La reacción de Vinicius tras sus peores meses: “Está más maduro”

La reacción de Vinicius tras sus peores meses: "Está más maduro"

«Está más maduro». Algo parece haber cambiado en Vinicius Júnior. Puede ser el tiempo: el que fluye por sus venas recién cumplidos los 25 años, el que ha pasado desde su llegada a España hace siete temporadas y el que ha corrido desde la entrega del Balón de Oro a Rodrigo Hernández, punto central de la rabia del brasileño tras la gala de octubre de 2024. O puede ser, y debe ser, la gestión de Xabi Alonso, aterrizado en Valdebebas con el objetivo, entre otros, de resucitar el ánimo de su delantero y de encajar su estrella junto a la de Kylian Mbappé.

«Me gusta verle sonreír y disfrutar», dijo el técnico tolosarra después del doblete de Vinicius contra el Villarreal. Después de sus dos suplencias y de varios cambios tempraneros, gestos mediante, en los primeros partidos del curso, el brasileño cuajó ante el cuadro de Marcelino su mejor encuentro en mucho tiempo. En concreto, logró su primer doblete desde el 22 de enero ante el Salzburgo en Champions y fue la chispa del ataque del Madrid.

Líder en regates (seis de 12 intentados), en ocasiones creadas (seis), en remates totales (cinco), a portería (tres) y en pases en el último tercio del campo (46). Mejorando los cuatro regates logrados ante el Levante. Todo pasó por él: el 1-0, conseguido tras un recorte a Mouriño y un disparo que desvió Comesaña; el 2-0, anotado tras provocar el penalti de Rafa Marín; y la expulsión por doble amarilla de Mouriño, castigado por un manotazo en carrera.

«He jugado muy bien y quiero seguir con esta confianza», aseguró Vinicius después del duelo. Recuperar esa confianza ha sido casi cuestión de Estado en Valdebebas durante los últimos meses. Todo en mitad de ese runrún constante sobre el brasileño: que si la oferta de Arabia Saudí, que si el Balón de Oro, que si su estado de forma, que si su relación con Mbappé, que si sus piques con los rivales… Y siempre con los insultos racistas sobre la mesa, circunstancia trascendental para el brasileño y que le ha afectado en su día a día durante las últimas, y movidas, temporadas.

“Aprendiendo a relativizar”

«Está aprendiendo a relativizar», explican fuentes cercanas al vestuario del Madrid. Ese aprendizaje, moldeado por la gestión paternal de Ancelotti, se ha transformado ahora con Alonso, en una relación cercana pero diferente a la que tenían el delantero y el técnico italiano. Vinicius creció y explotó con Carletto, que siempre le protegió y le mimó en público y en privado. «Nunca he visto un jugador tan perseguido», repetía el transalpino. «Todo el mundo debe cambiar la actitud hacia Vinicius», insistía Ancelotti, siempre tolerante, amigable y entendiendo las dificultades y la juventud del jugador.

En ese sentido, Xabi lo ha gestionado diferente. No le ha regalado tantos elogios, también porque el brasileño había estado lejos del nivel mostrado en la etapa de Ancelotti, especialmente entre 2022 y 2024, y le ha sentado en el banquillo cuando lo ha visto necesario, algo que con el italiano no se vio. Incluyéndole en las rotaciones y en las mismas frases que Brahim, Rodrygo o Mastantuono. Fue suplente ante el Oviedo en la segunda jornada de Liga y contra el Marsella en el debut en Liga de Campeones, y no completó el partido en ninguno de los seis primeros encuentros del curso.

Mbappé: “Siempre en tu barco”

Mientras, Mbappé hizo gigante su trono como nuevo líder del Madrid en lo mediático y en lo futbolístico, con buenas palabras y una conexión evidente con Alonso. Ese estrellato del francés, última Bota de Oro y pichichi ahora en Liga y Champions, también ha sido difícil de gestionar para Vinicius, que rozó el Balón de Oro vestido de blanco y aparecía junto a Bellingham como el más brillante de la galaxia. Eso ya no será así y el brasileño parece ahora más cerca de aceptar el reparto de roles en el Bernabéu. Su relación con Mbappé camina por un gran momento y el francés le dejó el penalti del 2-0 ante el Villarreal: «Siempre en tu barco», escribió el ’10’ sobre Vinicius en redes sociales.

Ese doblete confirmó el mejor inicio de la carrera de Vinicius tras ocho jornadas disputadas: cinco goles y cuatro asistencias, mejorando los cinco y dos del curso 2021-2022, año de su explosión definitiva.

La reacción del brasileño es más que evidente, tanto a la gestión de Alonso como a la actitud del propio Madrid en las negociaciones por su renovación. Durante los últimos meses, esa conversación está estancada a la espera de que el delantero y su entorno rebajen sus pretensiones y el conjunto blanco acelere hacia un punto medio que parece destinado a llegar. Vinicius termina contrato en junio de 2027, dentro de menos de dos años, y no haber llegado a un entendimiento en el primer momento le extrañó, pero su relación con la dirección general sigue siendo buena y su vuelta a niveles de estrella mundial debería oxigenar la renovación en los próximos meses. Así lo quiere el club y así lo quiere el futbolista, convencido de que su futuro pasa por continuar vestido de blanco en el Bernabéu.

kpd