La futbolista del Barcelona María Pilar ‘Mapi’ León negó este lunes haber hecho “tocamiento de zona íntima” a la colombiana Daniela Caracas, jugadora del Espanyol, después de la polémica generada durante toda la jornada por unas imágenes del encuentro que disputaron en la víspera ambos equipos.
Según puede verse en las imágenes, un vídeo que se hizo viral en las redes sociales, en un típico forcejeo en el que dos futbolistas buscan la mejor posición, León encara a Caracas, le dice una frase y, posteriormente, lanza su mano hacia las partes íntimas de la caleña.
“No hay ningún tocamiento de zona íntima ni mucho menos intención de ello, insisto, es un simple lance del juego que no merece la difusión ni la importancia que está adquiriendo la noticia”, escribió la ex internacional española.
“Muy disgustada y decepcionada”
“En ningún caso se me pasaría por la cabeza tocar partes íntimas de ninguna de mis compañeras, va en contra de mis principios y no lo haré nunca”, subraya León, que condena el acoso sufrido por Caracas en las redes sociales y le muestra “su más sincero apoyo”.
“Me encuentro muy disgustada y decepcionada”, finaliza la internacional española, que no descarta tomar acciones legales “contra quien pretenda aprovechar este lance del juego para perjudicarme y seguir difamando sobre pruebas infundadas”.
Este episodio coincide con el juicio contra Luis Rubiales, ex presidente de la RFEF, por su beso no consentido a Jenni Hermoso instantes tras la final del Mundial 2023.
Míchel y Valderrama
Caracas, internacional con su selección y campeona de la Copa Libertadores con el Atlético Huila en 2018, se ha convertido en involuntaria protagonista por una escena que recordó a la vivida en 1991 por su compatriota Carlos Valderrama, cuando Míchel, entonces jugador del Real Madrid, le tocó los genitales durante un partido en el Santiago Bernabéu.
De 27 años, 1,67 metros de altura y un físico poderoso, la caleña debutó en el Huila de su país y de ahí pasó a la Liga F, primero el Logroño y desde 2021 el Espanyol.
El club blanquiazul hizo público un comunicado en el que dijo que León había realizado un tocamiento “inaceptable”, un gesto “que vulnera la intimidad” de la colombiana y que Caracas no reaccionó en el momento “a causa del impacto que le causó la situación”.
El confesor de Tadej Pogacar es el Kapo del pelotón. El ciclista más deslumbrante del siglo pone su destino en las manos prodigiosas de un vasco. Joseba Elguegazal es un masajista vizcaíno de 42 años que lleva unido al esloveno desde hace un lustro. Ambos coincidieron en la Vuelta a España y desde entonces son inseparables. En un año, entre carreras y concentraciones, coinciden durante más de 200 días. Kapo, que trabajó en la granja de su padre y fue portero de discoteca, estudió fisioterapia y pronto se abrió paso en el ciclismo. Empezó en el Caja Rural y en 2019 le contrató el UAE. Nadie conoce mejor los músculos del genial esloveno.
Joseba es uno de los capitanes del ejército español de Pogacar. El bicampeón del Tour, en su reto de reconquistar la Grande Boucle, se ha rodeado de 24 hispanos que sobresalen por su altas prestaciones. Al frente de todos ellos se encuentra Josean Fernández'Matxin', un vasco de 53 años, el máximo responsable técnico de la escuadra patrocinada por Emiratos Árabes Unidos, con sede en Magnago (Italia). Él descubrió a Pogacar. Es el padre, tutor y guía del fenómeno. El preparador de Basauri comparte la gestión del UAE con los italianos Mauro Gianetti y Andrea Agostini.
El UAE teams, cuyo presidente es Matar Suhail al Yabhuni Al Dhaheri, que cuenta con la absoluta confianza del príncipe heredero de Abu Dabi, funciona como una empresa, en la que trabajan cerca de 80 profesionales y 40 corredores. Los ciclistas españoles son Juan Ayuso, 21 años, estandarte de una nueva generación, que este sábado se estrena en el Tour de Francia; Marc Soler (30), que también estará en la salida de Florencia y que es uno de los gregarios preferidos de Tadej Pogacar; Igor Arrieta, un navarro de 23 años, hijo de un ex ciclista y preparador deportivo del Movistar, que no va al Tour, y Pablo Torres, un madrileño de 18 años, integrante del equipo nodriza.
El ángel de la guarda
UAE desplaza al Tour a ocho corredores y a alrededor de 30 especialistas y técnicos. Entre ellos destaca la figura de Alejandro Torralbo, considerado el mejor mecánico del mundo. Este cordobés de 61 años lleva en el ciclismo más de 40, ha trabajado con Indurain, Olano, Ullrich, Chava Jiménez, Sastre, Valverde. Él es el más veterano de los cuatro mecánicos desplazados y se ocupará de la puesta a punto de la bicicleta de Pogacar y de sus siete compañeros. El esloveno, además de Ayuso y Soler, contará con la ayuda del portugués Joao Almeida, el franco-ruso Pavel Sivakov, el belga Tim Wellens, el británico Adam Yates y el germano Nils Politt.
