Celta 1 – Villarreal 1
El equipo de Setién acaba sufriendo en Balaídos después de que Strand Larsen igualara el tanto inicial de Gerard
El Villarreal vio truncada en Balaídos su racha de seis victorias seguidas. Pese a adelantarse gracias a un gran gol de Gerard Moreno, el conjunto amarillo no supo defender su renta ante un buen Celta, que puso todo su empeño en darle la vuelta al partido pero que se tuvo que conformar con el empate (1-1), obra de Strand Larsen. El equipo de Setién no supo darle continuidad a su buen comienzo y acabó pidiendo la hora ante la insistencia gallega.
Tener a Gerard hace mejor a cualquier equipo. Lo sabe bien Setién, que desde que ha podido contar con el delantero catalán tras una lesión que le tuvo casi dos meses fuera ha visto como el Villarreal ha dado un salto de calidad. A la mejoría general experimentada por el equipo con tiempo suficiente para asimilar las ideas del cántabro se ha sumado la guinda que es Gerard, uno de esos futbolistas capaces de marcar diferencias.
Fue él quien lo hizo en Balaídos para adelantar a los castellonenses en un duelo de alternativas donde al Celta le faltó la pegada de su rival. No necesitó mucho el equipo de Setién para adelantarse: una recuperación en la medular, un envío a Chukwueze y el pase del nigeriano para que Gerard pinchara el balón y se lo acomodara antes de saltar un zurdazo imposible para Marchesin. Apenas unos minutos antes le habían anulado un gol a Pau por fuera de juego de Mandi.
La respuesta del Celta no se hizo esperar, con la pareja Aspas-Veiga como protagonistas. El joven futbolista de Porriño dejó motivos suficientes para justificar su reciente inclusión como miembro de pleno derecho del primer equipo, formando sociedad con un Aspas con el que se entiende a la perfección. Solo les faltaba el gol, aunque no era por no intentarlo. Reina salvó el primer intento de Veiga tras aprovechar el Celta una pérdida del Villarreal en la salida del balón.
Ahí tiene todavía Setién trabajo por hacer pues no fue la única vez que las imprecisiones a la hora de sacar la pelota desde atrás estuvieron a punto de costarle un disgusto. Ocurrió también en un envío corto de Reina en el que fue Veiga quien asistió a Aspas, cuyo disparo desvió la defensa.
Al Celta le faltaba la efectividad que había exhibido un Villarreal que contemporizó con el marcador a favor y que fue cediendo la iniciativa con el paso de los minutos. Los de Setién no conseguían imponer su plan de partido, incapaces de robar arriba y teniendo cada vez menos protagonismo. A ello se unió la mayor incidencia de los cambios introducidos por Carlos Carvalhal tras el descanso, que hicieron crecer al conjunto gallego.
Strand Larsen, clave
La entrada de Strand Larsen fue clave en la notable mejoría del Celta. Más allá del gol, el noruego ofreció una referencia a las jugadas de ataque de su equipo, liberando a Aspas y permitiendo a Veiga retrasar unos metros su posición. Desde esa segunda linea metió un gran pase a la espalda de Pau, donde apareció Larsen habilitado por la posición retrasada de Mandi para marcar en su primer remate.
El empate espoleó a un Celta que se lanzó con todo en su intento de completar la remontada y que acumuló ocasiones suficientes para conseguirlo. Fue cuestión de centímetros que no lo consiguiera, como en un cabezazo de Núñez o un disparo desde la frontal de Luca de la Torre, tras una vertiginosa combinación en la frontal entre Larsen, Veiga y Aspas. Al noruego le quitó Pau el segundo cortando in extremis un centro de Galán, que aprendió la lección después de que Aspas le recriminara que enviara al área tantos balones por arriba, cuando aún no había entrado Larsen en juego.
El caso es que entre la defensa y Pepe Reina se las apañaron para que la reacción del Celta no fuera a mayores en una segunda mitad en la que se vio a un Villarreal desdibujado y sin apenas protagonismo en ataque, con un tiro de Morales que rozó la parte superior del larguero como única ocasión de peligro.
