El Oviedo rubricó una nueva sorpresa cruel para el Eibar. El conjunto carbayón, con goles de Alemao y Sebas Moyano, se impuso en Ipurua por 0-2 y condenó a los guipuzcoanos a caer de nuevo en las semifinales del playoff de ascenso a Primera. Los asturianos, que encontraron en su portero, Leo Román, su mejor argumento para garantizarse la supervivencia cuando más apretaba el equipo guipuzcoano, esperan ahora rival para jugarse el regreso a la élite de un cruce entre el Sporting y el Espanyol en el que los periquitos parten con ventaja. Además de jugar en casa, tienen también a favor el triunfo in extremis por 0-1 que lograron en El Molinón gracias a un solitario tanto de Javi Puado.
El empate conseguido en el Tartiere el pasado sábado, unido también a su mejor clasificación en la liga, le permitía al Eibar partir en principio con una más que aparente ventaja frente a un Oviedo al que sólo le valía ganar para seguir acariciando el sueño de volver a Primera. Por eso, tal vez, las mejores ocasiones las tuvo precisamente el conjunto armero, que obligó al meta visitante, Leo Román, a firmar dos buenas intervenciones. La primera, a un duro disparo con la zurda de Stoichkov. La segunda, mucho más comprometida, tras un medido remate de Corpas que, tras rectificar su posición, acabó por mandar a córner cuando gran parte de la grada ya empezaba a cantar el gol.
El Oviedo, lejos de amilanarse, también se acercó en múltiples ocasiones al área de un Luca Zidane que, no obstante, se vio más exigido a la hora de jugar con los pies que al usar las manos. Una faceta en la que el francés, pese a evitar complicarse lo más mínimo la vida, se mostró tremendamente cómodo. Los remates más claros de sus rivales, en la recta final del primer tiempo, en este caso, se perdieron por encima del travesaño. El primero, de Alemao, tas la salida de un córner. El segundo, de Moyano.ç
Imbatible Leo Román
El regreso al terreno de juego tras el descanso deparó inicialmente un duelo algo menos trepidante que el vivido en los primeros 45 minutos. Pero, tras unos minutos de tregua aparente, las cosas volverían a acelerarse. En esta ocasión, con un intercambio de golpes en el que, de nuevo, el conjunto que parecía generar algo más de peligro era un Eibar que volvía a estrellarse contra un inspiradísimo Leo Román. El primero en golpear, a pesar de todo, sería un Oviedo que lograría adelantarse en el marcador cuando el reloj se acercaba al primer cuarto de hora de la segunda parte por medio de un remate poco ortodoxo de Alemao tras gran centro de Abel Bretones que se coló irremisiblemente en la portería de Luca Zidane. La respuesta, casi acto seguido de Mario Soriano, mientras, se marcharía rozando el poste derecho de la portería del equipo asturiano.
Al Eibar, a pesar del mazazo, no le entraron las prisas. Al fin y al cabo, les bastaba con un gol para forzar la prórroga y, a la postre, incluso pasar a la final si las cosas no volvían a moverse. Al Oviedo, mientras, tampoco le temblaron las piernas. Los visitantes se defendieron con orden de las llegadas de los locales y, de hecho, tampoco se olvidó de rondar el área rival para buscar, con menos ganas, eso sí, un segundo gol que podía convertirse en la sentencia tanto del partido como de la eliminatoria. Y, como el que no quiere la cosa, acabó por encontrarlo. Esta vez, desde las botas de Sebas Moyano, quien remató a placer un centro del ex armero Borja Bastón para poner el definitivo 0-2 en el marcador de Ipurua.
Alexei Shirov, uno de los mejores ajedrecistas de ataque de todos los tiempos, autor del excelente libro Fuego en el tablero y un experto en dinamitar las posiciones enemigas, ha protagonizado una grave crisis en la selección española. Para sorpresa de sus propios compañeros, el gran maestro de origen letón lanzó el ataque contra su propio equipo en mitad del Europeo que acaba de terminar en Batumi (Georgia).
Shirov acusó al capitán, David Martínez, de ser un «dictador». Asegura que le obligó a jugar demasiadas partidas, una queja casi insólita, porque motines parecidos sólo se habían visto por pasar demasiado tiempo en el banquillo. «Me afectó tanto, que no he conseguido recuperarme hasta ahora. Un auténtico golpe psicológico y muy fuerte, además», escribió el primer tablero de nuestra selección en su cuenta de Facebook, antes de que terminara la competición.
