J.J Spaun, el mejor superviviente, gana el US Open embocando desde 19 metros

J.J Spaun, el mejor superviviente, gana el US Open embocando desde 19 metros

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Pase lo que pase ya en 2025 J.J. Spaun es el personaje revelación del año golfístico. El nuevo e impredecible ganador del US Open ya avisó en mayo, llegando hasta el desempate del The Players Championship, donde cayó de forma rotunda ante Rory McIlroy. Entonces, muchos no le tomaron en serio. Sus comienzos no fueron fáciles; en 2014 desembarcó en el Circuito Canadiense, donde apenas superó los 800 dólares en ganancias. Hoy, con 34 años, en las horas previas al desenlace de su primer major, recordaba los momentos más duros donde más de una vez llegó plantearse dejar la competición.

En un panorama donde en los últimos nueve años de ganadores de majors no ha habido lugar para las sorpresas, el último underdog desde Danny Willett (ganador del Masters de 2016) aprovechó su oportunidad: desafió a la lluvia, a los mejores del mundo y al campo más duro del planeta.

Hasta cuatro jugadores llegaron a los últimos cuatro hoyos empatados en +1. Adam Scott encadenó dos bogeys consecutivos en los hoyos 13 y 14. Sam Burns, gran dominador del torneo, fue el segundo en caer tras un doble bogey en el 15. El norteamericano se tomó mal que no le concedieran el alivio por acumulación de agua en la calle. Luego fue el inglés Tyrrell Hatton, que se peleó con el rough del hoyo 17 hasta cometer bogey en la mejor oportunidad de birdie del campo. Robert MacIntyre hizo el birdie en el 17 para dejar el resultado de +1 en casa-club, soñaba el escocés en convertirse en el primer ganador zurdo del US Open, curiosamente el único major que no ha ganado ningún jugador que juegue a izquierdas.

Desenlace vibrante

Pero Spaun que llegaba a los dos últimos hoyos con +1, pegó en el 17 el que parecía el mejor golpe de su vida. Su drive en este par cuatro se paseó por la bandera y con dos putts logró el birdie y llegar al hoyo 18 como líder en solitario y único jugador al par del campo. Los nervios podrían ser ahora su peor enemigo. Salida a la calle y, con el hierro 6, recorrió los 180 metros para poner la bola en el green, pero a 19 metros del hoyo. Dos putts serían suficientes, aunque no parecía empresa sencilla. Y de repente, la bola de Spaun recorrió con la fuerza perfecta y terminó desapareciendo en el hoyo en un delirante birdie que enloqueció al público del 18, que terminaría coreando ‘USA, USA’, ya con la mirada puesta en la Ryder Cup de Bethpage. No pudo el norteamericano contener la emoción junto a su mujer y sus dos hijas pequeñas. Con -1, único jugador bajo el par y ganador del US Open.

Jon Rahm protagonizó, con 67 golpes, junto a McIlroy, la mejor ronda de la última jornada. El de Barrika lo hizo cerrando con tres meritorios birdies finales y rescatando un top-10, el segundo consecutivo en majors. “Ha habido dos claves, la primera que he estado muy bien desde el tee… y la segunda, los putts de larga distancia en Oakmont, he dejado la mayoría dados”, analizaba el único ganador del US Open en la historia del golf español.

Rahm finalizó octavo con +4, compartiendo posición con el número uno del mundo, Scottie Scheffler, que, pese a sus 70 golpes, transmitió sensaciones de absoluto dominador del golf. Scheffler se dejó en los greenes de Oakmont muchas y buenas opciones de birdie que no terminaron de encontrar hoyo.

kpd