El defensa galés Tom Lockyer ha anunciado que ya está preparado para volver a jugar al fútbol casi dos años después de sufrir un paro cardiaco durante un partido. Fue el 16 de diciembre de 2023 cuando el entonces capitán del Luton se desplomó durante el encuentro que su equipo jugaba frente al Bournemouth en el Vitality Stadium.
Lockyer, que entonces tenía 29 años, cayó al césped sin motivo aparente, sin ningún jugador a su alrededor. Los auxiliares le retiraron en camilla entre los aplausos de la afición del Bournemouth y el partido se suspendió.
Siete meses antes, Lockyer había sufrido otro colapso en Wembley durante la final del playoff de ascenso contra el Coventry City y le habían intervenido quirúrgicamente para corregir una dolencia cardiaca.
Ahora, el futbolista nacido en Cardiff ha anunciado que está listo para reanudar su carrera futbolística en el podcast Feast of Football de la BBC. “Estoy encantado de decir que me han dado el alta para volver a jugar al fútbol, así que obviamente es increíble, todo por lo que he trabajado desde que ocurrió [el paro cardíaco]”, ha dicho Lockyer.
“Ha sido un largo camino, realmente lo ha sido”, ha recoconocido el defensa que cumplirá 31 años el 3 de diciembre. “Todo está bien, así que estoy muy, muy feliz”.
Lockyer se encuentra actualmente sin equipo, ya que su contrato con el Luton, que descendió por segunda temporada consecutiva, finalizó en julio. El defensa ha sido internacional con Gales en 16 ocasiones, la última en noviembre de 2023.
Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero en el caso de Ronald Koeman con la Orange, parece que, al menos de momento, ese tópico no se está cumpliendo. Países Bajos, con una selección muy renovada, que tiene en Cody Gakpo, el extremo del Liverpool, su nueva estrella, remontó en su estreno ante una Polonia que aterrizaba en Hamburgo sin Lewandowski, aún lesionado del tobillo. [Narración y estadísticas (1-2)]
El partido comenzó con sorpresa cuando, aprovechando su superioridad por arriba, Buksa, el sustituto del ariete blaugrana, se elevó sobre la defensa holandesa para rematar un excelente saque de esquina de Zielinski en el minuto 16. El golpe hizo daño a los neerlandeses, pero con toque, paciencia y algo de fortuna, Países Bajos pudo empatar con un disparo de Gakpo desde la frontal que toca en un defensa polaco para trastocar la estirada de Szczesny.
La mitad del trabajo estaba hecho y a punto estuvo el del Liverpool de irse al descanso con doblete si su remate a un pase atrás de Aké hubiera encontrado portería. Se lamentaba Koeman desde el banquillo. Tampoco Depay, muy activo durante el encuentro, pudo finalizar con un disparo cruzado en el añadido de la primera parte.
Fiel a su estilo
A la vuelta de vestuarios, el portero de la Juventus evitó que un cabezazo de Dumfries pusiera por delante a la Orange. También la tuvo Simmons, que no pudo materializar un gran contragolpe liderado, cómo no, por Gakpo. A raíz de esa ocasión, Polonia tuvo su momento de dominio y mostró sus armas obligando al arquero del Brighton, Verbruggen, a tapar un disparo de Zielinski.
Países Bajos no cesó en su búsqueda. Las ideas estaban muy claras en un país con una tradición y una historia futbolística de primer orden, pero el gol no llegaba. Koeman, más intranquilo que sus futbolistas, movió el banquillo y renovó por completo el frente de ataque. Fue entonces cuando recurrió a Weghorst, un alto artillero de la vieja escuela, que ya mostró en Qatar su capacidad goleadora y que volvió a serle de utilidad al ex técnico blaugrana. Solo dos minutos necesitó el 9 holandés para enviar a la red un pase por de dentro de Aké al punto de penalti. Alivio y alegría para los miles de aficionados holandeses que no terminaban de verlo claro.
Polonia todavía pudo lograr el empate con un disparo a bocajarro de Piotrowski que se marchó al lateral de la red, pero los tres puntos en un grupo tan difícil, valían oro como para desaprovecharlos. Países Bajos se estrena así con victoria y ya espera a Francia en el siguiente partido de esta fase de grupos.
