El Barça sobrevive en la prórroga al sonrojo de las tres remontadas del Intercity

El Barça sobrevive en la prórroga al sonrojo de las tres remontadas del Intercity

Copa del Rey


Intercity 3 Barcelona 4

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Se puso por delante en el marcador con goles de Araujo, Dembélé y Raphinhna que fue igualando Solde con un ‘hat trick’ que forzó el tiempo extra. El tanto de Ansu Fati evitó el desastre.

Ansu Fati bate a Gaizka en la prórroga para clasificar al Barça.EFE

mMEl Intercity es un equipo milagro, un club inexplicable que acumula ascensos y proezas, el peor rival que se podía encontrar el Barça porque su descaro no tiene fin. No le costó desnudar la desidia del equipo de Xavi, remontado una y otra vez hasta la prórroga, hurgando en sus debilidades, penalizando su falta tensión y, sobre todo, de acierto. No pudieron los culés vivir un partido plácido, azotados por Oriol Soldevila, Solde, un chaval criado en La Masía.

No arrancó el duelo con esas vibraciones tan negativas. Bien al contrario, lo primero que llegó fue el exorcismo de Ronald Araujo. El uruguayo se liberó del dolor de la lesión y la larga recuperación de tres meses y medio con un cabezazo a saque de esquina de Pablo Torre en el minuto cuatro que acabó en la portería alicantina. Pero el central quería demostrar más y, si primero hizo el gol, después evitó el empate. Mientras Aaron cabalgaba hacia la portería blaugrana, dejaba a atrás a Kounde y recortaba a Iñaki Peña, el central apareció en carrera para, bajo palos, evitar el tanto del Intercity. Fue el primer susto que recibió el equipo de Xavi. No sería el único.

Los hombres de Gustavo Siviero esperaron para asestar el golpe y obligar a apretar los dientes a los culés. Quiso protegerse el técnico argentino con cinco defensas atentos para evitar al Barça tejer en ataque. Con orden y ayudas no se cayeron después del tanto de Araujo y, aunque les costó encontrar a campo abierto la manera de armar contras, acabaron encontrando otras vías. Mientras aparecían, el rechazo de una falta directa de Depay se estrellaba en el larguero y, pese a que el desparpajo juvenil de Torre, ni primero Dembélé ni Ferran al filo de descanso supieron cerrar la clasificación. El Intercity se esforzaba en pensar que el 0- lo mantenía vivo. Y tanto que lo hizo, porque la segunda mitad el partido enloqueció.

Fallos groseros

Desde la misma esquina donde nació el gol de Araujo apareció el empate de Solde. Acción y reacción, porque Gavi, ya en el campo para buscar verticalidad, lanzó en carrera a Dembélé para que batiera a Gaizka con un balón picado. Primer susto solventado, pero no tardaría en llegar el siguiente. Los fallos del Barça a balón parado, la falta de tensión, permitieron a los jugadores alicantinos ejemplificar la teoría de la importancia del saque de banda en el juego ofensivo: puso la pelota en juego Cristo, se descolgó para recoger la pared y servir un centro perfecto para otro remate de Solde, el segundo del ex canterano culé. Tuvo que aparecer Raphinha para poner el 2-3 e incluso obligar a Gaizka a sacar una mano prodigiosa.

Como no se rindió el Intercity, volvió a tener premio. Herrera se aprovechó de un error grosero de Marcos Alonso para lanzar a Solde hacia el hat-trick. El fantasma de Novelda en 2002 sobrevoló el Rico Pérez y el ex canterano entró en la historia de trigoleadores que golpearon al Barça como Aduriz y Mbappé. La prórroga supo a gloria porque alargaba el sueño del Intercity. Al Barça le temblaba todo y a Xavi el gesto se le iba a agriando por momentos. Fue Ansu Fati quien apareció de repente para marcar el cuarto gol y cerrar por fin una eliminatoria en la que el Barça sufrió para salir vivo.

kpd