Entrevista al tío de Rubiales: “Le dije a Luis en el chalé de Salobreña: ‘¡Te has vuelto loco, estas chicas tienen 18 años, podrían ser tus hijas!'”

Entrevista al tío de Rubiales: "Le dije a Luis en el chalé de Salobreña: '¡Te has vuelto loco, estas chicas tienen 18 años, podrían ser tus hijas!'"

Juan Rubiales

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El tío de Luis Rubiales y ex Jefe de Gabinete del presidente suspendido de la RFEF rompe su silencio en una entrevista con este periódico

Juan Rubiales (Motril, 1961) fue durante varios años el hombre de máxima confianza de Luis Rubiales en la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y una de las personas que estuvo a su lado durante los primeros grandes escándalos de su mandato. El ya ex máximo dirigente del fútbol español confió la Jefatura de su Gabinete al hermano de su padre, un veterano periodista, que ya le había ayudado previamente a hacerse con el control de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).

Tras varias temporadas de estrecha colaboración en la RFEF, Luis Rubiales le retiró abruptamente el apoyo a su pariente, le espetó un día en su despacho que no volviera a llamarle “Luis”, sino “presidente”, y se comenzó a incubar una tormenta que desembocó años después con la declaración voluntaria de Juan Rubiales ante la Fiscalía Anticorrupción, desvelada por EL MUNDO y en la que relató un rosario de escándalos protagonizados por su sobrino, que ahora investiga la Justicia.

Juan Rubiales rompe su silencio en una entrevista con este periódico coincidiendo con la suspensión por parte de la FIFA de Luis Rubiales por el beso a Jenni Hermoso, que ha puesto punto y final a la convulsa etapa de su pariente como máxima autoridad del fútbol en España.

¿Le sorprendieron las imágenes de su sobrino en la final del Mundial Femenino conociéndolo como le conoce?
No me sorprendieron, pero sí me impactaron. Luis Rubiales siempre ha sido un hombre con un claro tinte machista, muy arrogante, con actitudes propias de Torrente. Él no quiere ser un político, sino un guerrero, pero la sociedad española ha cambiado, ha marcado unas líneas rojas y le ha dicho que esto no se puede hacer.
¿Cuándo empezó a trabajar con su sobrino?
Cuando se presentó a la elecciones de AFE [Asociación de Futbolistas Españoles] ya me pidió que le ayudara en su candidatura, y cuando concurrió a la RFEF le hice el programa, los lemas, aquello de que ‘El cambio es imparable’. Cuando pasaron las elecciones, me dijo que había un cargo de libre designación, que era el de jefe de Gabinete del Presidente, y me fui a trabajar con él. Cuando llegamos a la RFEF y vimos lo que había la llamamos ‘El Titanic’, y diseñamos un proyecto para modernizarla. Lo mejor que tenía eran sus profesionales y los reforzamos con fichajes muy buenos como Ana Muñoz, al frente de Integridad, Velasco Carballo al frente de los árbitros o Marisa González para que se hiciera cargo de la Comunicación.
¿Por qué se rompió la relación entre ustedes?
Esto es como los matrimonios. El primer desencuentro se produjo cuando me dijo que nunca más le llamara ‘Luis’, sino ‘presidente’, y me dejó claro que él no se equivocaba porque era el máximo responsable. Que, en todo caso, me equivocaba yo porque era un empleado. A partir de ese momento le empezamos a llamar ‘Kennedy’. No quería a su alrededor gente que le llevara la contraria. Durante última conversación que tuve con él me dijo: ‘Tío, tenemos que buscar la fórmula para que a mi padre le llegue dinero todos los meses desde la RFEF’. Le contesté que no iba a participar en eso y le dije ‘¿de qué vas?’. Me contestó: ‘Vete de aquí que no te quiero ni ver. Ya sé de qué vas”.
Todo estalla durante la primavera de 2022 con la publicación del contenido del teléfono de su sobrino, que previamente había entregado a una empresa de seguridad para que se blindara. ¿Qué es exactamente lo que quería que no trascendiese?
Dos días antes de destituirme como jefe de Gabinete, fue a una empresa que decía que había trabajado para el Centro Nacional de Inteligencia. Estaba obsesionado con que el presidente de la Liga, Javier Tebas, le espiaba, y no quería que salieran las conversaciones que tenía almacenadas en su teléfono.

En ese terminal guardaba, entre otras cuestiones, los contratos firmados con Arabia Saudí para llevarse allí la Supercopa de España previo pago de comisiones millonarias a Gerard Piqué. ¿Cómo fue la negociación de ese acuerdo?
La propuesta de Arabia Saudí se la hizo Piqué, y un día Luis me dice que se tiene que ir a Londres por un tema secreto. Cuando vuelve, me cuenta que ha firmado un preacuerdo con los saudíes. Nos llevamos las manos a la cabeza, le dijimos que cómo había hecho eso con un país que no respetaba los derechos humanos, así que encargó rápidamente un informe que justificara lo que había hecho. Hubo una propuesta de Qatar para quedarse la Supercopa, pero la rechazó porque Piqué no era intermediario y no se llevaba comisión.
¿Por qué decidió tras las primeras informaciones publicadas por ‘El Confidencial’ acudir voluntariamente a la Fiscalía Anticorrupción?
Luis Rubiales me había destituido y sometido a un proceso de acoso, me tuvo cinco meses en casa sin trabajar. Un día alguien de la RFEF me llamó y me dijo que Luis Rubiales quería culparme a mí como Jefe de Gabinete de todos los escándalos que estaban siendo publicados. Y dije: ‘Se acabó’. Me pidieron el teléfono y el portátil y les contesté por escrito que los iba a entregar, pero a la Fiscalía Anticorrupción. Me fui a ver al fiscal y le conté lo que yo sabía.

