Cuando el golf español español todavía se lamía las heridas olímpicas, en el mismo domingo donde a Rahm se le escapaba en el playoff su segunda victoria en el LIV Golf, Josele Ballester se ha convertido, 130 años después, en el primer ganador español del US Amateur.
En el día de su 21 cumpleaños el apellido Ballester ya figura en la copa Havemeyer al lado de nombres tan ilustres como el de Bobby Jones, Arnold Palmer, Jack Nicklaus o Tiger Woods.
Resulta difícil explicar en palabras o poner en contexto lo complicado que es lograr un título de esta magnitud y hacerlo además de la forma que el golfista de Castellón lo ha hecho, un soberbio control a lo largo de seis días, y nueve rondas de golf. Josele, número 10 del mundo amateur del golf, se impuso en la final con dos hoyos de diferencia a Noah Kent de la Universidad de Iowa y número 560 del mundo.
Quizás los momentos de mayor incertidumbre de la semana llegaron en los últimos tres hoyos, una final que tenía bajo con-trol y donde llegó a tener cuatro hoyos de ventaja se reducía a la mínima expresión. El español llegó al tee del último hoyo de final, el número 36 con solo un hoyo de ventaja, pero demostró, que además de jugar muy bien al golf, es capaz de soportar la presión.
Con los dos putts en el último green, los sentimientos salieron como de una olla a presión. Josele lloraba como un niño abrazo a su amigo y caddie esta semana Alberto. La escena conmovía y denotaba el final feliz de una historia que, en algún momento, no lo fue tanto. “He sentido liberación, lo he soltado todo, este año ha sido complicado a nivel personal, me vine a Estados Unidos sin estar muy a gusto con mi vida, reconociendo que soy un privilegiado y que tengo mucha suerte, y una vez acabado el partido me he acordado de mis padres…”.
El español seguirá con ilusiones renovadas un año mas en Arizona State, la universidad más española, por donde dejaron su impronta Alejandro Cañizares, Jon Rahm, Azahara Muñoz, David Puig o Carlota Ciganda.
Un año, el próximo, donde Josele, gracias a su gesta, podrá debutar en el Masters de Augusta, Us Open y volverá a jugar el Open Championship, ya lo hizo el año pasado en su condición de campeón de Europa Amateur.
“Desde muy pequeñito era un mini pro, apuntaba unas maneras y profesionalidad inusual, va completando los pasos para convertirse en un gran jugador, aunque todavía tiene que trabajar en la precisión desde el tee de salida, ha sido bastante autónomo, pero es un ju-gador que escucha y absorbe”, describía Nacho Gervás, director deportivo de la Real Fe-deración Española de Golf, con la voz emocionada al otro lado del teléfono.
“Con dos cojones”, se le escuchó automotivarse junto a su caddie en algunas fases de la final disputada en Hazeltine, “uno de los cambios que he realizado y que me ha venido muy bien es jugar un poco más agresivo”, Josele es uno de esos jugadores que motiva seguir en un campo de golf.
Ballester seguirá un año más, el que le queda en Arizona State, como jugador aficionado y después decidirá sobre su futuro profesional en el golf, desde hoy tendrá que lidiar también con los cantos de sirena del LIV Golf y sus ofertas millonarias. El de Castellón prefiere no pronunciarse, toca ahora disfrutar del momento y de la hazaña. Ballester es jugador muy ligado a la familia de Sergio García, donde ha tenido a su padre Víctor como entrenador. La inagotable cantera del golf español sigue fabricando estrella y Josele es sin du-da, una de las más importantes.