Sabrina Vega, segundo tablero de la selección femenina y ganadora de una medalla de plata individual en Georgia, ha sido la única en enfrentarse de forma pública a su colega. La gran maestra canaria afeó a Shirov su comportamiento. «Lástima que equivocaras tanto tu lucha (...)», le respondió en Instagram. «Los post que ahora le dedicas a Divis [Martínez] se los dedicaste en su día a Jordi [Magem, anterior seleccionador]. Los capitanes no merecen que denigres su imagen por el mero hecho de no delegar en ti sus funciones; los jugadores y las jugadoras de la selección no merecemos que rompas nuestra buena convivencia y concentración, y los que siempre te hemos apreciado y tratado con cariño no merecemos tu mal trato. Ojalá puedas rectificar también públicamente tus palabras». Vega se refería en una de sus frases a los presuntos intentos de Shirov de decidir él las alineaciones.
David Martínez, pese a las alusiones directas, se resiste a echar más leña al fuego y prefiere no hacer declaraciones. De momento, se ha limitado a escribir su informe para la FEDA. Su presidente, Javier Ochoa trata de no mancharse con la polémica y no quiere opinar sobre los recurrentes encontronazos de Shirov con los capitanes de la selección, al menos desde 2010. En cualquier otro deporte, el seleccionador, con o sin razón, puede dejar al jugador fuera del equipo. En ajedrez, el capitán decide la alineación cada día, pero solo dispone de cuatro titulares y un suplente, por lo que el margen de maniobra es menor. Además, no elige él a los cinco integrantes, sino que el criterio para entrar en la selección es la puntuación Elo de cada uno. Esto evita otro tipo de arbitrariedades y controversias, pero no la que se produjo en Batumi.
«Salir de este infierno»
El incendio está lejos de quedar controlado. «Espero que al salir de este infierno pueda continuar con mi vida, tanto en el deporte como en lo personal», escribió Shirov poco antes de terminar el Europeo. «Nos queda una pregunta importante. ¿Qué hacer el año que viene? En España, cada jugador gana su derecho a representar al país, sin obligación de ser amigo del capitán o los demás. Si no me clasifico, como decimos en ruso, "si no hay persona, tampoco hay problema". Pero ¿qué pasará si me vuelvo a clasificar? Por el momento, no tengo respuesta».
Tampoco la tiene el presidente de la FEDA, que cuando termine su actual mandato cumplirá 30 años en el cargo. «Yo no soy quien decide los reglamentos, ni los actuales ni los futuros», asegura a EL MUNDO. Es cuestión de la dirección técnica de la Federación y de sus miembros». No obstante, abrió la ventana a posibles cambios: «Supongo que, de cara al futuro, como se hace cada dos años, se revisarán las reglamentaciones para los integrantes de las selecciones absolutas». Sobre los roces entre el capitán y el ajedrecista, no quiso hablar: «Este tema está sujeto a diversos informes que no conozco y no puedo opinar sin datos. Yo sólo estuve allí unos pocos días y estaba en otro hotel», declaró.
Daniil Yuffa y David Antón, durante el Europeo de Batumi.EL MUNDO
El capitán del equipo, David Martínez, considera que tampoco puede ir más allá de remitir su informe a los responsables de la FEDA. Entre los jugadores y jugadoras de las dos selecciones es evidente el miedo a declarar, pero también la incomodidad reinante, sobre todo después de un incidente que se produjo en el comedor del hotel, donde Shirov golpeó una mesa y lanzó su teléfono de forma violenta, visiblemente alterado.
Entre los grandes maestros, solo accedió a realizar alguna valoración sin ampararse en el anonimato Paco Vallejo, actual número uno español, aunque ausente en el Europeo. Su impresión es que la reacción de Shirov es algo exagerada: «En casi todas las Olimpiadas ha habido tensiones, de una manera o de otra. Creo que por lo general son cosas que no tienen mayor recorrido. No veo que dé para tanto drama», afirmó el menorquín.
Sobre la posible inacción de la FEDA, declaró: «A mi entender, debe estudiar estos casos después del torneo, no durante, para no crear todavía más tensiones. Pero tengo mis dudas de que eso realmente influya en el resultado del equipo», insistió.
«Una persona especial e inestable»
Dentro del ajedrez español no todos tienen la misma opinión, aunque no se atrevan a expresarla con la misma naturalidad. Hay una pregunta que varias personas respondieron por WhatsApp con emoticonos de risas: ¿crees que los capitanes de la selección se sienten respaldados por la FEDA cuando hay un conflicto con un jugador? En algún caso la respuesta fue mucho más contundente: «El ajedrez español se va a la mierda».
Sobre Shirov, quien ha preferido no responder para ampliar sus explicaciones, algún jugador ha dicho que es «una persona especial, un tanto inestable». «Hay que saberlo llevar», afirmaba otra fuente anónima. «A veces se le va un poco la cabeza, pero no tiene mal corazón. Lo conocemos. Sabemos lo que le va bien y lo que le molesta».