Para saber más

Entre los episodios que relató a Anticorrupción se encuentra la fiesta en un chalet de Salobreña que se celebró bajo el pretexto de una reunión de trabajo. Usted estuvo allí, ¿qué ocurrió exactamente?
Yo estaba en Marbella promocionando la Segunda División B y me dijeron que había montado una reunión de trabajo en Salobreña. Me mandaron la dirección por Whatsapp y fui. Me sorprendió, porque en la RFEF había una Junta Gestora, y cuando llegué allí no había reunión de trabajo ni nada. Uno de esos días, me dijeron: ‘Esta tarde hay una fiesta y van a venir unas chicas’. Y efectivamente ‘Nené’ [ex futbolista del Granada y amigo personal de Rubiales] trajo a ocho o diez chicas. Cuando llegaron y vi aquello, le dije: ‘¡Te has vuelto loco, tienen 18 años, podrían ser tus hijas!’, y me encerré en una habitación. Curiosamente a aquella reunión de trabajo en Salobreña no fue invitada ninguna mujer responsable de área. Si supuestamente se iba a tratar el plan sanitario por el Covid, ¿por qué no fue, por ejemplo, la responsable médica de la RFEF? ¿Por qué no asistió tampoco la responsable de comunicación? Rubiales entró en mi habitación y me dijo: ‘¿Qué pasa? Le dije que no quería participar en eso y me contestó: ‘Siempre estás igual, eres un pesado'”.

¿Esas chicas eran prostitutas?
Eran lo que hoy en día se llama ‘chicas de imagen’, chicas a las que se les paga un dinero por participar en una fiesta y ambientar. A partir de ahí, lo que sucede, sucede. Llegaron sobre las cinco de la tarde y se fueron a las diez de la noche.
Usted dijo en Anticorrupción que aquello se pagó con dinero de la RFEF y la RFEF lo niega.
Yo no pagué nada, sólo una cena del día que llegué. Ellos mismo se delatan. Si realmente fue una reunión de trabajo, ¿por qué no contrató el chalé el departamento de viajes de la RFEF y lo hicieron a nivel privado?

Sánchez ha protegido a Rubiales de manera inconcebible porque le vendió que traería el Mundial a España

¿Presenció otros desvíos de fondos federativos para cuestiones personales?
Luis Rubiales se enamoró de una chica [una pintora mexicana] y planteó un viaje a Nueva York a verla. Me dijo que íbamos a tener allí unas reuniones muy importantes y que era importante que yo fuera. Fue un viaje de amor de cinco días. Nos dio instrucciones de lo que teníamos que decir por si preguntaba la prensa.
¿Cómo era la relación de Rubiales con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez?
Luis había coincidido con Sánchez antes de ser presidente. Le dijo que él era socialista, que su padre también y que a su abuelo lo fusilaron en la Guerra Civil, cosa que no es verdad. Cuando Sánchez tuvo problemas en el PSOE él le mandaba Whatsapps diciéndole: ‘Pedro, aguanta; Pedro, resiste’ y se forja una especie de relación que se acentuó mucho más cuando Iván Redondo era su Jefe de Gabinete. Entonces le vendió a Sánchez que iba a traer el Mundial a España y que tenía que ser él el que liderara eso. Que tenía que ser Pedro Sánchez el que lo vendiera. También le dijo que él era un socialista y que era el contrapeso de Tebas, que es un ultraderechista de Vox. Luego, con José Manuel Franco [ex presidente del Consejo Superior de Deportes] lo han protegido de una manera inconcebible.
¿Le pidió protección al Gobierno ante los escándalos?
Probablemente, porque se produjeron reuniones entre el secretario general de la RFEF, Andreu Camps, hombre sibilino, duro y sin escrúpulos, y el abogado Tomás González Cueto, mano derecha y brazo armado de Rubiales, con Víctor Francos (actual responsable del CSD), que entonces era el segundo del ministerio.

Rubiales siempre ha sido un hombre con un claro tinte machista, muy arrogante, con actitudes propias de Torrente

¿En qué consiste esa frase de ‘servir de contrapeso’ a Tebas en el mundo del fútbol?
Rubiales estaba obsesionado con Tebas y con que le espiaba. Tiene un problema y es que se cree una realidad y la impone a su equipo de trabajo. A partir de entonces, la realidad es esa. Llegó a contratar a una empresa para que le buscaran micrófonos en su casa y no encontró nada. Yo con Tebas tengo discrepancias, pero es un magnífico profesional que trabaja mucho, defiende a los clubes y está siempre dispuesto a negociar. Luis no quería negociar sino enfrentarse a él, cargárselo. Luis ha muerto por su arrogancia y su soberbia.
¿Qué opinión tiene del ‘caso Negreira’? Usted estaba en la RFEF cuando prescindieron de sus servicios como vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA).
Me reuní con Negreira y me dijo que había estado 30 años o no sé cuántos sin cobrar y que quería un sueldo o una compensación económica para él y para su hijo. Me amenazó con denunciar y me dijo que todo el mundo había cobrado menos él.
¿Qué poder real tenía en el mundo del arbitraje? Porque la RFEF lo ha presentado como una figura institucional.
Todo el que conoce la RFEF sabe que con Negreira los árbitros se ponían firmes. En aquella época había una dictadura feroz en la que aquel que no le bailaba el agua a Victoriano Sánchez Arminio (ex jefe del CTA) era condenado a no ascender.

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