El país del Magreb se ha hecho fuerte en la cúpula del fútbol, donde España ha perdido todo el peso. Mohamed VI fue clave en la retirada saudí. La FIFA creará una sociedad ad hoc que tomará todas las decisiones acerca del evento
ILUSTRACIÓN: RAÚL ARIAS
El gol de oro fue una solución para acelerar el desenlace de partidos al límite y evitar en lo posible la ruleta rusa de los penaltis: el primer tanto de la prórroga proclamaba al ganador. Apenas duró 10 años, entre 1994 y 2004. Nadie se benefició ta
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Ellos y ellas invierten los papeles. Los jugadores del perfil bajo, liderados por Fermín López, estarán en la gran final del Parque de los Príncipes, nada menos que ante Francia, hecho que va a crear una atmósfera de finalísima. Sólo falta en el reparto Kylian Mbappé, que suelta las piernas en Valdebebas. Las jugadoras que llevan un año bajo los focos por lo bueno y por lo malo, y que acaparan títulos, Balones de Oro y pasarelas, saltaran al terreno de juego para jugar por el bronce lejos de París, en Lyón, frente a Alemania. Ellos lo hacen en calma, la misma que traslada Santi Denia. Ellas, en mitad de las críticas, externas e internas, tras la decisión de Montsé Tomé de no contar con Alexia Putellas como titular el día del desplome ante Brasil.
El fútbol masculino español llega a la cuarta final olímpica, de las que ha perdido tres, de una forma muy diferente a otras ocasiones. Después de lo ocurrido en Tokio, donde Pedri reventó por haberlo jugado todo, Eurocopa y Juegos, junto a otros cinco futbolistas, la Federación, en una situación de más debilidad, fue condescendiente con las lógicas peticiones de los clubes. Los Juegos no eran esta vez la gran prioridad, por lo que se dio continuidad al grupo de los sub'21 de Santi Denia, con dos futbolistas, Fermín y Álex Baena, seleccionados para ambos torneos, aunque con un papel mínimo en la Euro. Fermín jugó 29 minutos. Ambos tienen ahora la oportunidad de cerrar un año redondo como internacionales.
Todo lo contrario sucede con la selección femenina, convertida en una prioridad de la Federación y el Gobierno en todos los órdenes después de la crisis del beso. Lo que pidan. Montse Tomé fue, de hecho, un nombramiento pactado entre todos mientras se sellaba la paz junto al anterior secretario de Estado, Víctor Francos. Después de ganar el Mundial y la Liga de Naciones, el oro parecía señalado por el destino. La realidad empezó a mostrar su dificultad con un torneo en el que España no ha desplegado buen juego. Al contrario.
MONTSE TOMÉ, EN EL FOCO
La derrota ante Brasil, inapelable, dejó ver carencias defensivas y falta de recursos por parte del banquillo, donde se quedó Alexia Putellas. Lo mismo le había pasado a Jenni Hermoso ante Colombia. "No lo entiendo", dijo la madrileña. Apareció en el once en semifinales. La inesperada caída, puesto que habían derrotado a las brasileñas en la primera fase, es especialmente frustrante en un equipo que no se planteaba otro objetivo, con clanes internos en torno a sus grandes jugadores, Jenni, Alexia y Aitana Bonmatí.
Jennifer Hermoso durante la semifinal entre Brasil y EspañaKiko HuescaEFE
"Otros días les ha tocado a otras jugadoras entrar desde el banquillo. Lo he dicho muchas veces, la gran suerte que tenemos de tener tanta competitividad en el equipo. Ellas se muestran competitivas siendo titulares o entrando desde el banquillo", dijo Montsé Tomé en Marsella. Alexia se siente titular siempre. Incluso con lesiones recientes, ha entrado en convocatorias, como la de la pasada Liga de Naciones, algo que no entendieron en el Barcelona. Una vez en Lyón, Montse Tomé se focalizó en el partido, lo mismo que Jenni: "Somos unas privilegiadas y vamos a intentar ganar un bronce para cerrar un año redondo".
Problemas, en realidad, que recuerdan a los de la selección masculina en el pasado y que son un síntoma del lugar en el que se ha situado esta selección femenina de fútbol. Se sienten y son 'top'. Pese a estar en sus primeros Juegos, ahora el trabajo es encontrar la motivación para luchar por el bronce frente a una Alemania potente y con un gran recorrido olímpico, ya que fue campeona en Rio 2016 y plata en 2000, 2004 y 2008.
