Jon Rahm celebra su victoria en Augusta.JUSTIN LANEEFE
Bastaba observar su mirada en los últimos hoyos para constatar que no iba a cometer ningún error. Aún iba casi mano a mano con Brooks Koepka, pero el estadounidense tendría que hacerlo excepcionalmente bien si quería pasar por delante de Jon Rahm. Es
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El Barça consiguió una cara victoria ante Osasuna. Ferran Torres, quien sigue atravesando un momento dulce, y Dani Olmo, de penalti, marcaron los dos goles de la primera parte, pero el de Terrassa se fue al suelo tras notar unas molestias musculares y las previsiones no parecen demasiado halagüeñas para una pronta recuperación. Justo cuando parecía estar afianzándose en los planes de Hansi Flick. Robert Lewandowski, tras una gran asistencia de Fermín, certeramente catapultado por Pablo Torre, se encargó de dictar sentencia cuando su rival amenazaba con más fuerza. [Narración y estadísticas (3-0)]
Ferran Torres no tardó en aprovechar la oportunidad para prolongar la buena relación con el gol que ha venido cultivando en los últimos tiempos. En poco más de 10 minutos, el Barça se puso por delante después de que el Tiburón aprovechara una buena asistencia de Alejandro Balde, perfectamente habilitado por Frenkie de Jong, para mandar el balón a la red. El tanto descolocó a un Osasuna voluntarioso pero que, sin Ante Budimir en el campo por decisión técnica, acabó por acercarse cada vez más a los dominios de Sergio Herrera. El guardameta pasó de villano a héroe en unos instantes solo para acabar recogiendo de nuevo el balón del fondo de su portería.
El arquero rojillo trabó a Olmo con su pierna derecha cuando el atacante, tras recoger un medido pase de Pedri, ya le había superado. Busquets Ferrer no dudó a la hora de señalar el punto de penalti, por mucho que Herrera protestara. El propio Olmo quiso encargarse de transformarlo, pero se encontró con una gran reacción del guardameta. El lanzamiento, no obstante, tuvo que repetirse. Moncayola había entrado en el área antes de tiempo y, a la postre, fue el que acabó por enviar el balón a saque de esquina. A la segunda, Olmo no perdonó.
Szczesny, imperturbable
La alegría por el 2-0 no tardaría tampoco demasiado en verse empañada por un contratiempo. Olmo sintió algo raro y se fue al suelo. La reacción de Flick, quien lanzó un improperio al aire tras el primer diagnóstico del doctor Pruna, no invita precisamente a abrigar buenas sensaciones. Sobre todo, en un momento en el que la temporada está entrando en su fase más decisiva.
Los azulgrana, inicialmente atenazados por esta desgracia, acabarían desperdiciando varias ocasiones. Los intentos de Lamine Yamal, con dos lanzamientos lejanos y de Ferran, con un servicio de falta directa que se estrelló en el travesaño, no encontraron el camino del gol frente a un rival que tuvo que mover tambièn su banquillo antes de tiempo.
En este caso, por unos problemas musculares de Iker Muñoz que acabaron por propiciar el ingreso de Rubén García. En tareas defensivas, eso sí, los barcelonistas siguieron mostrando sus mejores galas, con un Íñigo Martínez infranqueable y un Wojciech Szczesny imperturbable bajo los palos, que incluso se atrevió a regatear a un rival que trataba de complicarle.
Dani Olmo, en la acción del 2-0 en Montjuïc.AFP
Tal vez para evitarse más problemas en el centro del campo, Flick, quien ya había dado entrada a Fermín por Olmo en la primera parte, apostó por sustituir a De Jong y darle minutos a Pablo Torre tras el descanso. El cántabro dejó buenos detalles, pero Osasuna, ya con Budimir en el campo, poco a poco se fue convenciendo de sus opciones.
Al Barça le tocó apretar los dientes durante un buen puñado de minutos y fajarse en tareas defensivas, con Eric García mostrando una y otra vez acierto pese a llevar una amarilla a cuestas desde finales del primer acto. Pero, en cuanto pudo salir a la contra de forma rápida, aprovechando los riesgos que tomaba su rival, Fermín, tras una carrera desbocada, acabó encontrando a Lewandowski para que el polaco, suplente de inicio, dictara la sentencia definitiva con el 3-0. El gol del pichichi azulgrana permitió solventar la primera papeleta de un mes repleto de partidos para los azulgrana.
