Se le resiste al Villarreal esa primera victoria del año en La Cerámica, que volvió a ver ante el Getafe una historia similar a la vivida contra Mallorca y Cádiz y con el mismo final, un empate que no permite a los de Marcelino dar ese salto que les coloque de una vez en la zona tranquila de la clasificación. El conjunto amarillo mantuvo el buen tono de los últimos partidos pero volvió a faltarle acierto, por culpa en parte de un inspirado David Soria. [Narración y estadísticas (1-1)]
Así se explica que el equipo de Bordalás se marchara al descanso con ventaja en el marcador después de marcar en su único disparo entre los tres palos. El gol de Maksimovic fue una concatenación de errores locales, empezando por la prescindible falta de Coquelin en la frontal del área en la que nació todo. Greenwood colgó al segundo palo y Mosquera despejó dejando el balón prácticamente en el punto de penalti. Por allí campaban un par de futbolistas del Getafe totalmente libres de marca, así que el serbio no tuvo demasiados problemas para batir a Jörgensen.
El Villarreal fallaba en su área, pero también en la contraria en un partido al que solo le faltaba la guinda del gol. Salió muy metido el equipo de Marcelino, con la intensidad que exige un rival como el Getafe. Con Guedes, principal novedad en el once, los castellonenses tienen un atacante que probablemente encaja mejor en ese fútbol de transiciones rápidas que tanto gusta a su técnico.
Las paradas de Soria
Así empezó a hacer daño un Villarreal que lograba salir con relativa comodidad de la presión alta y encontraba en la sociedad formada por Guedes y Baena la principal vía para generar peligro. Al portugués le anularon un gol poco antes del cuarto de hora tras recibir ligeramente adelantado un pase de Alberto Moreno. También lo intentaba el almeriense, que se topó con dos buenas intervenciones de Soria. El portero tuvo buena parte de culpa que su equipo se marchara por delante al descanso, salvando también un remate de Comesaña en boca de gol y otro disparo de Guedes, que necesitaba muy poco para armar su pierna en el área.
Lo hacía casi todo bien el Villarreal, menos lo más importante ante un Getafe que apenas se acercaba por el área rival aunque aguantaba bien en defensa, sostenido también por el trabajo de Milla en la medular. Le costó asomar a Greenwood, que empezó a reclamar protagonismo al poco de arrancar el segundo tiempo sorteando rivales hasta ganar la línea de fondo y sacar un pase al que solo le faltó encontrar rematador.
Al ritmo de Greenwood
Justo cuando el grupo de Bordalás parecía dispuesto a dar un paso adelante llegó el gol del Villarreal, que encontró el premio a su insistencia en una jugada que retrata bien lo que le cuesta marcar. Tras un largo ataque donde remataron Baena y Comesaña, el tiro del gallego lo desvió Djene y le cayó a Alberto Moreno, que ajustó el balón al poste.
No quería el empate el Getafe, que se soltó definitivamente comandado por Greenwood, activo prácticamente en todas las acciones. El inglés se quedó cerca de marcar con un remate mordido que Albiol sacó bajo palos, con Jörgensen ya batido. Los visitantes eran ahora quienes llevaban la iniciativa, espoleados también por los cambios de Bordalás, pero el Villarreal tampoco daba tregua a Soria, providencial de nuevo para sacar un tiro de Morales.
Marcelino renovó su medular dando entrada a Parejo y Capoue pero no logró sacudir un partido que se fue cerrando hasta dejar otro empate agridulce.