El propio Shirov admite que ya tuvo problemas con Martínez en la última Olimpiada en Budapest. «Ahora, peor todavía», escribió. «No necesitamos a un dictador. Y si queremos conseguir medallas, lo tenemos que hacer en una armonía que un dictador nunca puede crear».
De las palabras de Vega, por otro lado, se deduce que su falta de sintonía era ampliable a los dos equipos, el absoluto y el femenino. De hecho, no aparece en las fotos publicadas en las redes sociales, donde se ve a otros miembros de la selección y del cuerpo técnico.
Un pasado glorioso
El lector menos aficionado seguramente no sabrá que Alexei Shirov (Riga, 1972) estaba llamado a ser campeón del mundo. Ganó el Mundial juvenil, de hecho, y en 1994 fue número 2 de la clasificación absoluta, pero su asalto a la cumbre se frustró en el llamado «timo de Cazorla». En dicho municipio dio la gran sorpresa, al derrotar a Vladimir Kramnik en 1998, con lo que se clasificaba para la final del Mundial alternativo, que debía disputar a Garry Kasparov.
El ruso hizo entonces algo propio de los campeones del pasado: alegó falta de patrocinadores para celebrar el encuentro y justificó la suspensión por la falta de gancho comercial de su rival, que ya tenía la nacionalidad española. Eran los tiempos del cisma del ajedrez mundial, con dos federaciones en paralelo, la FIDE y la PCA, impulsada por el propio Kasparov.
Una vez suspendido aquel duelo por el título, el Ogro de Bakú organizó otro contra Kramnik, sin mayores disimulos. Entonces sí surgieron los patrocinadores y el discípulo acabó derrotando al campeón y convirtiéndose en su sucesor.
En el año 2000, Shirov intentó acceder a lo más alto por el camino oficial y llegó a otra final. Esta vez la pudo jugar, pero perdió en Teherán contra Vishy Anand. Fueron golpes muy duros para el genio de Riga, que nunca volvió a volar tan alto. Con todo, siguió jugando partidas espectaculares, como sucesor natural de Mijaíl Tal, otro artista del tablero nacido en la misma ciudad y que sí llegó a campeón, en 1960.
El ciclista español Albert Torres Barceló ganó este sábado la medalla de oro en clase ómnium en el Mundial de Ciclismo de Pista UCI 2025 en Chile.
Torres en esta ocasión sumó 133 puntos y desbancó al belga Lindsay de Vylder, que luchó por revalidar su corona obtenida en Ballerup en 2024 y terminó con el bronce tras acumular 131 puntos.
"Ha sido un cierre inmejorable de temporada", dijo Torres en la entrevista tras ganar la medalla. El ciclista confesó que "realmente no sabía que había ganado" y que tenía sus dudas, pero que por suerte se lo confirmó su equipo tras finalizar la prueba.
Torres finalizó cuarto en el scratch con lo que sumó sus primeros 34 puntos, fue tercero en la carrera de tempo (36) y en la de eliminación (36), mientras que en la última por puntos logró consolidar su primer lugar.
El ciclista Albert Torrres Barceló mostando la medalla de oro en el Mundial ómnium en Chile.Osvaldo VillarroelEFE
El ciclista menorquín, de 35 años, multicampeón mundial y especialista en ómnium, es el único español que ha subido al podio en Santiago, a donde llegó como el ciclista de referencia de la delegación española y única posibilidad de medalla.
Torres ganó su última medalla de oro en esta prueba en 2017, cuando fue campeón europeo en Berlín y bronce en el Mundial en Hong Kong, pero en el campeonato mundial de 2023 en Glasgow fue plata.
También correrá en Madison este domingo, en la última jornada de la competencia, y su última participación en esta modalidad fue el oro en la Copa de Naciones en Konya (Turquía) en el mes de marzo.
Segundo puesto para Kuboki
El belga de Vylder luchó para alcanzar el segundo lugar en el scratch (38), luego terminó undécimo en tempo (20) y se recuperó llegando de primero en la de eliminación (40).
En el segundo lugar quedó el japonés Kazushige Kuboki con 131 unidades, quien había comenzado liderando el scratch (40), terminó segundo en la carrera de tempo (38) y cayó al noveno puesto en la de eliminación.
El alemán Moritz Augenstein, que tuvo un buen arranque tras las dos primeras pruebas del ómnium, finalizó quinto con 127 puntos, mientras que el danés Niklas Larsen finalizó cuarto con 130 unidades.
El mexicano Ricardo Peña fue el mejor latinoamericano ubicado en la decimonovena posición con 18 puntos. Entre los sudamericanos, el venezolano Clever Martínez sumó 15 unidades y cerró en el vigésimo lugar, en tanto que el chileno Jacob Decar acumuló 6 unidades y quedó en el puesto 22.