Al Bayern no paran de salirle los enanos. Tras el fulminante despido de Nagelsman, la eliminación en copa y la durísima derrota Champions ante el Manchester City, el club bávaro se ha visto obligado a sancionar a Sadio Mané por agredir a Leroy Sané en el vestuario del Etihad Stadium.
El futbolista senegalés no estará en el próximo partido frente al Hoffenheim por decisión del club y además deberá abonar 500.000 euros como sanción económica. “La razón es una mala conducta de Mané después del partido de la Liga de Campeones del FC Bayern en el Manchester City. Además, Mané recibirá una multa”, explicaba el club en un comunicado.
La disputa podría haber comenzado a raíz de un insulto racista de Leroy Sané sobre Sadio Mané, al que este reaccionó propinando un puñetazo en el labio al extremo alemán.
Oliver Khan, CEO del Bayern, y Hasan Salihamidzic, director deportivo, se plantearon incluso el despido inmediato del senegalés, pero finalmente se acabaron reuniendo con el jugador para que pidiera perdón tanto al club como a sus compañeros por lo sucedido.
Sin embargo, esto no parece terminar aquí, ya que la sanción, según informa ‘Sky’, podría ampliarse a más partidos y terminar con la salida del ex del Liverpool este próximo verano.
En el Estrella Roja el adjetivo «pequeño» no quiere decir precisamente insignificante. Una buena prueba es su estadio, oficialmente denominado Rajkio Mitic, pero al que tanto en Serbia como en todo el planeta fútbol se le conoce mucho mejor como Pequeño Maracaná. Aunque actualmente su aforo es de alrededor de 50.000 espectadores, en el pasado, cuando aún se admitían localidades de pie, llegó a albergar 110.000. Una cifra que, claro, quedaba empequeñecida con los 200.000 que pudieron llegar a darse cita entonces en el mítico estadio brasileño del que toma su nombre.
Allí, en el estadio que este miércoles recibirá a un Barça castigado por la UEFA a prescindir de la compañía de su público por la sonrojante pancarta mostrada en el Luis II, hay un jugador que acapara todas las miradas y al que llaman pequeño Messi: Andrija Maksimovic.
A sus 17 años, este futbolista se ha convertido en el debutante más joven con la selección de Serbia en toda su historia, tras estrenarse a su vez en la élite tan solo un año antes. Su debut como internacional absoluto fue el 12 de octubre, ante Suiza, en la Nations League, y, posteriormente, también tuvo algunos minutos en el duelo con la Roja que se disputó tres días después en Córdoba.
Detalles de genio
Por el momento, sus registros goleadores andan algo lejos de los que dejó la estrella argentina en su paso por el club azulgrana, pero en el Estrella Roja están tremendamente ilusionados con él. No en vano, es capaz de dejar detalles de calidad. Como, por ejemplo, el libre directo, muy esquinado en el lado derecho del ataque del conjunto de Belgrado, al que supo darle una parábola envenenada y que acabó abriendo el marcador en su último encuentro en la Liga serbia, en casa frente al Vojvodina. Un encuentro que se saldaría con victoria de los locales por 3-0.
Por supuesto, ya hay varios grandes clubes europeos que lo tienen en su punto de mira. Como, por ejemplo, la Juventus, el Borussia Dortmund o el Liverpool. No obstante, su irrupción en el equipo aún no ha tenido efectos positivos en una Champions en la que el Estrella Roja cuenta los tres partidos disputados hasta el momento por derrotas. Y, a pesar de que la visita del Barça ha sido acogida también con una ilusión tremenda por parte de sus seguidores, la historia no invita al optimismo.
Es cierto que la última vez en que los azulgrana jugaron en el Pequeño Maracaná, en octubre de 1996, el partido se saldó con 1-1, pero la amenaza que representan ahora tanto Hansi Flick como Robert Lewandowski hay que tenerla muy presente. Más, incluso, que la sutil parábola con la que Maradona puso en pie a ese estadio hace ya 42 años. En la campaña 2019-20, con el alemán en el banquillo del Bayern y el polaco como estilete de los bávaros, el actual máximo anotador de Primera División fue capaz de marcar todo un póquer de goles en Belgrado. Una hazaña que, visto su estado de forma y pese al bajón del derbi, no sería para nada extraño que aspire a reeditar este miércoles.
Es una enfermedad que sobreviene cuando te enfrentas al Real Madrid en Champions. Un mal que sólo ataca a los guardametas, pero que les afecta en los momentos más imprevisibles de los partidos y, normalmente, tiene consecuencias fatales para sus equipos. Neuer, uno de los mejores porteros del mundo, por supuesto, no se iba a librar de él.