Con dos puñetazos asombró al mundo. El primero le hizo campeón del peso pluma de la UFC y el segundo le convirtió en leyenda. Ilia Topuria (Halle, 1997) ya mira en el retrovisor a luchadores míticos de las artes marciales mixtas como Alexander Volkanovski y Max Holloway. Derrotó a ambos en 2024, al primero en febrero y al segundo en octubre. Más que derrotarlos, les noqueó, algo que nunca le había ocurrido al luchador hawaiano, y su nombre empezó a sonar entre los mejores luchadores libra por libra de la empresa presidida por Dana White.
Ahora ocupa el cuarto puesto de la Ultimate Fighting Championship (UFC) y tiene delante a Álex Pereira, Jon Jones e Islam Makhachev, en ese orden. A los dos primeros no tiene opciones de enfrentarse, ambos en categorías de peso muy superiores al hispanogeorgiano y, además, Jones es uno de los peleadores favoritos del Matador. Pero al número uno no sólo puede sino que su gran objetivo este 2025 es enfrentarse a él en su propia categoría y una de las más competidas y atractivas de la UFC, donde por cierto pelea otro español, Joel Álvarez.
Topuria anunció que subiría al peso ligero este 2025. Se acabaron los dolorosos recortes para estar en los 65,8 y se le facilita esa última parte del training camp ya que puede dar 70,3 kilos en la báscula y no rebotando peso en 24 horas, un proceso muy exigente para el organismo. "Estoy cansado de dar oportunidades a los chicos pequeños", fue el recibimiento que le quiso brindar el dagestaní a su categoría. Pero con el crecimiento de popularidad del hispanogeorgiano, Makhachev abrió una puerta por la que Topuria quiere pasar. "Al 100% tendremos algún tipo de conversación. Habla todo el tiempo de mí. Probablemente, quiere algo de mí y me gustaría saber el qué. Lo veremos y hablaremos", concedió el ruso.
"Si alguien lo merece, es él"
El gran reto del Matador era enfrentar y ganar al mejor peleador actual de la UFC, pero debía colocarse en posición de poder aspirar a esa pelea con varias opciones abiertas. La primera y más obvia es conceder la revancha a Alexander Volkanovski, algo que aseguró que ocurriría segundos después de vencer a Max Holloway. "Lo volveremos a hacer, te lo mereces. Ha hecho siete defensas o más. Si alguien lo merece, es él. Vamos a hacerlo, hermano", dijo desde el octógono de Abu Dhabi a un Volkanovski presente en el enfretamaniento con el hawaiano.
Ilia Topuria golpea a Volkanovski.Getty
La segunda es esperar al daguestaní peleando desde las 155 libras y cortarle los posibles rivales para ponerse el primero en la lista de espera para el título del peso ligero. Así, las opciones principales y que más atraen al Matador pasarían por pelear con Charles Oliveira, algo que ya expresó públicamente, y si no también existiría la posibilidad de enfrentarse a Dustin Poirier. Y entonces llegó la invitación del entrenador de Makhachev, el mítico Khabid Nurmagomedov, "Si sube de peso y gana a alguien como Oliveira o Poirier, es el siguiente en la cola", admitía el preparador del team Khabib.
Con un pie en la puerta, el siguiente paso es elegir el salón y Topuria lo ha dicho en multitud de ocasiones que su objetivo es el Santiago Bernabéu en 2025. Las opciones del coliseo blanco eran limitadas, toda vez que Dana White no es muy propenso a grandes estadios por los problemas de visibilidad. Además, las veladas numeradas de la UFC, las más prestigiosas, estaban casi comprometidas para el próximo año y White, con el crecimiento de Topuria y la consolidación de Joel Álvarez sólo considera una de ellas para aterrizar en nuestro país.
El año de España en la UFC
Así, 2025 se presenta apasionante e incierto para el futuro de El Matador. Lo más lógico es que pelee entre abril y mayo, pero falta conocer el rival definitivo para sumar una nueva rosa a su cartilla de 16-0-0. El que seguro que no será es Connor McGregor, o McChicken, como le ha rebautizado el propio Topuria. "Los rumores de una pelea con McChicken son falsos. No peleo ni me interesa pelear con un violador", espetó el hispanogeorgiano haciendo referencia a la condena que recibió el irlandés por agredir sexualmente a una mujer en 2018.
Topuria celebra su título mundial.AP
2024 fue el año de Topuria, pero también lo fue el de España en la UFC. En las artes marciales mixtas hay que destacar las victorias de Joel Álvarez en el peso ligero. El asturiano sumó dos más a su cartilla y también por ko, como las 20 restantes. Y Dani Bárez se reencontró con la victoria en su pelea contra Victor Altamirano y para el año que viene habrá otro Topuria en el circuito. Aleksandre, hermano y asistente de Ilia, se estrenará en el peso gallo a principios del año que viene.Tantos años a la sombra del Matador, el pequeño de los Topuria reclamará los focos para él el año próximo.