Torralbo compartirá tertulias y sobremesas con su amigo Paco Luna, un masajista valenciano de 55 años que ya cuidó a Marco Pantani y que ahora es el ángel de la guarda de Ayuso. En el Tour cada corredor cuenta con un masajista. En este departamento también están integrados Lucio Domínguez, un manchego que trabajó en el Kometa de Alberto Contador; Cristian Batanete, un ovetense de 40 años, y José Teixeira, un vasco de 67, que es otra institución en el World Tour, con larga trayectoria en formaciones de primer nivel. Ellos colaborarán esporádicamente en el Tour ejerciendo labores de intendencia, en varias ocasiones se les verá en los arcenes de la carretera entregando bidones a los corredores.
El UAE también cuenta con la colaboración de Daniel Ortega, un fisio experto en deportes de resistencia (atletismo, natación y triatlón) y Víctor Moreno, recuperador y profesor en la Universidad Miguel Hernández de Elche. Este alicantino es un apasionado del deporte, ha recibido el Premio Nacional de Investigación por un trabajo sobre las lesiones de los futbolistas.
Espaguetis con queso y pimienta
La evolución de Pogacar está controlada desde larga distancia por Íñigo San Millán, un vitoriano de 52 años. Es profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado, donde realiza trabajos clínicos y de investigación en metabolismo celular, especialmente en diabetes, enfermedades cardiometabólicas y cáncer. Compatibiliza su labor de Alto Rendimiento en el UAE con la preparación de la primera plantilla de fútbol del Athletic de Bilbao.
Pogacar mantiene una sintonía especial con Esteve Ramírez, porque nadie prepara mejor su plato preferido: espaguetis con queso y pimienta. Este cocinero de 34 años, que a los 22 se marchó de Barcelona a Francia para aprender el oficio, se unió al equipo en 2019. También estará en el Tour y cuenta con dos estrechos colaboradores: Luis Fernando Olalla e Israel Ruiz.
Pogacar y sus gregarios, en Florencia.AFP
Esteve Ramírez adereza los platos siguiendo las instrucciones de Gorka Prieto, un navarro de 34, reputado nutricionista. El diseña los menús y vigila la dieta. A Pogacar le insiste en que debe ser prioritaria la ingesta de hidratos de carbono, con el consumo de arroz, pasta, quinoa, boniatos, cereales y patata. También le advierte de que debe tomar las mínimas cantidades de grasas y huir de los risottos, aceite y postres con mantequilla.
En la sección de entrenadores figura Didac Navarro, un valenciano de 48 años que fue contratado por Matxin en 2022. Fue seleccionador español de ciclismo en pista en los Juegos Olímpicos de Pekín. También destaca Javier Sola, un sevillano de 37 años, que llegó en 2023 y que es profesor de Ciencias del Deporte en la Universidad de Loyola. Cumple su segunda temporada junto a Pogacar.
La nómina del ejército español se completa con el biomecánico David Herrero, un bilbaíno de 44 años, ex ciclista del Euskaltel, experto en la preparación de pruebas de contrarreloj, y con el abogado Íñigo Landa, licenciado por la Universidad de Deusto, experto en el asesoramiento a deportistas y a entidades deportivas. Un ejército multidisciplinar para la reconquista del Tour.
Este sábado, antes de su semifinal de las ATP Finals, tanto Felix Auger-Aliassime como Carlos Alcaraz pudieron calentar tranquilamente en la pista central del Inalpi Arena. Una rareza, porque jugaban en el último turno. En realidad, un privilegio esperado: todos los presentes sabían que la semifinal anterior, entre Jannik Sinner y Alex De Miñaur, se resolvería rápido. Jugadores, aficionados, periodistas, entrenadores y, por supuesto, organizadores no dudaron al hacer su planning. Si normalmente reservan la pista tres horas para cada partido, esta vez solo bloquearon dos. ¿Para qué más?
Hasta 12 veces habían jugado antes Sinner y De Miñaur, y en las 12 previas el italiano había dominado con autoridad. La decimotercera no fue la excepción. Para alcanzar su tercera final consecutiva de las ATP Finals, Sinner se impuso por 7-5 y 6-2 en apenas una hora y 52 minutos ante su adversario favorito, un tenista cuyo estilo le favorece.
Esta vez De Miñaur intentó algo diferente, pero el resultado fue el mismo. Su estilo defensivo, correoso y conservador es ideal para la voracidad de Sinner. A un lado, un tenista sólido; al otro, un tenista destructivo. En el primer set, De Miñaur empujó al italiano al error y forzó los intercambios todo lo que pudo, pero en cuanto le sobrevino cierto cansancio, todo quedó en manos de Sinner.
