El Barcelona anestesia la Liga en San Mamés

El Barcelona anestesia la Liga en San Mamés

LaLiga Santander


Athletic 0 Barcelona 1

Actualizado

Un gol de Raphinha alivia al equipo azulgrana en otro ejercicio de supervivencia y llegará al clásico con nueve puntos de ventaja respecto al Madrid. El árbitro anuló un gol a Iñaki Williams por mano previa de Muniain

Raphinha celebra el gol del Barcelona.Luis TejidoEFE

El Barça se defiende en el campo y en la Liga. Quizá no haya otro lugar donde pueda hacerlo. Venció en San Mamés porque sobrevive como nadie, porque tuvo a todos los dioses -y a Ter Stegen- de su parte, y porque donde no llegaron sus fuerzas, lo hizo la tecnología. El árbitro Gil Manzano validó el gol del triunfo de Raphinha después de haberlo anulado -un pie de Balenziaga habilitaba al brasileño-, y cercenó el empate de Iñaki Williams en el mismo ocaso después de que desde el VAR advirtieran una mano previa de Muniain en el origen de la acción. Se armó la marimorena.

Los futbolistas del Barcelona tienen que seguir jugando a fútbol por mucho que la marea del caso Negreira amenace con llevárselo todo por delante. No hay más que ver cómo Gavi y Ter Stegen ponen cabeza y manos en las brasas. El confeti ha sido sustituido por los billetes de mentira, porque los de verdad nunca pertenecieron a los aficionados. Y mientras el presidente Joan Laporta se entrega a mensajes que uno sólo puede pronunciar mirando al cielo -«nos dejaremos hasta la última gota de sangre por defender el honor del Barça»-, el equipo va a lo suyo. Se parapeta en la Liga con el 1-0 y el 0-1 por bandera, incluso en lugares ahora hostiles como San Mamés.

Reincidió el Barcelona en sus problemas con la construcción del juego, por mucho que entre Gavi y De Jong trataran de ofrecer continuidad y cordura. Aunque las dificultades para salir desde atrás y encontrar al hombre libre fueron más que evidentes. Lewandowski se implicaba en la tarea organizativa, pero fallaba justo en lo que se le demanda, la precisión y el remate. Dispuso el polaco de una gran opción tras un pase de De Jong que se quedó en nada por culpa de un mal control.

El Athletic, pese a que Ernesto Valverde erró en las ideas principales con las que trató de hacer daño al Barcelona –Nico Williams no se encontró cómodo en la izquierda pese a ser defendido por Sergi Roberto, y Raúl García sólo intimida cuando la pelota va por el aire-, se repuso a lo grande en el tramo final al toque de corneta de Muniain.

El Barcelona sólo encontró alivio tras otro ejercicio agónico en el que el Athletic tiró dos veces a los palos, y después de ver cómo entre Ter Stegen, Koundé y Marcos Alonso pusieron el pecho ante el tiroteo final.

Recibirá el Barça el próximo domingo al Real Madrid con el alma atada al liderato. Y con su ya antiguo aliado de cubertería a nueve puntos de distancia.

kpd