Eurocopa 2024
El conjunto transalpino se ha perdido los dos últimos mundiales, pero es la vigente campeona de Europa y busca evitar la repesca para la Eurocopa de Alemania
“Caminamos con el miedo a nuestro lado”. Puede parecer una metáfora exagerada la que utilizó recientemente Luciano Spalletti, entrenador de la selección italiana, sobre los partidos de clasificación que le quedan al combinado azzurro para estar en la Eurocopa de Alemania de 2024, pero tratándose de Italia, nunca hay nada exagerado.
Italia es un volcán desde hace varios años. Un volcán que erupciona y se apaga sin señales evidentes. ¿Cómo se explica que hayan ganado la Eurocopa de 2020 y se hayan quedado fuera de los Mundiales de Rusia y Qatar, el anterior y el posterior a ese torneo? Un hecho, la ausencia mundialista, que no pasaba desde 1958 y que ha ocurrido dos veces en cuatro años.
Es cierto que ha habido un cambio generacional en la selección, especialmente en la parcela defensiva, antes bien cubierta por el dúo Bonucci y Chiellini y hoy sólo con Bastoni como pilar, pero sin pareja fija que le ayude a poner el candado. También es cierto que el bloque italiano en su conjunto se compone de buenos jugadores, pero no tienen a ningún futbolista diferencial. Tampoco en la portería, el prometedor Donnarumma nunca ha podido hacer olvidar al mítico Buffon.
En el banquillo, estabilidad relativa. La llegada de Giampiero Ventura tras la estampida de Antonio Conte para dirigir al Chelsea terminó con la ausencia italiana de Rusia 2018. Recientemente, Roberto Mancini ha hecho lo propio para recalar en el fútbol saudí y Luciano Spalletti ha asumido el cargo para enfrentarse a una clasificación más difícil de lo que parecía a priori.
Evitar la repesca
Italia, con siete puntos, es tercera del grupo C con un partido menos que Ucrania, segunda, que tiene 10. Le quedan dos partidos: Uno contra el conjunto eslavo, que será el último del grupo y se disputará el lunes, y el de hoy a las 20.45, ante Macedonia del Norte, un rival que le trae muy malos recuerdos al vigente campeón europeo.
Si Suecia fue la selección que les privó del Mundial de Rusia tras caer en la repesca, Macedonia del Norte hizo lo propio en la que daba acceso a la cita qatarí. Cuando el mundo del fútbol esperaba que fueran Portugal e Italia las que se jugaran la plaza para el Mundial de Qatar, Aleksandar Trajkovski metió a su país en la final de la repesca con un gol en el minuto 92 del enfrentamiento con los azzurros. Los lusos se desharían de los macedonios por dos goles a cero y obtendrían el billete que ansiaba Italia.
Pese al descalabro, Mancini aguantó al frente de una selección a la que había hecho campeona de Europa apenas un año antes. Sin embargo, lo que no provocó un fracaso, lo consiguieron los millones saudíes. Su salida en agosto fue una nueva erupción en el volcán italiano que se remató con la explosión del caso Scommesse. Dos futbolistas de la selección, Tonali y Zaniolo, tuvieron que abandonar la concentración en la anterior ventana internacional. Sus nombres junto con el de Fagioli y, recientemente el de Florenzi, surgieron en una investigación de la Fiscalía de Turín contra las apuestas ilegales.
De momento, solo Fagioli ha sido sancionado sin jugar en los próximos siete meses mientras que Tonali y Zaniolo han podido reincorporarse a las disciplinas de sus equipos. El último,incluso a la selección. Con él y la columna vertebral del Inter de Milán, Italia deberá afrontar estos dos partidos a cara de perro.
Aunque, tras su buena participación en la Nations League, aún tiene la bala de la repesca. Se enfrentaría en el playoff a Polonia y, de ganar, sus rivales serían Croacia o Estonia. Una bala que no se le da muy bien últimamente. Su ausencia en el tercer gran torneo de los cuatro últimos provocaría una nueva explosión en este volcán.