Decidió no jugar su partido de octavos ante De Miñaur como queja ante la mala programación del torneo. Completó su victoria ante McDonald cerca de las tres de la madrugada del jueves y vio cómo se le pedía volver a jugar en la sesión de día.
Sinner volea de revés ante McDonald.DIMITAR DILKOFFAFP
Jannik Sinner dijo basta y se bajó del Masters 1000 de Paris-Bercy. El torneo se queda así sin uno de sus principales atractivos como consecuencia de la negligente programación. El italiano, cuarto favorito, había completado su victoria frente Makenzie McDonald (6-7, 7-5 y 6-1) a las 2.37 de la madrugada del jueves y vio cómo se le invitaba a jugar su encuentro de octavos ante Alex de Miñaur en el cuarto turno de la jornada, alrededor de las cinco de la tarde.
“Lamento anunciar mi baja en el partido en Bercy. Terminé el encuentro cuando casi eran las tres de la madrugada y no me acosté hasta unas horas más tarde. Tuve menos de 12 horas para descansar y preparar mi próximo partido. Debo tomar la decisión justa para mi salud y mi cuerpo”, comunicó Sinner después de que el torneo confirmase su renuncia por “fatiga”.
Campeón este año en el Masters 1000 de Canadá, además de recientemente en Pekín y Viena, y en Montpellier a principios de temporada, el italiano argumentó que necesita llegar en condiciones a los dos grandes objetivos del final de la temporada: las ATP Finals, que se inician en Turín el día 12, y las Finales de la Copa Davis, con las que se cerrará el curso en Málaga a partir del día 21.
“Están cero preocupados por la salud de los jugadores en París”, lamentó su entrenador, Darren Cahill, en su cuenta de Instagram. Sinner recibió el respaldo de algunos compañeros, como Casper Ruud. “Bravo. Gran forma de ayudar a uno de los mejores del mundo para recuperarse lo antes posible. Pedir estar cuando terminó a las 2:37. Vaya broma”, apuntó el noruego. En la misma dirección se pronunció el veterano Stan Wawrinka, apuntando a la pasividad de la ATP.
Hace un año, Carlos Alcaraz se presentó en Queen's sin demasiadas pretensiones. Se trataba de probarse sobre una superficie casi desconocida, de afinar la raqueta y llegar en la mejor disposición posible a Wimbledon. Tras un comienzo difícil frente a Arthur Rinderknech, ganó el torneo. Poco después asaltaba el All England Club y derribaba en la final a Novak Djokovic. Este martes, en su primer partido tras levantar la copa en Roland Garros, el número dos del mundo inició la defensa del título en el torneo que le servirá de prólogo para Wimbledon ante el argentino Francisco Cerúndolo, con quien había peloteado recientemente, antes de conocer que el azar les haría confjuir de inicio. Sde impuso por 6-1 y 7-5, en una hora y 18 minutos y jugará este jueves en segunda ronda ante el vencedor del partido entre Mariano Narvone y Jack Draper, que se disputa este miércoles.
El español despegó como un tiro y se llevó el primer parcial en un suspiro, pero encaró después dificultades inesperadas. No le bastó con recuperar en el noveno juego el servicio perdido en los comienzos del parcial, pues fue a continuación, con su propio saque, cuando se topó con tres bolas de set adversas, ninguna de las cuales fue capaz de convertir el jugador argentino.
Acompañado por Samuel Sánchez, como ya sucediera en el venturoso 2023, Alcaraz cuenta ya con la experiencia adquirida. La hierba consiente menos distracciones que cualquier otra superficie, y bien pudo haberle cobrado la irregularidad en el segundo set, sobre todo tras una doble falta y una dejada que murió en la cinta. Aprovechó la puerta que le abrió su rival, incapaz de sostenerse con su saque en el tramo que se reveló definitivo.
"El primer partid en cada torneo nunca es sencillo, menos aún en hierba. Tenía que responder a las expectativas. Estoy contento con lo que he hecho. He superado situaciones comprometidas tanto con el saque como con el resto. Aún estoy aprendiendo cómo moverme y desenvolverme en esta superficie", comentó a pie de pista.
Al igual que sucediera hace algo más de dos años, cuando fue el suizo quien recibió los parabienes de Nadal en una carta a través de las redes sociales, Roger Federer ha querido responder, con la misma elegancia que le distinguió en la cancha y un punto algo edulcorado, en el adiós de quien fue su máximo rival.
