España se clasifica para cuartos con un gol en el último segundo de Aleix Gómez y le sonríe la suerte

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En estos Juegos Olímpicos de París, España sólo tenía un día de obligaciones, un día de ganar o fracasar, un día que marcaría su participación: era este. Y en ese día jugó mejor que nunca. Y en ese día sufrió como nunca. Desde su buen debut ante Eslovenia, venía la selección que dirige Jordi Ribera asomándose al abismo, perdiendo ante Suecia y Alemania en dos partidos en los que pudo sentenciar su pase a cuartos de final. Pero en el encuentro clave, en el cierre de la fase de grupos, ante Croacia, dominó, aguantó y ganó.

Un gol de Aleix Gómez en el último segundo dio la victoria por 32-31, España se clasificó para los cuartos de final del próximo miércoles y, además, lo hizo con cierta suerte. Por el resto de resultados, su primer rival será Egipto, posiblemente la selección con menos nombre de las que quedan, aunque venga de ganar a Noruega y empatar con Francia. Con Juan Carlos Pastor al frente, el equipo africano es muy guerrero, muy luchador, muy equipo, pero la otra opción era enfrentarse a la Dinamarca imbatida o quizá imbatible. Las medallas son posibles.

Como en los encuentros anteriores, el éxito de España pasaba por correr y esta vez sí corrió. Hasta el último segundo tuvo que hacerlo, desde los primeros minutos lo hizo. Con el impulso de los velocísimos Kauldi Odriozola, Daniel Fernández y Aleix Gómez, la selección disfrutó de varios contraataques para contrarrestar la férrea defensa croata.

Para todo lo demás estaba Alex Dujshebaev. Desde que Ribera es seleccionador, todo el grupo se ha acostumbrado a un reparto de minutos igualadísimo en el cual es imposible saber quién es titular y quien suplente, quien es más importante y quien menos, pero en los momentos decisivos siempre aparece Dujshebaev. Líder del ataque desde el central, más pasador que goleador, hizo jugar a los suyos y sirvió balones a los pivotes, Abel Serdio y Javi Rodríguez.

La contra final

A partir de la primera ventaja (8-4, min. 10), España controló el marcador, aunque Croacia apretaba y aflojaba, apretaba y aflojaba. En un partido en el que ambas selecciones se lo jugaban todo, seguir en los Juegos o marcharse para casa, no hubo ninguna tregua. La selección balcánica forzó el empate (8-8, min. 14), luego se dejó ir (12-8, min. 20 o 20-15 al descanso), volvió a acercarse (20-18, min. 37) y luego perdió terreno.

Y así todo el partido. Mientras España exponía toda su variedad en el juego, Croacia planteaba el encuentro a partir de dos máximas: su portero y sus mejores lanzadores. El cancerbero, Dominik Kuzmanovic, encadenaba rachas de acierto y sus laterales, Ivan Martinovic e Zvonimir Srna, le acompañaban. Así en los últimos minutos, lograron igualar el marcador (29-28. min. 55), disparar los nervios y hacer temblar a España. Pese a que dos goles de Ian Tarrafeta y una superioridad por un pelotazo a Gonzalo Pérez de Vargas llevaban a la victoria, varias malas decisiones en ataque llevaron a la igualada a falta de seis segundos (31-31). Un empate era temible, significaba cruzarse con Dinamarca en cuartos, pero un saque rápido y otra carrera de Gómez salvó a la selección. Al final, triunfo y una clasificación con cierta suerte.

kpd