La guerra del fútbol en la última Champions antes del cambio de formato: “La Superliga es una reacción a esto”

La guerra del fútbol en la última Champions antes del cambio de formato: "La Superliga es una reacción a esto"

Sigue la guerra continental mientras los ingresos bajan con Arabia Saudí de fondo. Telefónica pagó 960 millones por unos derechos que en 2017 valían 1.100. La resolución del TJUE, a finales de octubre como pronto.

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Hubo un tiempo no muy lejano en el que la palabra «Superliga» no era un tema tabú en los despachos de la UEFA. Un tiempo en el que el fútbol europeo, deseoso de cambios, de nuevas motivaciones, de más dinero y poder, mascullaba en sus pasillos la necesidad de una modificación del formato de la Liga de Campeones. Un tiempo que tiene una fecha concreta: el 19 de marzo de 2018. Ese día, en una sala de reuniones de Nyon, el Comité Ejecutivo de la máxima organización del fútbol continental deslizó una idea sobre su mesa para ejecutar un cambio radical en la Champions: «Hay que hacer una Superliga».

Cinco años después, la UEFA arranca hoy la última edición de su mejor competición antes de estrenar nuevo formato a partir de la temporada 2024-2025. Será el gran cambio de este siglo. Pasará de 32 a 36 equipos, se olvidará de fases de grupos, formará una liga regular en la que los equipos jugarán 8 partidos y se otorgarán ocho plazas para las eliminatorias. «Habrá más partidos de más nivel, más incertidumbre hasta el final de la liga y no tendremos duelos muertos», aseguran a este periódico desde la organización.

Más partidos de más nivel. ¿Les recuerda a algo esa frase? «Los partidos entre los grandes generan más dinero», reclamaba Florentino Pérez el 18 de abril de 2021, fecha en la que se presentó el proyecto de la Superliga. Un día antes, curiosamente, del anuncio oficial del cambio de formato de la nueva Champions. Nada es casualidad, lógicamente. «Anunciamos a toda prisa la creación de la Superliga porque nos avisaron de la publicación del nuevo formato de la Champions League», recuerdan.

La resolución del TJUE

Desde entonces, el fútbol europeo sólo se entiende desde las trincheras de la guerra deportiva, mediática, política y social entre la UEFA y la Superliga. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea sigue analizando el caso y alargando el veredicto sobre el ganador de un juicio que tiene en vilo a los dirigentes. La resolución, como pronto, llegaría a finales del mes de octubre, según fuentes cercanas al proceso judicial.

Mientras, la Copa de Europa se inicia con la promesa de que en doce meses todo será diferente. Que el torneo cambiará, dice Aleksander Ceferin, «manteniendo el sueño de cualquier equipo europeo y no siendo un pequeño cartel autoseleccionado», en referencia a las ideas de su mayor enemigo. Las indirectas, y los cuchillos, vuelan por todo el continente. UEFA y Superliga sí coinciden en una cronología de hechos: la competición que lideran Florentino Pérez y el Real Madrid es «una reacción al nuevo formato de la Champions», admiten desde el joven proyecto. «El nuevo formato no es una respuesta a la Superliga. Las discusiones sobre ello se iniciaron mucho antes», admiten fuentes de UEFA.

UEFA y Superliga no sólo coinciden en la cronología, sino también en algunos de los problemas del fútbol europeo. Sus grandes diferencias son en el cómo. «Este cambio de formato es una evolución necesaria para hacer la competición más atractiva y asegurar el crecimiento y la sostenibilidad a largo plazo del fútbol europeo», insisten en la máxima competición continental. Una frase que, de nuevo, también pronuncian al otro lado del campo de batalla al defender la creación de la nueva competición.

Y entonces, «¿por qué se pelean?», se preguntarán los lectores. No les sorprenderá la respuesta: dinero. La UEFA vendió este verano a Telefónica los derechos televisivos de las competiciones europeas por tres años y 960 millones. En 2017, el mismo contrato de tres temporadas le costó 1.100 millones a Mediapro. «Los derechos audiovisuales están bajando en todo el planeta fútbol salvo en la Premier», asegura a EL MUNDO un directivo de un equipo de LaLiga. Ahí reside el gran argumentario de la Superliga: «No creo que 4.000 millones de personas se tiren a la televisión a ver a clubes desconocidos», dijo Florentino. En la Superliga van más allá: «El nuevo formato es un desastre y un fracaso comercial. Hay más partidos de más nivel, pero también hay más partidos de menos nivel».

En UEFA se defienden asegurando que el valor de la competición ha aumentado un 25%, con una mejora también en la cifra que se llevan los clubes que no participan en sus competiciones: de un 4% a un 7% de los ingresos totales, que se estiman en casi 4.000 millones. «Hemos mejorado nuestros datos de manera notable», recalcan en UEFA. Pero fuentes de la Superliga aseguran que las previsiones iniciales eran de una mejora del 60% y unos ingresos de 5.000 millones «que no van a lograr».

Los clubes, contra Al-Khelaifi

En mitad de las trincheras, silenciadas ahora a la espera del TJUE, otros clubes han creado la Unión de Clubes Europeos, una organización formada por equipos de clase media contraria a los intereses de la ECA (Asociación de Clubes Europeos) que gobierna Nasser Al-Khelaifi. Así que no sólo tenemos guerra en las competiciones, también en los clubes. Este nuevo organismo nace con el apoyo, entre otros, de Javier Tebas, que acusó al jeque y a la ECA de representar «sólo a los clubes de la élite». El presidente de LaLiga reclama mayor «protección» para los torneos domésticos. «La ECA quería más partidos europeos en el calendario y más equipos grandes en las competiciones europeas, pero desde las Ligas queremos seguir protegiendo nuestro crecimiento. Este nuevo formato de la Champions es el resultado de una negociación entre diferentes intereses», resumen fuentes del ente español.

Y en el horizonte, Arabia Saudí, nuevo protagonista del circo continental que amenaza con destruir todas las trincheras incluso antes de que UEFA y Superliga terminen su propia guerra. Ceferin ya ha avisado que los equipos saudíes no estarán en este nuevo formato de la Champions, pero la batalla del fútbol europeo no cesa.

kpd