Real Madrid 4 – Barcelona 1
Fiesta madridista en Riad, con Nacho levantando un título por primera vez, y drama culé. “Me preocupa todo”, admitió Sergi Roberto.
Carlo Ancelotti tiene 64 años y lleva toda la vida, ya sea como jugador o entrenador, metido en la burbuja del fútbol. Por eso, en el momento de celebrar la Supercopa del Real Madrid, su undécimo título como técnico del conjunto blanco, igualando a Zinedine Zidane, el italiano sabía que no todo era fiesta. “Estoy en la nube. Pero de las nubes también se puede bajar. Y bajaré y estaréis vosotros ahí”, bromeó con la prensa.
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El italiano firmó en Navidad una renovación que le atará al banquillo del Madrid hasta junio de 2026. Pero él sabe mejor que nadie que los contratos pueden no cumplirse. “Este título dice que estamos bien. Toca ponerlo en la vitrina y mirar hacia adelante. Luchar por el 12º. Ha sido una noche especial, pero en el Madrid hay muchas noches especiales. Si pensamos que ha sido fácil, nos equivocaremos”, expresó. Mientras, Florentino Pérez, exultante sobre el césped, le elogiaba: “Es un entrenador que le va muy bien al estilo del Madrid por su manera de entender el fútbol y por su comportamiento ejemplar. El Real Madrid y Ancelotti encajan muy bien”.
La zona mixta del estadio Al-Awwal de Riad era una fiesta madridista. Jude Bellingham, que consiguió en Arabia su primer título de blanco, se acercó a la grada para levantar una pancarta con su cara, la de Vinicius y la de Rodrygo. Dentro, Nacho Fernández intentaba poner palabras a sus emociones tras levantar por primera vez un trofeo como capitán: “Son sentimientos difíciles de explicar. Llevo toda la semana pensándolo. He pensado en mi familia, en todo lo que han peleado para que esté aquí”, comenzó el defensa.
“dar valor a los fisios y médicos”
Igual de honesto fue Fede Valverde, también en zona mixta, que reconoció que “el rencor” por perder la final de la Supercopa 2023 impulsó al equipo en esta final: “Estoy contento por el grupo, por el orgullo que sacamos tras perder la final del año pasado. Ese rencor tiene que servir, nos ayudó para estar bien físicamente”.
Y es que después de la prórroga del derbi ante el Atlético, la plantilla estaba desfondada, con muchos jugadores bajo mínimos. “Fue muy cansado. Llegar a las dos de la mañana, tratarte… Hay que dar valor a los fisios y médicos, a la gente que hay detrás y que se acuesta a las cinco de la mañana para que estemos bien bien. Cuando llega la final, te olvidas de los golpes y el cansancio”, reflexionó y elogió el uruguayo.
La final sirvió para firmar la paz entre Florentino Pérez y Joan Laporta. Ya el sábado, los presidentes de Real Madrid y Barcelona se encontraron en la cena oficial después de 10 meses de críticas y plantones, y ayer en el estadio manifestaron su reconciliación. “(La relación con Laporta) Está muy bien, tenemos una relación institucional muy buena, sé el esfuerzo que están haciendo”, aseguró Florentino tras el título. “Hoy está triste como yo estoy feliz”, añadió.
Xavi: “El Barça volverá”
Fue una noche dura para la expedición del Barcelona, con caras largas desde el pitido final hasta la entrada en el autobús. La autocrítica comenzó en la rueda de prensa de Xavi, siguió en la zona mixta y llegó hasta la directiva. “Estamos cabreados, hemos de mejorar muchísimo para ganar títulos. Hay que aguantar la crítica y pedir perdón porque no estuvimos como hay que estar”, admitió el técnico, que dejó un mensaje: “El Barça volverá”.
Más contundente fue Sergi Roberto: “Me preocupa todo, estamos cabreados. Hay que aprender de los errores, hacer autocrítica y salir de esta. Ante el Madrid siempre duele”. Deco, director del fútbol del conjunto azulgrana, no quiso hacer sangre: “Esta derrota no cambia nada, el míster sigue con toda la confianza del presidente y la dirección deportiva”. Y avisó: “La realidad es que en este momento no podemos fichar”.