"Empecemos por lo obvio: me ganaste. Mucho. Más de lo que yo pude ganarte a ti. Me desafiaste de maneras que nadie más podría. En tierra batida, sentí que estaba entrando en el patio trasero de tu casa y me hiciste trabajar más duro de lo que jamás pensé que podría hacerlo solo para mantenerme firme. Me hiciste reimaginar mi juego, llegando incluso al punto de cambiar el tamaño de cabeza de mi raqueta, esperando obtener alguna ventaja", escribe el ganado de 20 títulos del Grand Slam.
Sabido es que ambos se retroalimentaron durante su hermosa y prolongada rivalidad, que alumbró 40 partidos, 24 con victoria del español, aunque el último, en las semifinales de Wimbledon de 2019, cayese del lado de Federer. Nadal hizo mejor al ocho veces campeón de Wimbledon y Federer también hizo crecer al zurdo que le venció por primera vez en Miami, en 2004, y le llevó a los cinco sets en la final del mismo torneo un año más tarde.
"Y sabes qué, Rafa, me has hecho disfrutar del juego todavía más. Vale, quizá no al principio. Después del Abierto de Australia de 2004, llegué al número uno del ranking por primera vez. Pensé que estaba en la cima del mundo. Y lo estaba, hasta dos meses después, cuando entraste en la cancha de Miami con tu camiseta roja sin mangas, mostrando esos bíceps, y me ganaste de manera convincente. Todo ese rumor que había estado escuchando sobre ti, sobre este increíble jugador joven de Mallorca, un talento generacional, que probablemente ganaría un Grand Slam algún día, no era solo publicidad".
Nadal irrumpió en un momento en el que no se adivinaba oposición a Federer, que dominaba el circuito con absoluta autoridad. Las semifinales de Roland Garros, en 2005, fueron un punto de inflexión. Aunque el español llegaba ya avalado por su formidable paso por los torneos de arcilla, quedaba por ver si sería capaz de derribar a Federer. Y lo hizo.
"Ambos estábamos al principio de nuestro viaje y lo acabamos haciendo juntos. Veinte años después, Rafa, tengo que decirte: ¡Qué carrera tan increíble has tenido! Incluyendo 14 Roland Garros. ¡Histórico! Has hecho sentir orgullosa a España... Has hecho sentir orgulloso a todo el mundo del tenis", agrega Federer.
Un espectáculo inigualable
La serie se prolongó durante tres lustros y cada uno de sus enfrentamientos era celebrado como uno de los mejores espectáculos del deporte, por su contraste de personalidades y estilos, por el juego limpio que siempre acompañó a sus duelos, que tuvieron en la final de Wimbledon de 2008 su más categórica manifestación.
"Todavía te agradezco que me hayas invitado a Mallorca para ayudar a lanzar la Rafa Nadal Academy en 2016. En realidad, me invité yo mismo. Sabía que eras demasiado educado como para insistir en que estuviera allí, pero no quería perdérmelo. Siempre has sido un modelo a seguir para los niños de todo el mundo y Mirka y yo estamos muy contentos de que nuestros hijos haya entrenado en tus academias", agrega el ex número 1 del mundo, que muestra su gratitud por la presencia de Nadal en la Laver Cup donde él dejó el tenis y evoca las lágrimas compartidas.
"No soy una persona muy supersticiosa, pero tú lo llevaste al siguiente nivel. Todos su proceso. Todos esos rituales. Juntar tus botellas de agua como si fueran soldados de juguete en formación, arreglarte el pelo, ajustar tu ropa interior... Todo eso con la máxima intensidad. En secreto, me encantaba todo el asunto. Porque era tan único, tan tú", detalla, entrando en el terreno de lo más anecdótico.
Málaga espera su presencia en el Martín Carpena para participar presencialmente en la despedida de Nadal.
A la hora de recapitular, no resulta fácil escoger los instantes señeros del largo y triunfal paso de Rafael Nadal por Roland Garros, pues han sido 116 partidos los que ha protagonizado en la que será siempre su tierra infinita. Hasta este lunes, hasta esta digna derrota frente a Alexander Zverev, sólo Novak Djokovic, en dos ocasiones, y Robin Soderling habían sido capaces de vencerle. Ahí van algunos de sus encuentros más significativos en sus 19 presencias en el torneo.
