Fútbol femenino
La internacional española se sincera sobre todo lo que ha tenido que pasar desde el beso no consentido de Luis Rubiales: “He tenido que asumir las consecuencias de un acto que no provoqué yo”
Más de dos meses después del beso no consentido que Luis Rubiales, expresidente de la RFEF, le dio en la celebración de la consecución del Mundial femenino de fútbol, Jenni Hermoso ha roto su silencio en la revista GQ. La jugadora del Pachuca mexicano ha concedido su primera entrevista, en la que se posiciona abiertamente sobre todo lo vivido en los últimos meses.
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La madrileña lamenta haber tenido que sufrir mucho desde lo sucedido en Sidney. “He tenido que asumir las consecuencias de un acto que no provoqué, que no había elegido ni premeditado. He llegado a recibir amenazas, y eso es algo a lo que no te acostumbras nunca”, lamenta Hermoso, que habla de “cosas que no han sido normales nunca” y de que “por eso se ha generado tanto revuelo y, en concreto, se ha causado tanto daño hacia mi persona”
“Hace tres meses ni era campeona del mundo, que es lo máximo a lo que podía aspirar, y desde luego no me imaginaba estando en el punto de mira. Tengo muchas discusiones con una amiga porque no creo en el destino. Para mí son cosas que te pasan porque tú las has trabajado”, reflexiona Jenni, a la que GC ha concedido el premio Mujer GQ del Año 2023.
“Tener que contarlo una y otra vez me estaba haciendo mucho daño. Pero sé que lo tenía que soltar de alguna manera. Sigo trabajando en ello con la ayuda de mi psicóloga”, admite la futbolista, que destaca que “la salud mental es tan importante como el entrenamiento diario, como las horas que tengo que dormir para poder salir al campo. Gracias a ella me siento fuerte y no estoy derrumbada o pensando en no querer jugar más a fútbol. Nunca he perdido la ilusión”.
Hermoso habla sobre el apoyo de los futbolistas masculinos: “Entiendo que cada uno piense como piense y a mí también me encantaría poder centrarme solo en mi deporte, pero cuando ves situaciones injustas, tienes que estar de un lado o de otro”. “La gente me odiará o me querrá, pero tengo mi manera de pensar y no me importa decirlo abiertamente: el apoyo de ellos no sé si hubiera hecho todo más sencillo, pero desde luego nos hubiera ayudado mucho”, protesta.
“Agradezco muchísimo que tanta gente estuviera conmigo, con nosotras. Actrices, cantantes y futbolistas, algunas de ellas rivales con las que nos habíamos enfrentado en el Mundial, o la selección inglesa, a las que les ganamos la final. Todo eso me dio la fuerza para seguir y pensar que tenía que pasar por esto por todas. Hay muchas compañeras que necesitaban que alguien alzara la voz”, agradece Jenni en la entrevista, en la que también reflexiona sobre otros asuntos.
Experiencia internacional
“Cuando me fui a Suecia (2013) me encontré algo totalmente diferente a lo que había vivido en España. A las futbolistas se las trataba como se debe hacer con una profesional y el nivel de entrenamiento era más exigente. Ahí vi que el fútbol también era una manera de vivir para nosotras. En Francia (2017), sobre todo el contraste era económico.”
Conciencia social
“Siempre he vivido en un barrio humilde y es primordial tener en cuenta al trabajador…. A nivel personal, no peleo por un estatus. Para mí, mi vida es mi barrio, mi familia, mi gente, las cosas más básicas. Nunca haré nada solo por ganar más dinero. Poder luchar por esto [unas condiciones más dignas para las futbolistas] es otro orgullo y ahí sí que quiero hacerme notar. Si tengo que poner mi cara para conseguir un cambio, adelante.”
Fútbol femenino
“Con todo lo que ha pasado, creo que muchas de nosotras hemos sido más conscientes de lo que realmente significa la palabra ‘feminismo’, incluidas muchas amigas y familiares. Nosotras, en el fútbol, hemos vivido en primera persona la lucha por la igualdad. Nos han llamado caprichosas. Siempre se ha dicho que queríamos cobrar igual que los chicos y no era verdad. Me da mucha rabia que digan que el fútbol femenino no genera tanto como el masculino. Obviamente lo sabemos y nunca hemos pedido cobrar como ellos. Simplemente queríamos lo más básico, tener un salario mínimo, que se nos respetara y se nos diera la oportunidad de poder hacer algo muy grande. En cuanto la hemos tenido, hemos ganado un campeonato del mundo”.
Comunidad LGTBIQ`+
“Ver a Irene [Paredes] con su niño y su mujer en un Mundial es un ejemplo para las mujeres del colectivo. Y ese es también el mensaje que queremos dar, sobre todo a quienes les cuesta asumir ser de una manera por si les hacen daño”.
Gay y bisexual en el fútbol masculino
“Creo que se debe al prototipo de futbolista de toda la vida. El padre de familia, el que tiene su novia… Al jugador que se plantea salir del armario le faltan referentes y cree que perjudicará su carrera deportiva porque la sociedad no es tan inclusiva todavía. En cambio, las mujeres han tenido una mentalidad respecto a esto muy diferente. Han visto que era absolutamente normal. Doy gracias a aquellas mujeres que empezaron en este deporte, que crearon esa visión para todas las que vinieron después y eliminaron cualquier barrera”.