Julen Agirrezabala: “Veo más fútbol que la Kings League, soy un clásico”

Julen Agirrezabala: "Veo más fútbol que la Kings League, soy un clásico"

Entrevista

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El portero del Athletic y de la selección, que admite que “de pequeño no me gustaba mucho el fútbol”, es hijo de Juanjo Agirrezabala, que fue portavoz del Parlamento Vasco. “Yo ni me enteraba del asunto”, confiesa en una charla con EL MUNDO antes del Europeo sub’21.

Julen Agirrezabala, esta semana.RFEF

La portería de España tiene acento vasco. En la absoluta, Unai Simón para penaltis que dan títulos y en la sub’21, Julen Agirrezabala (Rentería, 2000) apunta a titular de Santi Denia en el Europeo de Rumanía que comienza esta tarde. Criados en Lezama, son el presente y el futuro del Athletic Club. El pequeño, Julen, se sienta con EL MUNDO para recordar aquella playa el Mediterráneo en la que empezó a parar, la importancia de los estudios y el trampolín, aunque él dice que no, de este torneo.

Será su primera experiencia con la selección en un gran torneo.
Sí, no había estado en inferiores. Es la primera vez, un Europeo que a todo el mundo le apetece jugar. Va a ser una experiencia bonita y ojalá podamos ganar.
¿Qué sensaciones tiene para el Europeo?
Hemos hecho una muy buena fase de clasificación y creo que somos un equipo que compite muy bien, con buenos jugadores y si corregimos algunas cosas, que es normal, hay un buen bloque y podemos hacer algo bonito en el Europeo.
Está usted en la sub’21 y Unai (Simón) en la absoluta. ¿Qué comen los porteros de Lezama?
Pues no lo sé, pero se va viendo que algo se está haciendo bien en Lezama. Hay muchos porteros de nuestra escuela en el máximo nivel, están ahí Kepa, Remiro, Aitor Fernández… Hay un trabajo detrás que se está haciendo de maravilla.
En ese sentido, siendo bonito para la cantera del Athletic, ¿nota un poco cerrada la puerta de la titularidad del primer equipo?
Mi sueño sigue siendo el mismo, que es jugar en el Athletic. Tengo contrato hasta 2025 con el Athletic y el club ha confiado en mí en todo momento. Sí que es verdad que en la primera parte de la temporada no disfruté de muchos minutos, pero noto la confianza del míster y del club y he terminado jugando 15 partidos. Tal y como empecé el año no está mal.
¿Cómo ha llevado que todo haya pasado tan rápido? Con 18 ficha por el Athletic y con 22 está en Primera y en la selección.
Creo que lo he llevado muy bien, es verdad que el salto ha sido grande y rápido. Se me dio la oportunidad de debutar en Primera y muy contento y agradecido. Tengo la suerte de que mi familia siempre me ha hecho ver que pase lo que pase hay que mantener los pies en el suelo, que hay que ser humilde y trabajar.
Siendo parte de un equipo importante como el Athletic, ¿se siente un poco líder del vestuario de la selección?
¡Qué va! (Risas). No me siento líder en ningún lado. Yo intento aportar mi granito de arena como todos los que estamos aquí, y seguro que entre todos, con esfuerzo y apoyo, conseguimos hacer algo bonito.
De pequeño no le gustaba del todo el fútbol, ¿no?
Me acuerdo que en el patio del colegio, en el recreo o después de las clases, veía a mis amigos jugar y aunque alguna vez lo intentaba es verdad que no me gustaba mucho. Hasta que en un verano con la familia, en una playa de Peñíscola con mi primo, él empezó a chutar balones y yo los empecé a parar. Así empezó mi historia.
¿Y qué le gustaba hacer?
Buah… (Piensa). De pequeño era mucho de dibujar, especialmente animales. Se me daba bastante bien y disfrutaba, eh. Todos los animales que veía en los documentales, tigres, leones, lobos… Intentaba dibujarlos. Siempre me ha gustado ver animales en libertad y los dibujaba en papel.
¿Ahora de mayor también?
No, no. Ahora ya no (risas).
¿Y algún deporte más allá del fútbol?
Solía jugar bastante a tenis, pero nada demasiado formal. Iba con mis amigos o con mi padre. Sigue siendo un deporte que me gusta mucho y cuando tengo algún rato libre juego. También baloncesto.
¿Era de los más altos?
No, no. Di el estirón más tarde. En cadetes fiché por el Antiguoko y cuando llegué era bastante pequeñito. Luego ya en primer año de juvenil, con 17, pegué el estirón.
