El triunfo fue para Matteo Jorgenson. Pero el equipo Visma-Lease a Bike no pudo exhibir una sonrisa completa. Una caída de Wout van Aert, que él mismo provocó y de la que salió como el más damnificado, cambió el rostro de la clásica A Través de Flandes. La carrera, fraccionada en abanicos, ya venía cortada a causa del viento. El fenómeno belga arrastró en su desplome a gente como Mads Pedersen, Jasper Stuyven y Biniam Girmay. En cierto modo, con el abandono del máximo favorito, gimiente, deshecho el “maillot” y la espalda enrojecida y tumefacta, la prueba empezó de nuevo a unos 70 kms. de la meta.
Y lo hizo manga por hombro. De una escapada inicial de 14 hombres, fueron sobreviviendo algunos y descolgándose otros. Fuera como fuese, entre avances y retrocesos individuales o por pequeñas unidades, se configuraron dos grupos. En cabeza, seis “riders”. En su estela, ocho.
Se fusionaron. No todos. Jorgensen (no confundir con Jorgenson, vencedor a la postre) y Mathias Norsgaard, el danés de Movistar, habían cedido y fueron tragados por un tercer escuadrón ya sin posibilidades. La suerte estaba dibujada, pero no decidida. Volaban Alberto Bettiol, Casper Pedersen, Stefan Küng, Jonas Abrahamsen, Matteo Jorgenson, Dries de Bondt, Joshua Tarling (que sufría en los repechos y enlazaba en el llano y los descensos), Michael Valgren, Pascal Eenkhoorn, Dries de Pooter, Tiesj Benoot…
A falta de 21 kms. atacó Bettiol, en gran forma, flamante vencedor de la Milán-Turín. Se marchó… hasta que unos calambres lo frenaron de golpe. Las escaramuzas posteriores dejaron a media docena de hombres en cabeza: Künh, Jorgenson, De Bondt, Tarling (que seguía deshaciéndose y recomponiéndose), Abrahamsen y Benoot.
Pequeños intentos, muchas miradas, muchos amagos… Cuando, a falta de siete kms. para la meta, demarró, seco, duro, Jorgenson, se vio en el acto que nadie podía responder. Mientras el estadounidense se alejaba indefectiblemente, los demás, menos el heroico Tarling, 20 años recién cumplidos, que suplía con voluntad la falta de fuerzas, ya sólo luchaban por los lugares secundarios del podio. En estado de gracia, el estadounidense, que viene de imponerse a Remco Evenepoel en la París-Niza, levantó los brazos al cielo. El sprint por la segunda plaza se lo ganó Abrahamsen a Küng.
A Través de Flandes, entre las localidades de Roeselare y Waregem, es el dulce-áspero aperitivo del Tour de Flandes, que se disputa el domingo. Wout van Aert, evacuado en camilla, no estará con toda probabilidad en la salida. Perdemos todos.