Jon Rahm ha cerrado el año 2025 sin ningún triunfo en el campo de golf, aunque seguramente ha ganado la batalla más importante de la temporada tras el sorprendente anuncio de LIV Golf, que en 2026 ampliará una ronda más de competición en sus torneos, pasando de 54 a 72 hoyos. Un concepto, el de las tres vueltas, que fue una de las grandes señas de identidad de la gira saudita: la marca se construyó alrededor del número 54, que en números romanos dio origen al naming del circuito LIV.
El 72, en romano (LXXII), resulta ya indescifrable para los genios del marketing, pero la medida viene a reconfortar al jugador bandera de la gira, Jon Rahm, en una de sus reivindicaciones históricas desde que, en diciembre de 2023, hiciera el anuncio que conmocionó al golf. “Me río cuando la gente me relaciona con el LIV Golf. Nunca me ha gustado el formato”, declaró públicamente tres meses antes del fichaje. Ya como capitán de Legion XIII, suavizó su discurso: “Digamos que me va a costar un poco adaptarme para competir lo mejor posible en el golf de tres días”.
En dos años en la gira saudí, el jugador de 30 años ha ganado dos torneos de los 26 que ha disputado. En esas mismas dos temporadas, fuera del LIV Golf, ha disputado 13 torneos y su casillero se mantiene a cero, un bagaje exiguo para un jugador que, en siete temporadas, casi había alcanzado la veintena de triunfos.
¿Competir solo tres días tiene parte de culpa de los resultados de Jon Rahm? Nadie tiene una respuesta, pero tampoco nadie duda que el cambio será una buena noticia para el exigente nivel competitivo del jugador español. El jugador de Barrika, desde que arrancó en LIV, tomó este cambio como uno de sus caballos de batalla. “Es una victoria para la liga y sus jugadores”, reflexionaba ‘Rahmbo’ en el comunicado de prensa remitido por LIV Golf. “El movimiento a 72 hoyos es un paso lógico para la competición, para probarnos más intensamente, y con el crecimiento de público que estamos teniendo es algo que los fans ya estaban reclamando”.
Además, la medida podría contribuir a que el ranking mundial contemplara al LIV con mejores ojos y acabe otorgando los ansiados puntos al circuito.
La reacción del público
En general, y a los ojos del ‘circuito rebelde’, todos son parabienes ante el nuevo cambio, aunque, como recordaba esta semana Tyrrell Hatton en Abu Dabi, en una encuesta tras su primera temporada en LIV, solo tres jugadores reclamaron la posibilidad de un cambio a 72 hoyos. De los tres, uno fue Rahm y otro el propio Hatton. Si algo maneja bien el LIV es la comunicación interna entre sus propios jugadores, donde jamás habrá una crítica hacia dentro. Incluso Jon Rahm solo se atrevía a sugerir la posibilidad del cambio en conversaciones privadas y lejos de los focos de una sala de prensa.
El circuito sigue manteniendo su actual estructura con competición individual y por equipos en sus torneos, salidas a tiro por los diferentes hoyos y torneos sin corte. Desde dentro de la gira saudita, surgen los rumores que hablan de un posible corte como lo siguiente en implementarse, aunque no parece que sea algo inminente.
Entre los seguidores más acérrimos al LIV la medida no ha sido acogida con especial cariño, considerando una renuncia a una de sus más significativos valores de identidad y de marca. Más allá de las estrategias de comunicación, el cambio acerca más al LIV y sus jugadores al golf tradicional, y sobre todo genera optimismo en la estrella del Circuito, el dos veces ganador de la orden de mérito del LIV, Jon Rahm.





