“A estas horas, no va”. El mensaje que sale del Real Madrid habla de la intención de su presidente, Florentino Pérez, de no acudir el próximo sábado al palco del estadio de Montjuic, donde se disputa el primer clásico de la temporada (16.15 horas).
Al parecer, el máximo dirigente blanco sí tenía pensado acudir y sentarse junto a su homólogo azulgrana, Joan Laporta, pero parece haber cambiado de opinión. El tuit de un directivo del Barça el pasado martes contra Vinicius podría haber sido el detonante de ese cambio de planes. El portavoz adjunto del club, Miquel Camps, escribió: “No es racismo, se merece una colleja por payaso y vacilón, ¿qué representan estas bicicletas innecesarias y sin sentido en el centro del campo?”. Lo hizo después de una jugada del futbolista en el partido ante el Sporting de Braga.
De confirmarse la ausencia, sería la segunda de Florentino en menos de un año. El pasado 19 de marzo, en el primer clásico que se disputaba bajo la sombra del ‘caso Negreira’ (que había estallado el 15 de febrero), Pérez tomó la decisión de no ir al palco por primera vez desde que preside el Real Madrid. “A estas horas, no va”, insisten en el club blanco. Y no parece probable que cambie de opinión.
Jude Bellingham se liberó en el Veltins Arena. A sí mismo y a toda Inglaterra. Un país ansioso y una selección temblorosa que se salvaron de caer al precipicio gracias a una chilena del futbolista del Real Madrid en el minuto 95. Como si todavía siguiera en el Santiago Bernabéu. Un gol que forzó la prórroga y sirvió para responder a toda la "basura", así lo llamó el jugador, que habían lanzado sobre él y sobre la plantilla en los últimos días. "¿Quién más? ¿Quién más? (Who else? Who else?)", gritó el futbolista cuando se levantó del suelo tras realizar la chilena. Mano a la oreja, haciendo como que escuchaba los comentarios.
"Estábamos a 30 segundos de irnos para casa, de tener que escuchar toda la basura, sintiendo que dejábamos caer a nuestro país y a nuestra gente...", respondió, a pregunta de este periódico, en la sala de prensa de Gelsenkirchen. "Pero en 30 segundos, una patada a un balón puede cambiarlo todo". Y tanto que lo cambió.
Para saber más
Las crónicas ya escritas, las críticas, los comentarios negativos, la posible destitución de Southgate, las dudas sobre el futuro de Harry Kane en la selección... Todo cambió con la chilena.
No es el primer gol que Bellingham anota tan tarde, pero seguramente sí sea el más emocional. Anotó en el minuto 91 el 3-2 del clásico contra el Barça en la segunda vuelta liguera, el 1-2 en el 92 del primer clásico de Liga, el 1-0 contra el Unión Berlín en el 94, el 2-1 contra el Getafe en el 95... Y además, vivió de cerca el doblete de Joselu ante el Bayern.
"Es un sentimiento que no me gusta porque vas perdiendo, pero que cuando lo consigues sienta genial. Es un hábito que aprendí en Madrid, donde mi juego ha mejorado, y estoy orgulloso de haberlo traído hasta este partido", argumentó sobre el gol en el minuto 95.
"Más allá de lo que la gente pueda decir. He hecho esto en el Madrid, lo he hecho con Inglaterra antes... Estoy feliz de ayudar al equipo", continuó.
"Uso la 'basura' como gasolina"
A partir de esa respuesta de orgullo, llegaron los golpes de revés a todos aquellos que habían dudado de él y de la plantilla durante los últimos días. Algo que, admite, ha llegado a tomarse como "personal".
"Durante la semana pasado ha sido muy duro mantener la energía negativa lejos de la concentración. Creo que hoy estaban ya preparados para darnos caña otra vez... Jugar con Inglaterra es increíble pero también hay mucha presión. La gente habla mucha basura y creo que tienes que tomártelo un poco a lo personal, y a veces está bien usarlo como gasolina y devolvérselo".
Sobre el gol, que a muchos recordó al de Cristiano Ronaldo ante la Juventus en Champions League, dijo que "probablemente" sea el mejor de su carrera. "Es uno de los mejores goles en la historia de nuestro país", se animó a catalogar Harry Kane. "Es lo que hace Jude, nos ha mantenido vivos. Qué jugador", le elogió el capitán inglés en la entrevista pospartido, donde también le defendió: "Se ha hablado mucho sobre él en los últimos días y ha mostrado lo que puede hacer en los momentos importantes".
Unos minutos más tarde y con la ducha calmando ánimos, la zona mixta del Veltins Arena fue un poco más seria. Como decíamos, el ambiente entre el vestuario de la selección y los periodistas ingleses ha sido muy tenso durante estas semanas, con duras críticas al seleccionador y a las estrellas por parte incluso de leyendas como Lineker o Shearer. Quizás por eso, los futbolitas pasaron por el pasillo con gesto serio y la mirada fija en el autobús, casi sin hablar salvo los que tenían la obligación por los contratos con la UEFA. Va a ser una semana larga en la concentración, pero están vivos y les espera Suiza en cuartos.