El Atlético gana al Almería pese a echarse una siesta

El Atlético gana al Almería pese a echarse una siesta

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Atlético de Madrid- Almería (2-1)

Actualizado

Inauguraban los rojiblancos el horario del almuerzo y, tras dos goles tempraneros, una desconexión total casi les cuesta la victoria

Morata culmina su gran jugada individual.JAVIER SORIANOAFP

Fue un mal sueño o el inicio de algo peor. Son las sensaciones de Montjuic las que venían a partir de ahora o simplemente hay partidos, y enemigos, que se atragantan. Desde luego, el Atlético y Simeone recibían a la víctima propicia para descartar la primera opción. Ni una victoria en los primeros 15 duelos. Se preveía un tormento para el Almería. Pero, pese al aviso tempranero de Morata y Correa, el Atlético terminó sufriendo en los minutos finales tras echarse una inoportuna siesta. [Narración y estadísticas, 2-1]

A día de hoy, estos dos conjuntos no es que no disputen la misma liga, es que, por desgracia para el Almería, no juegan ni al mismo deporte. Unos luchan, al fútbol, por mantenerse en el top 5 de LaLiga con un partido menos, los otros están en un deporte, el de la supervivencia, mucho más difícil de jugar y bastante menos grato.

Se apreció la salida valiente del Almería, como si no le pesaran ni los 4 puntos con los que contaba en su casillero ni los 37 goles que ha recibido la portería de Maximiano. Y antes de los 10 minutos casi se lleva el 38 si el VAR no interviene tras una jugada embarullada conducida por Morata y finalizada por Griezmann, ligeramente adelantado. Habría que preguntarse si la espaldinha de Lino para el francés fue o no intencionada. Delicatessen.

Otra delicatessen inició el marcador del partido y rompió la racha de cuatro partidos sin marcar que llevaba Morata en una de sus mejores temporadas como goleador. El madrileño recibió de Griezmann, que se afanó por recuperar un balón en la banda, tiró un caño y amagó casi sin espacio a Maximiano para engañarle y remachar con la izquierda.

El primer gol avisaba al Almería, el segundo, lo hundía. Llegaba a pies de Correa menos de cinco minutos después del primero. De nuevo otro robo en campo andaluz, Llorente ganaba la línea de fondo y el argentino llegaba al área pequeña libre de marca por el carril central. Pintaba goleada y si no es por Maximiano y porque el Atlético, como ante el Alavés, decidió bajar el pistón, podría haberse culminado en la primera parte.

La depresión ofensiva del Almería vivió su primer tiro a puerta en el minuto 30, un cabezazo flojo de Baptistao; seis córners seguidos en el 40 y, justo antes de comenzar el descuento del primer tiempo, un mano a mano de Embarba con Oblak que resolvió bien el portero esloveno. Eso sí, en fuera de juego. Poco que llevarse a la boca ante un sólido conjunto colchonero y más en el Metropolitano, donde no pierde desde hace 17 partidos en LaLiga.

Volvió el Almería en la segunda mitad a repetir arranque valiente y casi encuentra premio en un córner ensayado pero, como contra el Betis, el conjunto andaluz necesita un mundo para hacer gol. Y si no que se lo digan a Embarba que solo en el borde del área pequeña remató centrado a las manos de Oblak. El Atlético, que se creía haber almorzado al Almería, decidía echarse la siesta antes de tiempo, para cabreo monumental del Cholo en la banda.

Enfado de Simeone

No sirvió el enfado de Simeone, siguió la empanada rojiblanca y, esta vez sí, la aprovechó el Almería para poner picante al duelo. Un tirazo de Pozo recibió una respuesta similar de Oblak, pero Baptistao, libre de marca, aprovechó el rechace para acortar distancias y cumplir la ley del ex, esa que ya probó el Atlético en Montjuic.

Ni siquiera el gol del Almería despertó a los rojiblancos cuyos errores eran más llamativos que los aciertos de los andaluces. Éstos, además, olieron la sangre y, casi de puntillas, siguieron castigando la portería de Oblak. Una pared finalizada por Arribas volvió a obligar a Oblak a intervenir. El Cholo optó por agotar los cambios en el 75 para ver si así despertaba al equipo, viendo que las ocasiones del Almería no lo hacían.

Pero Savic decidió mantener la siesta. Sus pases al rival fueron la mejor opción del Almería para empatar el choque. Afortunadamente para el Atlético, este no llegó. Y para el montenergrino. Memphis y Griezmann pudieron marcar el gol de la tranquilidad, pero tampoco. El asedio final del Almería no tuvo premio. 17 seguidas en casa. La mejor noticia tras la peligrosa siesta.

kpd