El 26 de octubre del año pasado, el Barcelona tomaba el Bernabéu sin miramientos (0-4). Era el primero de los cuatro clásicos que iba a perder el Real Madrid ante el equipo de Hansi Flick durante el curso. Pero Carlo Ancelotti, que conoce muy bien a Florentino Pérez, supo que sería imposible levantar ese 0-4. A medio camino entre el conocimiento y la intuición, el italiano dio por finiquitada su estancia en el club a partir de junio y volvió a abrirle la puerta a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), que durante la temporada pasada ya había intentado ficharle (su último contacto había sido un año antes, en diciembre de 2023). Ese es el punto de partida de un fichaje que se ha ido cocinando durante estos meses hasta que, en las horas previas al partido de vuelta de aquel 0-4, resuelto el pasado domingo con otra victoria azulgrana (4-3), Ancelotti devolvió a Brasil el contrato firmado para el próximo año.
Para saber más
En todo este tiempo, tanto Florentino como José Ángel Sánchez han contado con información directa del italiano, que a su vez sabía de los contactos que el club había iniciado con Xabi Alonso ya a finales del año pasado. La relación entre ambas partes, en ese sentido, ha sido razonablemente honesta. El presidente de la CBF, Ednaldo Rodrigues, encomendó la operación a un empresario brasileño, Diego Fernandes, que siempre ha ido de la mano con un agente español, Álvaro Costa, un tipo con buenos contactos en Brasil. Ellos, junto a dos personas muy cercanas al técnico, son quienes han llevado el peso de las negociaciones. Las imágenes de Diego Fernandes en el partido contra el Arsenal e incluso en la final de la Copa del Rey (donde una agencia ofrecía a los fotógrafos 300 euros por una imagen suya en la grada) iban dando fe de que las conversaciones avanzaban.
Fueron varias reuniones repartidas en almuerzos y cenas. Casi todas en Madrid. En una de ellas, Carlo Ancelotti, revisando las condiciones, arqueó, todavía más, la ceja. "¿Por qué un coche blindado?", preguntó. Sus interlocutores le explicaron como algo habitual en Río de Janeiro que las personalidades viajen siempre en un coche con esas características (la inseguridad es uno de los principales problemas de la ciudad, que siempre aparece en los listados de las más peligrosas del mundo). Porque Ancelotti va a vivir en Río de Janeiro, en la exclusiva zona de Leblon, a poca distancia de la sede de la CBF en Barra de Tijuca, al contrario de lo que haría su hijo Davide, que si no coge un equipo de las múltiples propuestas que tiene (Rangers, Leipzig, Como, etc...) seguiría con su padre, pero, él sí seguro, viviría en Madrid y viajaría para los partidos.
Todas las reuniones se celebraron en Madrid. Todas menos una. La que tuvo lugar en Londres el lunes 28 de abril y de la que salió el rumor, expandido por algunos medios, de que las negociaciones estaban rotas cuando no era verdad. De hecho, el grueso de los documentos (donde quedaba formalizado un sueldo, según Globo Esporte, de casi 10 millones de euros por este año que terminará en el Mundial, donde se especifica que Carlo dispondrá de un avión privado cada vez que quiera viajar, etc...) comenzó a redactarse tras aquella reunión. Ancelotti, que en estos meses se ha puesto en contacto, entre otros, con Casemiro y Neymar para tantearles y ver cómo sería más sencillo su aterrizaje, firma, según algunas fuentes, el sábado antes de viajar a Barcelona (otras fuentes hablan del viernes).
Ancelotti, tras la rueda de prensa del martes.EFE
Durante la semana pasada, todas las partes, Real Madrid incluido, acuerdan hacer público el adiós, y el fichaje, tras el Clásico, pasara lo que pasara en ese partido. Esto en parte responde a la prisa de Ednaldo Rodrigues, que ve cómo un caso de fraude de 2023 vuelve a amenazar su cargo y quiere dejar anunciado a Ancelotti por si acaso. Sin embargo, el club blanco cambia de opinión en algún momento entre el miércoles de la semana pasada y el lunes de esta semana. Mejor escrito, Florentino Pérez cambia de opinión y decide no hacer el comunicado que ya estaba preparado para despedir al entrenador más laureado de la historia del Real Madrid.
El club deja caer que se trata de un cariño especial hacia el técnico, pues entiende el presidente que hacer el comunicado justo después de la derrota en Barcelona sería algo parecido a señalare, como si hubiera un malestar con él, y nada, insisten desde el club, más lejos de la realidad. El caso es que Ancelotti tuvo que salir ayer a la rueda de prensa en una situación inverosímil, habiendo sido anunciado como seleccionador de Brasil pero sin haber sido 'despedido' por el Real Madrid. Y en su lenguaje no verbal se intuía que eso no le había gustado. También en algunas de sus respuestas, más cortantes de lo habitual, como mordiéndose la lengua para hacer que el idilio que ha mantenido con el club desde su llegada, especialmente en esta segunda etapa, no se vea ensuciado por un desacuerdo de última hora en la comunicación.