El partido del cancerbero alemán estaba siendo impecable. Paradas estéticas como las que realizó a varios disparos de Vinicius, de reflejos, ante el disparo a bocajarro de Rodrygo y de estar bien colocado, en varios centros chuts de los blancos. Pero, como ocurre habitualmente, llegaron los minutos finales y se manchó la hoja de servicios del portero germano.
Con su equipo uno a cero en el marcador y con un pie en la final de Wembley, un disparo lejano y poco exigente del 7 brasileño del Real Madrid se le escurrió entre los brazos. Joselu, delantero de raza, cazó el balón y lo introdujo en la red. Empate y temblor de piernas en el conjunto bávaro. Los madridistas intuían cómo iba a terminar esta historia.
El segundo gol llegó dos minutos después y Neuer, aturdido como el resto del equipo, solo pudo ir a la red brazo en alto reclamando fuera de juego que finalmente no fue.
Es Neuer el último de una larga saga de porteros afectados por la presión madridista que, normalmente, se deja sentir más en el Santiago Bernabéu. Si tuviéramos que elegir a uno al que más afectó este problema sería raro no escoger a Loris Karius. No fue el primero, pero sus errores en Kiev en la final entre el Real Madrid y el Liverpool en 2018 dieron la vuelta al mundo.
Al balón que le birló Benzema para marcar el primero, se suma el disparo lejanísimo de Bale que se le escurrió a la red. Intento alegar de forma peregrina y muchos días después, que en unas pruebas posteriores se descubrió que había sufrido una ligera conmoción cerebral en el partido tras un choque con Sergio Ramos. El portero sufrió amenazas de muerte tras ese partido por su actuación.
Ya en esa Champions, Benzema aprovecharía otro error garrafal del sustituto de Manuel Neuer en la portería del Bayern, Sven Ulreich, para anotar en la vuelta de semifinales el dos a uno. Pese al empate de James al final del encuentro, ese tanto serviría a los blancos para alcanzar la final de Kiev en la que luego derrotarían al Liverpool.
La Champions de los milagros
Posteriormente, habría que destacar la Champions de las remontadas en 2022. Esa en la que el Madrid fue de peripecia en peripecia hasta vencer en la final de nuevo al Liverpool de Klopp. De aquel torneo quizás la más llamativa fue la de Donnaruma, que se duerme también ante Benzema y este le roba el balón para iniciar la remontada blanca. El portero italiano había llegado al PSG con vitola de estrella y lo cierto es que ese partido marcó un antes y un después en su carrera.
Llegarían entonces los cuartos y la ida ante el Chelsea en Stamford Bridge donde una nueva locura transitoria de Edouard Mendy, con un pase terrible para el hoy madridista Antonio Rüdiger, terminaría en las botas de Benzema y consigue el francés el tercer gol del encuentro. El milagro madridista llegó en la vuelta, pero nada hubiera sido posible sin ese error del cancerbero blue.
La última, o mejor dicho la antepenúltima, la protagonizaría, esta vez sí el portero titular del Liverpool, Alison Becker. Fue en la pasada Champions y sería el gol del empate del Madrid tras un inicio arrollador de los reds en el que anotaron dos goles en quince minutos. El partido terminaría con manita del Madrid, pero ese empate resultó un golpe emocional que ayudó a vencer al conjunto inglés.
Léase que ponemos antepenúltima porque la historia del Madrid en esta competición hace presagiar nuevos capítulos en este aspecto. Neuer, el penúltimo, ha contado al menos con el apoyo de sus compañeros y de su entrenador. "Sin él no habríamos estado aquí", le reconocía Musiala mientras que Tuchel apuntaba: "Todo ha venido de un fallo de nuestro mejor jugador, que hasta entonces había salvado el partido. Desafortunadamente, un error individual de Neuer ha metido al Real Madrid en el partido". Lo ha metido y, como en la mayoría de ocasiones, lo ha rematado.
El problema no es que el Madrid gane la Champions, el problema es saber que va a ganarla. La inevitabilidad. Vivir el proceso día tras día durante el mes y medio que va desde el milagro de Manchester hasta la final de Wembley, la frustración de que no exista Bayern ni Mbappé que te hagan dudar y ver los partidos con cierta esperanza. Mejor irse al cine.
Todos los antis supimos que el Madrid iba a ganar La Enésima en el mismo momento en que resisti
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