El extremo, con su imagen de ‘chico terrible’ ,se ha abierto hueco en el once europeo de Guardiola. Su amigo y capitán del Aston Villa, John McGinn, destaca a El Mundo su cambio: “Siente más confianza para sacar su clase”
A los 15 años, en su casa de Solihull, a las afueras de Birmingham, Jack Grealish vio un documental sobre George Best. Le marcó que la leyenda del Manchester United tuviera orígenes irlandeses, como él mismo, pero sobre todo que fuera irreverente y desafiara las normas en un fútbol rudo donde los destellos de clase hacían que cualquier vicio o extravagancia fuera perdonable. Eso se ejemplificaba en las medias bajadas hasta los tobillos, algo que aquel chaval que soñaba con despuntar en el Aston Villa quiso copiar. «Es algo que he hecho toda mi vida y lo seguiré haciendo. Varios árbitros me han advertido que debería llevarlas en la rodilla, pero no lo voy a hacer». Pocas cosas hace Grealish porque deban ser así, pero una de ellas será escuchar todo lo que Guardiola le encargue para salir del Bernabéu con un pie en la final de la Champions. No quiere verse humillado como hace un año. A diferencia de entonces, su papel es hoy más protagonista.
El extremo, que llegó al City la pasada temporada a cambio de 117 millones de euros, tiene hueco en el once europeo del técnico. Ha disputado todos los partidos de Champions y entiende el papel que juega desde que Haaland es la referencia en ataque. Estira el equipo, se apoya en Rodri y De Bruyne -otro de sus ídolos- y dribla con la misma confianza que un brasileño buscando al noruego.
Así se lo cuenta a su buen amigo y capitán del Aston Villa, John McGinn. «Hablo con Jack muy a menudo de qué es lo que le aporta Pep y de cómo entiende el fútbol, y más ahora que yo también tengo un entrenador español como Emery. Es cierto que ha mejorado su juego con el estilo del City y está teniendo mucho éxito desde que siente más confianza para sacar la clase que tiene. Creo que, aunque el Madrid tiene a jugadores como mucha experiencia en la Liga de Campeones, esta vez el Manchester City es el favorito», vaticina el centrocampista escocés en conversación con El Mundo.
A McGinn la amistad con Grealish le ayudó a adaptarse a la vida en Birmingham y le codeó con Los Vengadores, la generación de jóvenes jugadores ingleses que mantienen relación por whatsapp y en la que se coló este escocés. Lo que no copió es la polémica que acompaña desde siempre a su amigo.
De la comida china al pub
No solo por jugar en el Aston Villa le encaja el apodo de ‘villano’. Otra vez la referencia a George Best. En 2015, con el equipo peleando por evitar el descenso, fue descubierto inhalando óxido de nitrógeno en una discoteca e incluso tras un partido contra el Everton se quedó en la ciudad de fiesta. Acumuló sanciones y provocó la ira del entonces propietario, el empresario chino Tony Xia, pero el difícil momento deportivo del club le llevó a darle las riendas en Championship. Y brilló. Con su cinta en el pelo, con un aire al primer Beckham, se convirtió en el líder que los devolvería a la Premier. Juró que solo saldría de Birmingham por una propuesta irrechazable para él y para el club, y ésa le llegó en el verano de 2021. Imposible decir no al City, como también lo es contenerse.
De nuevo el recuerdo de Best. Grealish se confiesa amante de los pubs que rememoran los 80, le encanta «salir a soltarse la melena» y es capaz de pedir comida china, eso sí gourmet y del mejor local de Manchester, Wing’s. Ni siquiera escucha las recomendaciones de Haaland. «Me dice, ‘oye, no salgas esta noche de fiesta’ y le digo que se calle y se vaya a tomar su baño de hielo. Él se va a casa y se sienta con su familia y pide comida para llevar. A veces esa es mi elección, pero a veces me gusta salir y soltarme el pelo. No me voy a sentar aquí, mentir y decir que no salgo. Me encanta relajarme en el bar. Por eso en verano me voy a comprar una peluca…”, confiesa en una entrevista reciente al Mail Sport.
A su cuidada imagen de ‘chico malo’ también le saca mucho rédito fuera de los terrenos de juego. Con seis millones de seguidores en Instagram y el dorsal 10 a la espalda, es imagen de Puma, de Gucci y tiene contratos firmados con marcas como los cromos Panini o EA Sport o la marca de artículos de sonido Bosé. Genio indomable en el campo y marketing fuera.