taylor Swift, ya veremos.
SUSPENSO
Daniel Jones. Durante la derrota de los Giants ante Seattle, Brian Daboll, entrenador de los neoyorquinos, no puedo esconder su frustración al ver cómo su quarterback, rozando el touchdown y la opción de meter a su equipo en el partido, realizó un lanzamiento absolutamente inverosímil directo al pecho del novato de los Seahawks Devon Witherspoon, que le agradeció el detalle recorriendo el campo entero para anotar y sentenciar. En lo que va de temporada, Jones ha lanzado más intercepciones (6) que touchdowns (5) y los Giants van 1-3 viendo como el objetivo de repetir playoff se desvanece rápidamente. Pero eso no es lo peor: este verano, y tras un único año bueno (sin pasarse), le renovaron por 4 años y 160 millones. No es un contrato que vaya a envejecer bien.
