Bastaba observar su mirada en los últimos hoyos para constatar que no iba a cometer ningún error. Aún iba casi mano a mano con Brooks Koepka, pero el estadounidense tendría que hacerlo excepcionalmente bien si quería pasar por delante de Jon Rahm. Es
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El equipo español de la Copa Davis ha comparecido en el Hotel Higuerón de Fuengirola (Málaga) en la rueda de prensa previa al inicio de la Copa Davis, el último torneo que jugará Rafa Nadal como profesional.
Todos los focos estaban puestos en el mallorquín que se ha mostrado muy confiado en poder ayudar al equipo español a obtener su séptima Copa Davis, la sexta para el jugador nacido en Manacor. "No estoy aquí para retirarme. Estoy aquí para ayudar al equipo a ganar. Es mi última semana en una competición de equipo y lo más importante es ayudar al equipo", ha comentado el tenista.
Precisamente, esta es una de sus competiciones preferidas, como ha explicado durante su larga carrera, y por eso ha decidido que sea aquí, en Málaga, su último torneo. "El sentimiento de jugar con tu país es algo increíble. El 90% de mi carrera he estado con Ferrer, Moyá, ahora Carlos Alcaraz... Son 20 años compitiendo en esta Copa Davis con diferentes relaciones. Al final tienes una familia", ha declarado.
Será Países Bajos el primer escollo del equipo español en este torneo, que se desarrollará durante esta semana. Rafa Nadal no tiene claro si jugará pese a que ha asegurado que lleva entrenando "lo más duro posible" el último mes y medio para llegar a punto a la cita, pero mantiene la posibilidad de dar un paso a un lado si no está preparado. "Si yo no puedo competir sin ser competitivo...", deja dicho el mallorquín.
La otra gran estrella será Carlos Alcaraz, con la que compartió el dobles en los Juegos Olímpicos de París el pasado verano, aunque no pudieran obtener metal. En esta ocasión, aunque jugarán para el mismo equipo, no se espera que compartan pista.
El murciano aterrizó hace un par de días en Málaga tras disputar las ATP Finals en Turín donde perdió dos partidos y ganó uno pese a estar enfermo la mayor parte del torneo. "Sigo un poco resfriado. En los últimos días he podido entrenar aquí prácticamente normal y muy bien. Casi que me he olvidado de la enfermedad y estoy casi al 100%", ha apuntado.
Todos con Nadal
En la rueda de prensa han estado todos los integrantes del equipo español de la Copa Davis así como el capitán, David Ferrer, quien habla de lo "especial" que es contar con Nadal en los elegidos y lo "afortunado" que se siente por estar en su despedida.
En el mismo sentido se han expresado el resto de integrantes. Marcel Granollers recordaba su época de juveniles juntos y lo "bonito" que es estar en Málaga mientras que Roberto Bautista hablaba de que es "un ejemplo" y mantenía que les da "mucha energía y positividad".
Si España consigue vencer a Países Bajos, eliminatoria que se disputa este martes, se enfrentaría al ganador del Alemania - Canadá en semifinales el viernes 22. En la final, que se disputa el domingo 24, podrían encontrarse o con la temible Italia de Sinner o con Estados Unidos, si ambos superan a Argentina y Australia, respectivamente.
Sale Óscar Guido Trejo (Santiago del Estero, 1988) de la entrevista con EL MUNDO y la abuela Lola le aborda con un achuchón, unas magdalenas caseras y una camiseta para que se la firme. Ella, para quien no conozca su historia, no es familiar del futbolista, pero es un símbolo en Vallecas y en el club gracias a la comida que lleva al vestuario tras los partidos. "Sus tortillas están buenísimas", confiesa el argentino.
Y es que Trejo en Vallecas no es sólo el jugador extranjero con más partidos en la historia del Rayo Vallecano. Es el futbolista del pueblo, uno más en el barrio, alguien que no dudó en renunciar a la capitanía y enfrentarse a la propiedad por los trabajadores del club y el progreso de un equipo que él cree firmemente no sólo que "lo merece" sino que "puede permitírselo".
¿Volverás a la capitanía?
Si renuncié es por un motivo y si volviera es porque veo que las cosas cambian. Yo no puedo decir algo y que luego nada cambie y no lo hago por capricho sino porque quiero ver que las cosas avanzan.
