De origen humilde, su padre es vendedor ambulante de hortalizas, Antonio Blanco (Montalbán, 2000), Nono para su familia cordobesa, dejó el Real Madrid por la Segunda previo paso por el Cádiz. No hubo miedo en su decisión, sino amor por el fútbol y por jugar.
- ¿Parece que lleva jugando una vida y solo tiene 24 años ?
- Para lo poco que llevo de carrera, es verdad que he vivido bastante y muy bueno casi todo.
- ¿Si echara la vista atrás, a Montalbán, lo habría imaginado?
- Nunca. Te lo imaginas, lo sueñas, pero hasta que se cumple no eres consciente. Estás en tu pueblo jugando con tus amigos en la calle y tu ilusión es jugar al fútbol en Primera y vas dando pasos, debutas con el primer equipo… y ahí ves que el sueño se va cumpliendo.
- ¿Cuándo ve que puede ser real?
- Cuando llegas al Real Madrid ya eres más consciente de que puedes cumplir el sueño. Es verdad que yo fui muy joven, con 13 años, y tienes mucho camino, pero pasan los años, y eres importante en todas las categorías.
- ¿Dudó alguna vez?
- Hay un verano que vengo del pueblo, en juveniles, y la pretemporada ya se me hizo dura, luego la temporada tampoco fue bien y recuerdo llamar a mi padre llorando y decirle: “Dejo esto, quiero estar en el pueblo con mis amigos que es donde soy feliz”. Me respondió que no iba a ser fácil, pero que si estaba aquí era porque tenía cualidades y tenía que trabajar duro para lograrlo y si no que me volvía y listo. A los dos días se me pasó, pero gracias a su consejo estoy donde estoy.
- Cualquiera le dice que no a su padre, con la vida que lleva él.
- Con lo que cuesta todo para llegar donde estás… No puedes echarlo a perder por un pensamiento o un mal día, en el fútbol o en la vida. Como para decirle a él que se levanta todos los días a las 6am, que lo voy a dejar.
- ¿El 18 de abril de 2021 cumplió un sueño o culminó un trabajo?
- Fue un sueño y el mérito de todo el trabajo desde que empecé en el pueblo a jugar a lo que me enseñaron en la Fábrica. No lo esperaba. Un día muy especial el de mi debut, porque hacerlo con Zidane y con los jugadores que hay en el Real Madrid, es muy complicado, así que fue un día muy bonito.
- ¿Hay diferencias entre el vestuario del Alavés y del Madrid?
- Lo único que cambian son los nombres, salvando las distancias. Quiero decir que son grupos humanos muy buenos. Casemiro, por ejemplo, al día siguiente a debuta me daba consejos sobre que había jugado bien, pero que esto no acaba aquí y que tenía que seguir demostrando que podía jugar en el Madrid, que debía mantener la humildad. Que te lo diga un jugador como Casemiro, siempre me ha marcado. Me ha cuidado mucho y me he sentido muy protegido con él. Ahora en el Alavés, que también es un grupo humano muy bueno, está Kike con una gran trayectoria y es un tío espectacular. Son grupos humanos parecidos porque te aconsejan mucho.
- ¿Y se entrena igual?
- Con el Madrid veías que el balón volaba, que no te podías despistar un segundo y una vez te meten en esa dinámica te acostumbras a ese ritmo, a mirar antes de recibir la pelota, a girarte, a jugar rápido y el filial, en cambio, iba a otra velocidad. Gente como Kroos, Luca o Casemiro saben lo que es el fútbol y tienen una intensidad que aprendes muchísimo.
- ¿Piensa qué sería de usted si hubiera seguido en el Real Madrid? Ahora que están sin 5.
- Cuando firman a Tchouameni yo sabía que era el momento de salir porque estar ahí con los mejores jugadores es complicado y yo quería tener minutos y quién sabe si volver algún día. Ellos ahora tienen jugadores muy buenos, pero la verdad que la salida de Toni se nota porque era muy bueno y le daba mucho sentido al juego.
- Sale al Cádiz, no va bien, y apuesta por un Alavés en Segunda, ¿le dio miedo?
- No, cuando hablo con el director deportivo y con Luis [Gª Plaza], que también recibí su llamada, ni me lo pensé. Alguno me decía que era un paso atrás pero no pensaba eso. Sabía que para seguir creciendo, si tenía que jugar en Segunda, lo hacía. Me quedé el primer año de Ancelotti, pero no estaba teniendo la oportunidad que me gustaría.
- ¿Reprocha a Ancelotti su salida del Madrid?
- No, Ancelotti también me dio muchos consejos y aprendí de él, pero si tú ves que no tienes esa oportunidad, lo mejor es salir y seguir creciendo. Al final no te puedes quedar ahí estancado.
- ¿Cómo ve a Luis? ¿Es muy diferente a Zidane o Ancelotti?
- Cada uno tiene su estilo y siempre ha sido muy cercano al jugador. Nos trata muy bien y da oportunidades. Es su tercera temporada y creo que está siendo buena, estamos contentos. Ha conseguido hacer un gran equipo, sobre todo a nivel de vestuario, que es lo importante, porque esto lo sacamos juntos.
- Llega Simeone, ¿le gusta su estilo?
- Lleva ya muchos años en el Atleti y tiene un estilo diferente… (se calla para pensar)
- O sea, que no
- No, no (risas) este año también está teniendo el balón. Tiene jugadores para manejar diferentes tipos de partidos, tanto haciendo un bloque bajo como manteniendo el balón.Tiene un mediocampo muy bueno y con grandes jugadores arriba para crear peligro al rival. Va a ser un partido muy complicado.
- Tienen a Giuliano de espía
- Está demostrando cómo es como jugador, no da un balón por perdido, lucha todo. Creo que va mucho con la identidad de lo que es el Atlético.
- ¿Debe ser duro entrenar a tu hijo?
- No sé qué es más difícil si entrenar a tu hijo o que te entrene tu padre.
- ¿Se imaginas a las órdenes de su padre?
- No, no (risas) él a lo suyo y yo a lo mío.
- ¿Qué le debe a sus padres?
- Darles las gracias por ser la persona y el jugador que soy. El trabajo, la humildad, el no rendirte, pues son valores que de pequeño siempre me han inculcado. También mi padre es muy futbolero y en verano me iba con él y me enseñaba los controles, pases, tiros… si estoy donde estoy es gracias a ellos.
- Se planteado ser padre
- Lo hemos pensado muchas veces, pero somos jóvenes. Aunque llevemos ya muchos años, seguro que se acabará dando la oportunidad, pero todo tiene su momento y ahora estamos muy bien así. No hay que correr tampoco.
- Normalmente, los futbolistas lo hacen todo antes
- Nadie está preparado para ser padre hasta que se da. Yo miro a mis amigos y no me imagino a ninguno. Pero es verdad que la vida del futbolista nos lleva a ser más maduros. Y a algunos jugadores les lleva a ser padres y es bonito, pero también tiene que ser difícil.