Antes de fichar por el Athletic, ¿tenía claro que quería ser profesional?
Nunca tuve como objetivo ser profesional. Entré en el fútbol para disfrutar, siempre aprendiendo de los entrenadores y una vez que van pasando los años y ves que das el nivel pues lo ves más cerca, pero el paso es muy difícil. Cuando llegas al primer equipo sí que te ves, es una alegría enorme.
¿Tenía algún plan B en caso de no llegar? ¿Alguna ilusión más allá del fútbol?
Vuelvo a mis padres, siempre me han inculcado la importancia de los estudios. He sido un buen estudiante, tanto en el colegio como en Bachillerato. Luego decidí entrar en una Ingeniería Mecánica, que pude compaginar bien durante dos años, pero una vez pasé a entrenar con el primer equipo me costaba ir a clase y se me hizo complicado. Lo he dejado, pero tengo claro que no quiero dejar de estudiar y voy año a año buscando cosas. Este último año he estado haciendo un curso de Administración y Finanzas, lo he llevado bien pero también me ha costado por el calendario futbolístico.
¿Qué le dicen sus amigos de Donosti cuando le ven jugar en el Athletic?
Bueno, hay de todo (risas). Hay algunos que son muy de la Real y entienden a las mil maravillas mi situación y tengo su apoyo incondicional. Se alegran mucho de que un amigo llegue hasta donde ha llegado.
¿Fue difícil tomar la decisión de fichar por el Athletic?
Si te digo la verdad, no mucho. Me dejaron muy claro lo que querían, el proyecto que tenían para mí y lo que confiaban. Me marcaron las pautas y el camino que iba a llevar en mi trayectoria. Y estoy contento.
¿En qué portero se fija?
No tengo un referente claro, pero suelo ver bastante fútbol e intento fijarme en todos los porteros. En diferentes aspectos de cada uno.
A sus 22 años, ¿ves más fútbol o la Kings League?
Fútbol, fútbol (risas). Soy más clásico en ese sentido. La Kings está teniendo mucha repercusión, algo suelo ver, pero bastante poco, pero siempre desde que empecé en aquella playa he sido muy aficionado al fútbol e intento ver todos los partidos posibles.
¿Están muy metidos en las redes ahora los futbolistas? ¿Son vestuarios diferentes a lo que le cuentan los veteranos del Athletic?
Yo creo que sí, pero por el simple hecho de la modernización de la tecnología. Ahora tenemos cosas que antes no había y creo que bien utilizadas pueden ser buenas para todos. Tampoco creo que estemos muy metidos, sabemos lo bueno que pueden tener pero también tienen sus cosas malas. Yo tengo alguna pero no la utilizo mucho.
¿Es usted de leer los comentarios?
No, la verdad que no. Nunca he sido de leer porque el primero que sabe cuando haces bien o mal las cosas eres tú mismo y al final los que saben de fútbol y están en el día a día son los que mejor te pueden aconsejar. Lo de fuera no depende de nosotros.
¿Siente este torneo como un trampolín en su carrera?
Es un torneo internacional y compites con las mejores selecciones, pero no le doy excesiva importante ni creo que venga bien ponernos más presión encima. Si cada uno cumple su papel y pone su granito de arena, tenemos muchas posibilidades de hacer algo bonito en el torneo.
¿Qué hace en su día a día?
Con el simple hecho de sentarme a hablar con mis amigos en una terraza disfruto mucho. Pasear, conocer sitios… Otros deportes, cuando podemos…
¿Ya le van reconociendo por la calle?
Pues no lo sé (risas), y eso es algo bueno. Es verdad que a veces noto miradas, pero la gente no me para mucho.
¿Y en el pueblo?
¡Menos! (Risas). Al final mi pueblo, Errenteria, está al lado de Donosti y la mayoría son aficionados de la Real. No me dan mucha bolilla… (Risas).
Su padre fue portavoz de Eusko Alkartasuna en el Parlamento Vasco. ¿Cómo llevaba el tener la política en casa?
Si te digo la verdad, cuando él estaba en el Parlamento ni me enteraba del asunto. No me aficioné a la política.
¿Qué le queda por mejorar?
Muchísimas cosas. Diría el juego de pies, que es algo que aquí en la selección también se nos exige, el darle continuidad al juego del equipo. Y es un tema que en los últimos años también ha habido un paso adelante. Antes a los porteros no se les exigía tanto y ahora sí ha habido ese cambio.

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