GP de Hungría
“No fue totalmente mi responsabilidad, porque Max lo puso demasiado cerca del borde”, asegura el británico tras romper el trofeo del ganador.
El segundo podio de 2023, sólo dos semanas después de Silverstone, llenó de gozo a Lando Norris, que en Hungaroring volvió a extraer todo el potencial del MCL60. La euforia del piloto británico se trasladó al podio, donde descorchó el champán de una manera tan efusiva que terminó rompiendo el trofeo de Max Verstappen, fabricado a mano y valorado en 40.000 euros.
“No fue totalmente mi responsabilidad, porque Max lo puso demasiado cerca del borde”, aseguró el ex compañero de Carlos Sainz poco después del desafortunado incidente. Una escena que sorprendió a los mecánicos y periodistas presentes en las inmediaciones del podio, estupefactos tras el formidable botellazo con el que Norris hizo estremecer el escalón de Verstappen.
“Cada vez que subí al podio he repetido ese gesto”, añadió Norris, que hace dos semanas llevó al delirio a más de 160.000 compatriotas con su segunda plaza en Silverstone. Aunque este domingo, Sergio Pérez arrebató el podio a Oscar Piastri, la escudería de Woking se perfila ahora por delante de Mercedes, Ferrari o Aston Martin.
Seis meses de trabajo
Norris, octavo en el Mundial tras sumar 48 puntos en las tres últimas carreras, hizo trizas una pieza de porcelana elaborada por Herend Porcelain Manufactory. Según los datos de esta empresa, los trabajos a mano para su elaboración se demoran durante seis meses.
Attila Simon, director ejecutivo de Herend, aseguró hace unos días a la prensa húngara que en caso de desperfectos, su empresa estaba “preparada para reaccionar”, por lo que no había “nada que temer”.
El curioso incidente de Norris trajo a la memoria lo sucedido hace justo una década en la Indycar, cuando Sebastian Bourdais también rompió su trofeo en Toronto. Entonces no hubo que achacar ninguna responsabilidad al piloto francés, dado que la pieza de cristal no había sido debidamente soldada a la base.
Pese al estrafalario colofón, Norris culminó un excelente fin de semana en el trazado magiar. Tras su tercer puesto en la clasificación del sábado y ser superado en la salida por Piastri, pronto encontró el mejor ritmo del monoplaza papaya. “Se decía que McLaren no hacía un trabajo lo suficientemente bueno y recibimos demasiadas críticas. Ahora me siento feliz por demostrar que algunos se equivocaban”, finalizó.