Las cosas ahora están más calmadas pese a que hay numerosas pintadas en torno al estadio de Vallecas pidiendo la salida de Raúl Martín Presa de la entidad. "Con el presidente, nos saludamos, pero nada más", zanja el jugador un capítulo que no le gusta recordar tras ocho años en el club.
Los aficionados te adoran
Siempre he dicho que soy un hijo adoptivo de Vallecas. Me ha dado mucho la gente, pero creo que es por mi naturalidad y mi manera de ser porque ellos son el corazón del club. Abarrotan un campo un lunes a las 21.00 y te alientan ganes o pierdas, es inevitable no pelear por ellos y sentirse orgulloso de esta camiseta.
¿Qué quiere ser Óscar Trejo para el Rayo Vallecano?
Yo les digo a mis hijos que cuando no juegue, podré venir con ellos tranquilamente a la cancha sin agachar la cabeza, todo lo contrario. Lo he dado y estoy dando todo y lo he hecho con el corazón y la naturalidad de mi persona.
Lo cierto es que son ya 36 primaveras y los años pesan. "Ya no recupero como antes", sonríe el mediapunta sobre su madurez y recuerda cuando llegó a España siendo un niño, apenas tenía 17 años, y ahora en cambio es el más veterano de un vestuario. Caseta que comparte con un jugador que se podría pensar que está de vuelta, pero que el Rayo lo ha acogido con la ilusión de un niño.
¿Qué tal con James?
Es un jugadorazo de talla mundial que nos va a dar muchas alegrías. Nos estamos conociendo y él también está muy contento por cómo se ha abierto el vestuario con él.
¿Cómo lleva volver al barro?
Creo que los que han pasado por tantos lugares, no sólo equipos, sino en diferentes países y culturas es como un reinicio. Y este no es un club top, comparado con otros que han estado, pero creo que aquí ganan en calidad humana. Para cualquier futbolista, la cercanía que hay con la gente no la hay en ningún lado.
Falcao también fue todo un descubrimiento
Ya como futbolista lo tenía en un pedestal, pero cuando conoces a la persona, en el día a día, a su familia...te alegras por todo lo bueno que ha hecho en el fútbol. Nos ha alimentado y nos ha hecho ver un fútbol al que no estábamos acostumbrados y cada vez que él hablaba todo el vestuario se callaba y escuchaba porque eran palabras de aprendizaje y de una calidad humana tremenda.
Sin embargo, sólo hay un futbolista que está arriba en la lista de Óscar Trejo. Y no es Antoine Griezmann, al que se enfrentará este domingo en el estadio de Vallecas y al que admira por su habilidad de "cambiar un partido pese a no tocar el balón durante 10 minutos".
El mejor del mundo
Siendo argentino, la respuesta se presume, pero no se trata sólo por la habilidad de Lionel Messi en el terreno de juego donde dice que "te da cosa marcarlo porque te va a hacer pasar vergüenza" sino por la afabilidad en el trato del que es uno de los mejores jugadores de la historia.
"Te sorprende la sencillez y la humildad que maneja un tipo que podría tener el mundo a sus pies y al contrario, él es el que baja sus pies al suelo", revela un futbolista que pudo compartir equipo con el 10 y no sólo eso, sino ganar un Mundial, aunque finalmente no terminara entre los seleccionados. "Le decía a mi mujer que estaba emocionado todo el día, salía la energía sola. Fue un momento que vino de trabajar mucho tiempo en en este mundo y fue de esas cosas que te llenan el alma", confiaba Trejo sobre esa única espinita clavada en su carrera.
Porque cada etapa en la carrera del argentino, desde Boca Juniors al Mallorca, Elche, Sporting, Toulousse y Rayo, por dos veces, ha sido un momento de aprendizaje y de alegría aunque ninguno como cuando pudo cumplir su mayor sueño desde que se calzó sus primeras botas por las calles de Santiago de Estero. "Mi sueño era regalarle una casa a mis padres. Nosotros éramos cinco hermanos y vivíamos todos en un cuarto de 20 metros cuadrados. Cuando lo logré fue una sensación inexplicable y aún tengo la imagen en la cabeza", cuenta Trejo.