Antonio CalanniAP
Para ganar, el australiano necesitaba hacer el partido de su vida, estirar cada golpe, buscar ángulos más allá de sus límites; para ganar, el italiano solo tenía que hacer lo suyo. De Miñaur aguantó hasta el 6-5 del primer set y luego cedió con un break. El segundo set fue solo la constatación de la superioridad de uno sobre el otro. Si acaso, destacó la noble actitud de De Miñaur que, pese a estar ya dos breaks abajo, con 4-0 en contra, peleó el partido hasta donde le alcanzaron los golpes.
Tres mecheros, un vaso, una bolsa con algo que parecía comida y una botella son algunos de los objetos que cayeron en el terreno de juego segundos después de que Militao anotara el gol del Real Madrid ante el Atlético de Madrid en el Metropolitano. Una lluvia de proyectiles que se desató en torno al minuto 65 de partido, según afirmó Diego Simeone tras el encuentro, "no porque sí, sino que es por algo".
Ese algo, para el técnico argentino, fue la reacción del portero del Real Madrid, Thibaut Courtois, celebrando el gol con una carcajada y otros gestos hacia el fondo sur, en el que se sitúa el Frente Atlético. "Cuidado con lo que generamos, sanción al que tira el mechero y al que provoca, vas a ver como todo se equilibra y no aparece más ese 'vení, vení, jaja', porque así ves que te pueden sancionar", pedía en la rueda de prensa posterior al derbi madrileño.
El entrenador rojiblanco se mostró tan vehemente en su alocución contra los seguidores que no vienen al campo a animar y a apoyar al equipo sino a lanzar objetos como contra los jugadores o técnicos, él incluido, que "cargan", o provocan. "Cuidado con nosotros, que pasamos a ser víctimas y no somos víctimas porque si provocamos puede haber una reacción, ¿están bien que ocurrra? No, pero tampoco está bien lo que hacemos nosotros llámese Courtois, Simeone, Vinicius, Messi, Griezmann... como se llame", comentó.
Cuando el árbitro detuvo el encuentro y mandó a los jugadores a vestuarios en el minuto 67, según recogió en el acta oficial "ante la continua repetición de lanzamiento de objetos desde la misma zona", Koke, Giménez y el propio Simeone se acercaron al fondo sur, donde se sienta el Frente Atlético, para intentar calmar los ánimos.
Según el entrenador se les transmitió: "El mensaje del club, que pensaran en su equipo, porque no le estaban favoreciendo, y ellos decían que no era su culpa y que les había provocado el arquero rival".
Lo cierto es que, tras los 17 minutos de parón según el acta de Busquets Ferrer, el partido se reanudó y aún hubo algún lanzamiento más al propio portero blanco, pese a que el colegiado reseñara en el documento oficial que "el partido se reanudó sin nuevos incidentes". "Son situaciones que no nos gustan, pero nosotros tenemos que centrarnos en el partido", comentó el futbolista del Atlético Javi Galán.
Finalmente, el choque lo terminó empatando Correa en el añadido con algo de fortuna y tras varios rebotes con jugadores rivales, incluido el propio Courtois, para delirio de la grada. "El árbitro decidió parar el partido, es algo que no nos gusta desde dentro, siempre queremos que sea un espectáculo no sólo para los del estadio sino para los que lo ven por televisión y esperemos que no vuelva a ocurrir", afirmó el goleador.
Cuando se decretó el final del partido, los futbolista rojiblancos de acercaron al Frente Atlético, fondo que había causado los problemas en el partido y les estuvieron dedicando unos segundos de aplausos antes de iniciar una vuelta de honor al estadio.
Comunicado oficial
Una hora después, el club reaccionaba a lo ocurrido en el Cívitas Metropolitano con un comunicado: "El Atlético de Madrid quiere mostrar su rechazo por el lanzamiento de objetos que se ha producido desde una parte de la grada del fondo sur en el minuto 68 del encuentro ante el Real Madrid"
En el texto aseguraban que se había puesto al "departamento de Seguridad del club" a trabajar "junto a la Policía" para la localización de los sujetos responsables del lanzamiento de objetos.
Según el club "uno de los cuales ya ha sido identificado" y aseguran que se "le aplicará el régimen interno previsto para casos muy graves" tanto a él como a "las personas que hayan estado implicadas en este incidente".
"Estas actitudes no tienen cabida en el fútbol y manchan la imagen de un estadio que ha vivido un ambiente espectacular con más de 70.000 espectadores en sus gradas y que han mostrado un comportamiento ejemplar en su inmensa mayoría", finalizaba el escrito.
De hecho, tanto durante el incidente como al final del partido, cuando el equipo fue a saludar al Frente Atlético, gran parte del público pitó al fondo sur para expresar su descontento no sólo por lo ocurrido sino también por ese gesto de la primera plantilla.