GP de Singapur
“No quiero que suene demasiado dramático, pero es un fin de semana muy duro”, admite Verstappen, undécimo en la parrilla y resignado a no pelear por la victoria en Marina Bay.
El dato que evidencia la debacle de Red Bull en Marina Bay nos devuelve al GP de Rusia 2018, la última vez que sus dos coches quedaron fuera de la Q3. No obstante, aún más concluyente que este paso atrás fue el pronóstico de Max Verstappen para una carrera donde Carlos Sainz, desde la pole, parte como favorito. “Quiero ganar, aunque cuando no es posible tienes que aceptarlo. No quiero que suene demasiado dramático, pero estamos viviendo un fin de semana muy duro, por supuesto”, admitió el bicampeón mundial.
“Esta mañana, el coche no se sentía demasiado mal durante la FP3. Luego probamos algunas cosas más para la calificación y otra vez se volvió inconducible”, analizó Mad Max, con una honestidad a la altura de las circunstancias. ¿Cómo es posible que el RB19, con el que acaba de registrar un récord histórico de 10 victorias consecutivas, se haya vuelto “inconducible” en Singapur?
Verstappen, resignado a seguir la resolución de la Q3 a través de una televisión situada junto al corralito de las entrevistas, reconocía que los cambios de última hora en la configuración le habían hecho perder agarre delantero. Derrapando en cada curva, perdiendo tiempo en cada frenada, rebotando más de lo acostumbrado en las rectas, el monoplaza diseñado por Adrian Newey en nada se parecía al que ha dominado con mano de hierro el Mundial 2023. “Es evidente que no estamos entendiendo el coche este fin de semana”, concluyó.
Diferencias con Mónaco
Casualidad o no, lo cierto es que la debacle de Red Bull coincide con la entrada en vigor de la directiva técnica TD018. Una medida aprobada por la FIA -con Nikolas Tombazis, director de monoplazas y Tim Goss, director técnico, a la cabeza- que pretende acabar con la excesiva flexión de los alerones. Esta ventaja aerodinámica, presuntamente, habría sido aprovechada hasta el extremo por algunas escuderías. Además de Red Bull, en las últimas semanas se habló de Mercedes, Aston Martin y Williams.
Cuando los periodistas preguntaron a Christian Horner por estos ajustes, el team principal de Red Bull negó de forma rotunda, como corresponde a su jerarquía: “No tiene nada que ver con la TD018, porque no hemos cambiado nada en el coche”. Pero los problemas de estabilidad resultaban demasiado groseros como para no levantar sospechas. En un trazado muy similar a Mónaco, donde Verstappen había redondeado la pole y la victoria, el rendimiento del RB19 se desmoronó en Marina Bay.
“Esta caída en nuestro ritmo resulta muy confusa. El coche no responde y es como si consiguiéramos poner el neumático en la ventana de trabajo”, añadió Horner, consciente de las dificultades que aguardan en carrera. Con una estrategia a una sola parada, sus opciones pasan exclusivamente por recuperar ritmo a marchas forzadas. “Aquí es muy difícil adelantar, así que si podemos sumar algunos puntos me sentiré encantado”, vaticinó Sergio Pérez, que tras su trompo en la Q2 había definido la actuación del equipo como un “auténtico desastre”.
Dos reprimendas
Por si no bastasen estos quebraderos de cabeza, Red Bull debió enfrentarse a un ajetreado sábado en las oficinas de la FIA. En cualquier caso, pese a las numerosas irregularidades de Verstappen en la Q1 y la Q2, el próximo campeon fue simplemente advertido con dos reprimendas y una multa de 5.000 euros.
El neerlandés salió indemne de tres investigaciones, sumando otro capítulo a su buena racha en cuanto a asuntos disciplinarios. El primer incidente investigado se produjo durante el tramo final de la Q1, por taponar a George Russell y Lewis Hamilton al detenerse al final del pit lane.
El segundo, cuando redujo la velocidad en las curvas 17 y 18 y pareció interponerse en el camino del Williams de Logan Sargeant. Ya en la Q2, los comisarios no pasaron por alto su obstaculización a Yuki Tsunoda entre las curvas 3 y 4. Pese a que alguno de estos episodios le podría haber costado una sanción de tres puestos en la parrilla, Verstappen saldrá finalmente undécimo, justo por detrás de Liam Lawson, el novato de AlphaTauri que le apartó de la Q3 por sólo siete milésimas.