Eurocopa 2024
Escocia-España
Capitán del Aston Villa, acumula 16 goles con la camiseta del rival de España este miércoles
Si le preguntaran qué cualidades cree que tiene un escocés, no duraría en nombrar la valentía, la garra, el tesón y la astucia. La imagen cinematográfica de Williams Wallace arengando a las tropas frente a los ingleses en el siglo XIV para mantener su independencia. Si a eso se le suma talento futbolístico, el resultado es que el ídolo escocés se llama John McGrinn. No es el capitán del rival de España, lo es el red Robertson, pero su personalidad trasciende. Y sus goles, 16 con la camiseta nacional, el último ante Chipre, también.
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Este centrocampista con llegada al área es el motor incombustible de Escocia y del Aston Villa. Su capacidad para correr ida y vuelta todo el campo es inagotable, con la misma facilidad para recuperar como para encontrar entre líneas a sus compañeros en ataque.
El destino de McGinn era ser futbolista. Lo había sido ya su abuelo Jack, que presidió el Celtic y la Asociación Escocesa de Fútbol, la segunda federación más antigua del mundo. También sus hermanos mayores, Stephen y Paul. De la pelota solo se escapó Katie, la gemela de John.
Pese a su vinculación emocional con el Celtic y la idolatría que profesaba por el delantero sueco Henrik Larsson, nunca vistió su camiseta. Su dos equipos escoceses como profesional fueron el St. Mirren, en segunda división, y el Hibernian de Edimburgo, con quien ganó la Copa de Escocia en 2016, algo que el club hacía 114 años que no lograba. Pero seguía estando lejos de la eterna batalla de dos entre Celtic y Rangers.
Un accidente y un mote
De su etapa escocesa le persiguen dos historias. La primera, una broma juvenil que a punto estuvo de costarle la carrera. Durante un entrenamiento con el St. Mirren, un compañero lanzó uno de los palos metálicos que marcaban el trabajo como si fuera una jabalina con tan mala fortuna que se clavó en la pierna de McGinn siete centímetros, pegado a la femoral. Tenía 17 años y sus padres lo sacaron de allí. La segunda es su mote, que aún le persigue: Meatball (albóndiga).
«Mi madre, en casa, me rapaba el pelo al dos, toda la cabeza, y mis amigos me decían que parecía una bola de carne», confiesa, sin perder la sonrisa, el centrocampista.
Hacer bromas es otro de sus puntos fuertes. En diciembre de 2020 se presentó en el entrenamiento del Aston Villa disfrazado de pavo para sorna de compañeros y empleados. John McGinn tienen en el bolsillo a los aficionados del Villa Park y a sus compañeros por lo que hace dentro y fuera del campo.
Mano a mano con Grealish
Llegó a Birminghan en agosto de 2018 para ayudar a los villanos a regresar a la Premier y allí formó pareja letal, otra vez dentro y fuera del terreno de juego, con el ídolo de la cantera: Jack Grealish. El entonces capitán no sólo le hizo de cicerone en el equipo, sino que abrió a este escocés las puertas de un selecto grupo de whatsapp de jóvenes estrellas inglesas llamado Los Vengadores.
En 2019, bajo estos lideratos, llegó el ascenso en el la final del playoff frente al Derby County de Frank Lampard. El gol de la victoria (2-1) lo marcó McGinn y su nombre entraba en la historia. Su peso en el equipo fue creciendo en el agosto de 2022, Steven Gerrard le hizo capitán. Eso sí, con una condición: «No tener que dar discursos de motivación. Ese no soy yo». Nada tiene McGinn de William Wallace.
La etapa del ex del Liverpool en el banquillo duró poco («aunque he aprendido mucho sobre mi posición de lo que él me decía», ha reconocido) y le sucedió Unai Emery, a quien reconoce su labor. «Nos ha hecho creer para hacer cosas que ni sabíamos que podíamos. El equipo tiene una idea», admite el capitán. En lo que no acaba de convencer al técnico vasco es en conseguir que le libere de las bandas o el pivote para pisar más la mediapunta, como con Escocia. Eso se refleja en sus números.
Suma 16 goles como internacional, tres en los últimos cinco partidos, y, si marca ante España, se convertirá en el séptimo máximo goleador escocés. Datos lejanos a los que tienen con los villanos, con quienes no marca desde noviembre de 2021. Con la camiseta nacional, se multiplica para intentar reeditar el éxito de llevar de nuevo a Escocia a una Eurocopa, como en 2020 después de 23 años alejada de los grandes torneos.