Para saber más
Ellos, en cambio, sienten un objetivo cumplido y ahora buscan un sueño. Les sucede lo mismo a los franceses y a su seleccionador, Thierry Henry, que ha trabajado con una presión enorme. "Yo tuve la suerte de ver el gol de Kiko. Al llevar tantos años sin un oro. Esto significa un reto más", dijo Santi Denia. España lo perdió en Sydney 2000 y Tokio, en 2021, además de la final perdida por la primera selección española, plata en Amberes'20. Entonces era la furia, ahora es el juego.
Atmósfera patriótica
Francia tiene que remontarse más, hasta Los Ángeles'84, para recordar un oro. Henry, sin embargo, ha preferido rememorar otra cita de ese mismo año: la Eurocopa en la que la Francia de Michel Platini derrotó a España en el Parque de los Príncipes, con un maldito gol de falta del centrocampista que entró bajo el cuerpo de Arconada. "Recuerdo ese ambiente, recuerdo ese partido", señaló el técnico, que entonces contaba seis años.
Henry también se refirió a la última Euro, en la que España venció en semifinales a 'Le Bleus', y pidió el apoyo de los franceses con un discurso patriótico: "Somos un gran país cuando vamos juntos". La escenografía en el Parque de los Príncipes será la de las grandes ocasiones, la escenografía que ellas esperaban.
La piscina de La Defénse Arena no le gusta a Hugo González, clasificado para la final 100 espalda con el octavo mejor tiempo de los participantes. No es el único. El nadador español no suele morderse la lengua cuando algo no le gusta, implique a su propia federación, como en el pasado, o a la organización de los Juegos. La razón es la profundidad del vaso instalado en un pabellón multiusos, donde habitualmente juega el equipo de rugby Racing 92. "La piscina no cumple las reglas", afirma.
La piscina, en realidad, cumple con las normas técnicas de la Federación Internacional de Natación (FINA), pero la controversia es que éstas cambiaron a primeros de julio para establecer que la profundidad para competiciones oficiales debe ser de 2,50 metros. Para entonces, la de la Défense ya estaba construida con una profundidad de 2,15. Cuanto menor es, mayor es el movimiento del agua y eso genera resistencia para los nadadores, hecho que puede reflejarse en un aumento de sus tiempos.
Marchand y Ledecky
Hugo no es el primero que lo dice, aunque otros lo han hecho de forma más diplomática. Es el caso de Leon Marchand, estrella local. "Tiene menos profundidad que otras", dijo primero, para después matizar: "De la A a la Z, es top". Para Katie Ledecky, "La instalación es magnífica, pero, francamente, la piscina es de talla humana, no es muy profunda".
La estadounidense, tercera en los 400 libre, estuvo muy lejos de sus registros, al nadar por encima de los cuatro minutos. No ha habido por ahora récords del mundo, pero el propio Marchand, en los 400 estilos, completó, casi en solitario, la prueba más rápida en unos Juegos, más veloz que Michael Phelps en la cita, lo mismo que ha ocurrido ya en 100 mariposa y el relevo femenino de 4x100.
Tanto los organizadores de París como la empresa contratada para la instalación, la empresa italiana Myrtha Pools, defienden sus garantías. "Cumple todas las normas. En los últimos 15 años hemos dado soporte a la mayoría de organizadores de competiciones de natación", afirma Roberto Colletto, presidente de Myrtha Pools.
Las primeras sensaciones de algunos nadadores generan dudas, por lo que será necesario esperar al resto de las jornadas para comprobar si ha producido un efecto real sobre los registros. Hugo fue lento en las primeras series (53.68), lo que le llevó a entrar como decimocuarto entre los 16 semifinalistas. Necesitaba mejorar y lo hizo, pero lejos de los mejores.
Con 52.95, fue quinto en la primera semifinal, en la que partió por la calle uno, lejos de las referencias y no estuvo en ningún momento de la prueba en posición de los primeros puestos. Sin embargo, le sirvió para entrar en la final con el octavo mejor tiempo. La medalla pide más rapidez, porque, como dijo Hugo, "la profundidad es igual para todos".