El Barça de Hansi Flick, imparable hasta el momento en la Liga, se enfrenta ahora a toda una prueba de fuego. Los azulgrana se estrenan este jueves en la nueva versión de la Champions a domicilio ante un Mónaco que, en el último partido de la pretemporada, el tradicional trofeo Joan Gamper, arrolló a los barcelonistas ante su público en Montjuïc venciéndoles por 0-3. El cansancio, a causa de la exigente preparación física seguida para poner a punto toda la maquinaria, fue señalado como uno de los posibles motivos de una debacle de la que los jugadores locales tomaron muy buena nota.
El hecho de que el equipo monegasco, que jugó tal ocasión con uniforme completamente blanco, citara parte del himno más clásico del Real Madrid para celebrar su victoria en sus redes sociales le sentó a más de uno como una patada en el estómago. Algo de lo que, seguro, buscarán tomarse la revancha en el Luis II.
La máxima competición europea no ha sido muy positiva para los azulgrana en los últimos años. En las temporadas 2021-22 y 2022-23, acabó por verse descabalgado finalmente a la Europa League. El curso pasado, mientras, logró clasificarse como primero de grupo con algo de suspense. Tras firmar un arranque muy positivo, con tres victorias consecutivas frente al Amberes (5-0) y el Shakhtar (2-1), en casa, y ante el Oporto (0-1) a domicilio, cayó en Ucrania (0-1) y en Bélgica (3-2) y acabó siendo líder gracias a su triunfo en casa ante los portugueses conseguido en la penúltima jornada (2-1).
Las buenas sensaciones cosechadas frente al Nápoles, en los octavos de final, y la ida de los cuartos de final ante el PSG en el Parque de los Príncipes, con su victoria por 2-3, mientras, fueron cruelmente rotas por los franceses con un 1-4 en Montjuïc que empezó a fraguarse con la expulsión de Araujo cuando los locales mandaban por 1-0 en el marcador.
Lesiones en el mediocampo
Ante el Mónaco, además, a Flick le tocará buscar soluciones para un centro del campo que sigue sufriendo una particular sangría de efectivos. Marc Bernal no podrá jugar hasta el año que viene, Frenkie de Jong y Gavi ya están trabajando con el grupo, pero siguen sin recibir el alta, Dani Olmo se lesionó ante el Girona y estará un mes de baja y Fermín, que parecía que podía estar a punto para medirse al equipo del Principado, volvió sufrió una lesión en el recto anterior del muslo derecho y deberá permanecer en el dique seco durante tres semanas. Puede que a otros, en estas circunstancias, les temblara un poco el pulso, pero no al alemán, quien está muy pendiente de los jóvenes talentos del club.
Si para el duelo en Montilivi ya dio la sorpresa al llevarse a Guille Fernández, en esta ocasión no sólo ha vuelto a incluir en su lista a este joven centrocampista, de 16 años, sino que también se ha llevado a su primo, Toni Fernández. Los dos dejaron su marca en el partido entre el Barça Atlètic y el Ourense, de Primera RFEF, con dos tremendos golazos.
Otros dos jugadores del filial, Sergi Domínguez y Andrés Cuenca, ambos centrales, entraron también en su convocatoria. Otro joven, aunque con ficha del primer equipo, un Pablo Torre que parece estar convenciéndolo bastante, sería otra posibilidad para apuntalar el centro del campo. O, incluso, retrasar a la medular a un jugador que le ha estado dando un gran rendimiento en punta en los últimos partidos, Raphinha. Sobre todo, tras la tan esperada alta médica de un Ansu Fati que arde en deseos de recuperar su mejor versión bajo las órdenes del alemán.
El delantero español no juega desde el pasado mes de mayo, cuando disputó 10 minutos con el Brighton ante el Manchester United. Cayó lesionado, el conjunto inglés no quiso seguir con sus servicios y volvió a Barcelona con la esperanza de llamar la atención de Flick. Ahora tendrá una oportunidad.
A sus 21 años, el curso pasado disputó 22 partidos, 19 de ellos con el Brighton, y no ve puerta desde noviembre de 2023. Su último partido con el Barça fue en agosto del año pasado, hace más de 12 meses.