Cuando ni todos los dioses amparan ya al monarca de la Champions, en dos flashes aparece Joselu. Tocó sólo dos balones y marcó dos goles que llevaron al infierno a un Bayern que sólo había jugado al catenaccio. Lo surrealista de esta última epopeya del invencible Real Madrid fue que se topó contra un rival alemán que jugó como uno italiano y encontró un gol gracias a un contragolpe. Exactamente lo que hace Ancelotti en muchas ocasiones: bloque ba
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