El desastre de Fernando Alonso: “Habían aparcado en la Rascasse”

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Todas las esperanzas se perdieron por los sumideros de Montecarlo, pulidos como el mármol, como corresponde a un Principado. Fernando Alonso cayó en las trampas del tráfico y saldrá hoy decimocuarto, lejos de donde le correspondía. “Me encontré en el lugar equivocado y en el momento equivocado”, admitió con resignación. Ahora no le queda sino afrontar otra carrera tan aburrida como la del pasado domingo en Imola.

Tras la bajada del túnel y salir de la nueva chicane, camino de Tabac, su Aston Martin se topó con la lentitud de Pierre Gasly, que levantaba el pie buscando espacio. Según los cálculos del asturiano ahí se escaparon tres décimas. Una eternidad en el trazado más lento del Mundial. Aunque el asunto se torcería del todo en la emblemática Rascasse. Para estupor entre la selecta concurrencia del Paddock Club, el Williams de Alex Albon y el Alpine de Esteban Ocon arruinaban su último intento. El propio Alonso confirmaría que en ese viraje a derechas cayeron otras tres décimas.

“Habían aparcado allí para iniciar la vuelta”, ironizó el asturiano, convencido de que si hubiese dispuesto de espacio, sin que nadie le entorpeciese, habría acabado primero la Q1. En cualquier caso, su análisis no puede esconder algunas deficiencias estructurales que este monoplaza vienen apuntando desde el GP de Miami.

“No hay excusas”

De hecho, Aston Martin fue el único de los 10 equipos que no mejoró su crono de 2023 en Mónaco. Mientras la dentellada de McLaren, con Oscar Piastri al frente, se estiraba a 1,83 segundos, el mejor intento de Lance Stroll se quedó a 11 centésimas del rubricado por Alonso hace 12 meses. El anodino desempeño del canadiense por la Q2, sin opciones frente a Yuki Tsunoda, Daniel Ricciardo, Ocon, Gasly o Albon, terminaría relegándole a la decimocuarta plaza.

“Ha sido un día realmente duro y no hay excusas. Simplemente no teníamos un coche capaz de entrar en el top-10“, admitió Mike Krack, el team principal de Aston Martin. El panorama, desde luego, pinta tan negro como durante durante el GP de Singapur y el GP de Estados Unidos, las dos últimas ocasiones en que la escudería de Silverstone hubo de anotarse un cero. “Debemos mejorar el rendimiento de cara al futuro”, sentenció Krack, con una crudeza que escocía en el hospitality verde.

Sólo a última hora de la tarde, cuando la música techno empezaba a atronar en los yates, Aston Martin pudo encontrar un pequeño resquicio gracias a la doble sanción a Haas. Según los comisarios, Nico Hulkenberg y Kevin Magnussen, rapidísimos desde la Q1, habían montado un alerón trasero ilegal, que anulaba todo sus tiempos de la qualy. Por tanto, Alonso avanzaba de la decimosexta a la decimocuarta plaza en la parrilla, mientras Stroll pasaba a la decimosegunda.

“No sufrir sustos”

En cualquier caso, el doble ganador de las 24 Horas de Le Mans se sabía con ritmo para codearse entre la elite, como venía demostrando desde la segunda sesión libre del viernes. Desde entonces, Aston Martin había montado una especificación de motor más arriesgada que el resto, reduciendo asimismo la carga de gasolina. Un par de factores que terminaban trasladándose a la tabla de tiempos.

“El coche sigue siendo difícil de llevar, así que lo importante es no sufrir sustos y tratar de mantenerlo en pista”, reconoció Alonso, que este fin de semana se ha convertido en el primer piloto de la historia con 20 participaciones en Mónaco. Además de probar piezas para el GP de Canadá, su única motivación de hoy será trepar hasta el top-10. Si alcanza, al menos, un punto igualará un récord de longevidad de Michael Schumacher. Desde el GP de Italia de 1991 al GP de Brasil 2012, El Kaiser fue acumulando su botín. Alonso inició la cuenta en el GP de Australia 2003. Han transcurrido, exactamente, 21 años, dos meses y 17 días.

kpd