Giro de Italia
El italiano vence en una etapa resuelta al sprint y marcada por una caída a falta de 3,7 kilómetros que afectó a Cavendish, Pedersen y Tao Geoghegan Hart
Surcando camino bajo la dictadura de los rodadores, esos tipos que imponen un ritmo machacón e incómodo y que juegan con el viento para poner en dificultades a los corredores livianos. Primera etapa en línea y llana en el Giro 2023 destinada al lucimiento de los velocistas. Pelea entre locomotoras, entre lanzadores de hombros poderosos. Una pugna para suicidas, para adictos a la velocidad, como Jonathan Milan, un gigante italiano de 22 años que este domingo se anotó la victoria en la meta de San Salvo.
Espléndido estreno para el pistard del Bahrain en un final accidentado, con un caída a falta de 3,7 kilómetros para la llegada, que facturó en pelotón. En el sprint sólo entraron 50 unidades. Entre los damnificados por el corte figuraron Mark Cavendish, Mads Pedersen y Tao Geoghegan Hart (perdió 19 segundos). Remco Evenepoel mantiene la maglia rosa.
”No me lo puede creer, estoy muy ilusionado por la victoria”, dijo Milan tras cruzar la línea de meta. El italiano es el octavo más joven ganador de una etapa en el Giro.
Los integrantes de los equipos Bahrain Treck, Alpecin, Astana y Movistar controlaron la carrera con periscopio: Otorgaron vida a una escapada consentida en la que se metieron Paul Lapeira, Thomas Champion, Mattia Bais, Stefano Gandin y Alessandro Verre. Una aventura finiquitada a falta de 36 kilómetros para la meta y que sirvió para calmar los ánimos de los más inquietos del pelotón y marcar el ritmo adecuado para lanzar la primera volata. Todo transcurría según lo previsto hasta que un estrechamiento de la calzada generó una caída que fracturó el grupo. Los nervios y el estrés habitual en los arranques de las grandes rondas. Un accidente que empañó la victoria de Milan, un rodador de 1.94, que arrancó el sprint encerrado en las vallas y que una potencia descomunal se abrió paso entre Dekker, Groves, Marit, Ackermann y Gaviria.
Este lunes, otra jornada propicia para aventureros y velocistas, con salida en Vasto y llegada en Melfi y con un recorrido de 216 kilómetros, con un puerto de tercera y otro de cuarta en el último tramo.