3/6/2005. Roger Federer
Llegaba avalado por un formidable curso sobre arcilla. Campeón en Montecarlo, en el Conde de Godó y en Roma, tenía ante sí a Federer, número 1 del mundo, en los albores de la que iba a ser una de las rivalidades más hermosas del deporte. El partido se prologó en Roland Garros como si se tratase de la lucha directa por el título, con el olfato promocional de confrontar a dos personalidades distintas y complementarias, dotadas de un enorme glamour. En el día de su 19º cumpleaños, Nadal venció al suizo por 6-3, 4-6, 6-4 y 6-3, antes de imponerse dos días más tarde a Mariano Puerta, para ganar el primero de sus 14 títulos.
31/5/2009. Robin Soderling
Fue su primera derrota en el torneo. Se despidió en octavos de final. Robin Soderling le superó por 6-2, 7-6 (2), 4-6 y 7-6 (2). Condicionado por una lesión crónica en el tendón rotulianode la rodilla izquierda, no podría defender el título conquistado un año antes en Wimbledon.
24/5/2011. John Isner
Ya pentacampeón, recuperado plenamente el pulso tras el accidente ante Soderling, Nadal hubo de salvar una primera ronda de alto riesgo. Ahí estaba John Isner, dispuesto a hacer valer sus 2,08 metros, para amenazar con la voladura de todos los barruntos en uno de los encuentros más delicados que el español ha encarado en su torneo. Necesitó cuatro horas y un minuto para acabar imponiéndose por 6-4, 6-7 (2), 6-7 (2), 6-2 y 6-4 y poner rumbo al sexto título.
7/6/2013. Novak Djokovic
Superado en cuatro sets por Nadal en la final de 2012, Djokovic envidó de nuevo en las semifinales de la siguiente edición. Ese partido se recordará, entre otras muchas razones, por el punto en el que el serbio tocó la red tras conectar una sencilla volea antes de que la pelota diera el segundo bote. Lo perdió, tal como dicta el reglamento. Mandaba 4-3 y saque en el quinto. Estaban 40-40. Nadal, presto a la reclamación en cuanto observó el desenlace de la jugada, venció por 6-4, 3-6, 6-1, 6-7 (3) y 9-7, después de cuatro horas y 37 minutos.
3/5/2015. Novak Djokovic
El annus horribilis. En un momento crítico, que le hizo meditar incluso con la posibilidad de su retirada, Nadal varó en cuartos de final ante el serbio: 5-7, 3-6 y 1-6. Era la consecuencia lógica de un tránsito decepcionante en la gira previa sobre arcilla, una inquietante secuencia a la que sabría poner remedio.
11/6/2017. Stan Wawrinka
A la derrota ante Djokovic le siguió el año siguiente una lesión que le impediría disputar la tercera ronda ante Marcel Granollers. Es por ello que el título de 2017, 6-2, 6-3, 6-1 a Wawrinka, en una edición en la que no concedió un solo parcial, posee un extraordinario valor.
Nadal abandona la Philippe Chatrier, este lunes.Jean-Francois BadiasAP
9/6/2019. Dominic Thiem
La segunda de las finales ante Dominic Thiem, quien se había vislumbrado como su heredero, supuso la cerfificación de que a Nadal aún le quedaban algunas vidas en París. El español venció por 6-3, 5-7, 6-1 y 6-1. Thiem se llevó un set, a diferencia del año anterior, pero su revés a una mano volvió a sangrar demasiado ante el drive de plomo del zurdo.
11/10/2020. Novak Djokovic
Fue el Roland Garros de la pandemia. Mes de octubre. Frío casi invernal en París. El cambio a pelotas Wilson tras una década con Babolat generó beligerantes protestas del español: «Las bolas son una piedra, peligrosas para la salud», llegó a decir, incómodo desde el primer día por las circunstancias excepcionales en las que se desarrolló el torneo. Otra vez sin entregar un solo set en toda la competición, asestó a Djokovic una de las derrotas más crueles en su cara a cara: 6-0, 6-2 y 7-5.
29/5/2022. Felix Auger-Aliassime
Sólo tres hombres, Djokovic, Isner y el canadiense, pudieron llevarle a los cinco sets en Roland Garros. A Auger-Aliassime no le bastó con completar uno de los mejores partidos de su vida en aquellos octavos. Nadal ganó 6-3, 3-6, 2-6, 3-6 y 6-3.
5/6/2022. Casper Ruud
El noruego, puro ADN de tierra, bola pesada, tenista loado por los técnicos, algo aburrido para el público de a pie, había tomado el relevo de Thiem, con la nominación para hacerse grande en Roland Garros. Nadal le avasalló, 6-3, 6-3 y 6-0, para conquistar su decimocuarto título, el último de una cadena irrepetible.